La crisis provocada por el nuevo coronavirus está afectando el tráfico que atraviesa el Canal de Panamá, pero la fuerte posición financiera de la entidad mitiga ampliamente los efectos de la pandemia, señaló la agencia de calificación de riesgo Moody´s Investors Service en un reciente reporte sobre la vía interoceánica.
Los tránsitos se verán afectados por la contracción de la economía global y restricciones de carga, exacerbadas por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Para el año calendario 2020 se espera una caída entre el 15% y el 20% en número de tránsitos, mientras que para el próximo ejercicio se pronostica una recuperación, aunque todavía por debajo del nivel de 2019.
No obstante, cuando se analiza el año fiscal de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), que va de octubre a septiembre, el impacto de la Covid-19 se diluye, ya que en la primera mitad de ese año el comportamiento del tráfico fue “robusto”, con crecimientos tanto en número de tránsitos, en mercancía transportada y en ingresos, como señaló el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, en un webinar organizado por Moody´s esta misma semana.
A partir de abril, la pandemia redujo el comercio mundial, particularmente la demanda de los consumidores en Estados Unidos, el mercado más importante para el Canal de Panamá. Así, según el administrador, en la segunda mitad del año fiscal se erosionarán las ganancias obtenidas en la primera parte del ejercicio.
El número de tránsitos en el año fiscal de la ACP (octubre 2019 - septiembre 2020) sería de 13,077, un 5.1% menos que durante el ejercicio anterior, según las estimaciones de Moody´s.
La reducción de tránsitos será compensada, según la calificadora, por la implementación de un nuevo esquema de tarifas. De hecho, la agencia proyecta que aunque los ingresos por peajes serán ligeramente inferiores en el año fiscal, los ingresos totales de la ACP para este ejercicio serán $3,200 millones, por encima de los $3,100 millones del ejercicio anterior.
“No consideramos que el perfil crediticio de la ACP esté expuesto a la situación del coronavirus”, aseguró Adrián Garza, analista de Moody´s que cubre proyectos de infraestructura en América Latina, en una conversación con La Prensa.
La fortaleza del Canal se sustenta en un fuerte crecimiento en volúmenes de mercancía e ingresos en los últimos años, una deuda baja y con un perfil de vencimiento de largo plazo, en niveles elevados de liquidez y prácticas de gobierno corporativo fuertes, comentó Garza.
Con una calificación de A1 y perspectiva estable, la nota de riesgo del Canal es superior a cualquier otro proyecto de infraestructuras de América Latina y a la propia calificación soberana de Panamá (Baa1, estable). Por norma general, la calificación soberana suele ser más alta que la de entidades que operan en un determinado país.
En el reporte, la agencia identifica dos retos importantes para el Canal a mediano y largo plazo: uno tiene que ver con un reacomodo en la cadena de suministro mundial, con una creciente tendencia a la localización. “Muchos países están tratando de acercar más sus cadenas de suministro, producir más localmente y no depender tanto de Asia y China”, comentó Garza, tendencia que se ejemplifica en el conflicto comercial entre China y Estados Unidos, “lo que podría implicar que la principal ruta a la que da servicio el Canal, que es la que conecta China con la costa Este de Estados Unidos, pudiera en determinado momento reducir su relevancia”, apuntó el analista.
El otro gran desafío será resolver la escasez de agua para el consumo humano y para la operación del Canal, que requerirá grandes inversiones para obtener soluciones a largo plazo, asegura la agencia.