El Gobierno de Costa Rica abrió este miércoles una licitación internacional para modernizar el puerto de Caldera, provincia de Puntarenas (Pacífico), proyecto que requerirá de 600 millones de dólares (unos 552.6 millones de euros).
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció la licitación en su conferencia de prensa semanal y afirmó que se trata de un cartel elaborado de manera transparente y que permitirá la participación de las principales empresas del mundo en materia de puertos.
Las obras de la licitación contemplan la intervención en las terminales de contenedores, la de granos y la de carga general.
El proyecto incluye la construcción de un frente de atraque en la terminal de contenedores, la ampliación del patio de contenedores, pavimentación y la instalación de tres nuevas grúas.
En la terminal de granos se hará una explanada y nuevos accesos viales, se instalarán dos nuevos postes de amarre y se podrán en funcionamiento dos grúas y dos tolvas.
Mientras que en la terminal general, la primera fase contempla la construcción de un nuevo muelle para buques de 250 metros de longitud y 13.6 metros de profundidad.
El objetivo de las autoridades es que Puerto Caldera pase de atender 650 buques al año a 900; a nivel de carga pasar de 6 millones de toneladas a 11 millones de toneladas; mientras que a nivel de contenedores la movilización anual pasará de 300,000 a 700,000.
El pliego de condiciones de la licitación fue producto del apoyo técnico de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial.
Puerto Caldera, que se usa en un 80% para importaciones, es el más importante de Costa Rica en el Pacífico y el segundo en general, superado por la terminal de Contenedores de Moín, provincia de Limón (Caribe).
La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) celebró en un comunicado el lanzamiento de la licitación, pues la considera la única solución a largo plazo para el puerto construido hace 40 años y que requiere una modernización para aumentar su competitividad, ya que en la actualidad está saturado en sus operaciones.
“Este paso debió haberse dado hace muchos años para evitar llegar al punto en el que estamos, pero finalmente se ha dado el paso. Se debe actuar con agilidad en el proceso licitatorio, velar por que exista un plan de transición que garantice la continuidad del servicio”, dijo el presidente de la CICR, Sergio Capón.