Cierres de vías en varios puntos de la capital, camiones con mercancía varados por días en el tranque por el cierre de la principal arteria de comunicación del país; producción agrícola perdida y anaqueles vacíos en los supermercados; un sector industrial trabajando a medio ritmo por la falta de insumos y la dificultad de distribuir productos; la construcción afectada por paros de trabajadores; suspensión de eventos y reservas hoteleras; y viajeros que deben caminar arrastrando sus maletas por las calles cuando se encaminan al principal aeropuerto del país.
Las consecuencias económicas de la crisis se acentúan mientras se recrudece la ola de protestas contra el alto costo de la vida, la corrupción y el mal manejo de los fondos del Estado. Esta situación está provocando pérdidas multimillonarias a la economía, aún difíciles de cuantificar, y que serán mayores en la medida que se extienda el conflicto.
Por eso, desde los gremios empresariales y de productores se reclama la apertura de vías para poder suplir de bienes al país, a la vez que se pide al Gobierno que entienda el clamor por un manejo transparente y responsable de los fondos públicos.
Representantes de gremios empresariales, economistas y analistas consultados ayer por este medio coinciden en que la situación representa un freno a las aspiraciones de recuperación de la economía, tras el fuerte impacto sufrido en 2020.
Ese año, al inicio de la pandemia, el Gobierno impuso fuertes restricciones a la movilidad y a la actividad económica que provocaron una contracción de la economía de 17.9%, lo que supuso la destrucción de empleo.
Tras haber registrado un crecimiento del 15.3% en 2021, este año, en el primer trimestre, el producto interno bruto (PIB) superó el nivel de su similar de 2019, alimentando las expectativas de que este año se recuperaría el tamaño de la economía previo a la pandemia.
“El severo desabastecimiento de alimentos e insumos médicos, las pérdidas irreversibles e irreparables a la producción nacional, evidencian el panorama desolador de una crisis que, de extenderse, puede destruir la posibilidad de la reactivación económica y de la búsqueda real del progreso social”, señaló el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep).
“Estamos destruyendo el aparato productivo”, planteó en una conversación con este diario Rubén Castillo, presidente del gremio, que advirtió de una difícil situación para micro, pequeñas y medianas empresas, además del “drama humano” que se genera por pérdida de citas médicas o por la imposibilidad de trabajar para aquellas personas que están en la informalidad y viven en el día a día.
Por eso, el empresario aboga por el cese de cierres de vías, que se impulse un diálogo y porque el Gobierno haga una “corrección profunda” de su método de gestión hacia la transparencia, el combate frontal a la corrupción y con resultados sobre la eficacia de la actividad de todas las instituciones.
La presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa, Elisa Suárez, dijo que se requiere del trabajo para reactivar social y económicamente el país y se necesita que los gestores de ese trabajo puedan hacerlo, en referencia a la empresa privada.
El cierre del corredor Sur provocó que viajeros tuvieran que caminar por la autopista para evitar los bloqueos. “¿Creen ustedes que alguien regresaría a nuestro país después de semejante situación?”, se preguntó Suárez. El turismo es, precisamente, uno de los sectores más rezagados en cuanto a la recuperación respecto a los niveles prepandemia.
El economista Felipe Chapman apuntó que esta crisis va a provocar la pérdida de empleos y que para las personas que hayan perdido el ingreso, de poco o nada servirán los subsidios que puedan recibir a través de un precio controlado del combustible.
Chapman señala que las expectativas de crecimiento de la economía van a ser revisadas a la baja, aunque se tendrá que esperar a que concluya la crisis para estimar el impacto en el PIB. “Hay tanta incertidumbre que ahora mismo no se puede hacer una estimación”, sostuvo.
El también economista Ernesto Bazán apunta a la afectación a la economía desde dos puntos de vista: Por un lado, los obstáculos en la parte operativa por la ruptura de la cadena de suministro, que se refleja en los anaqueles vacíos, supermercados desabastecidos y pérdida de producción.
Por otro, apunta a la afectación en la confianza del inversionista, que en un contexto como el actual optará por esperar para hacer la inversión y cualquier operación, lo que se traduce en una ralentización de la economía.
Domingo Latorraca, quien fuera viceministro de Economía, coincidió en los efectos negativos para la producción, el turismo y para Panamá centro de inversión privada, tanto local como extranjera, que es significativa para la creación de empleo. Por eso, sostuvo que “es vital que se reestablezcan los canales de transporte y que la gente pueda ir a trabajar”.
Latorraca cree que pese al fuerte impacto de la crisis, aún se puede recuperar en el conjunto de 2022 el terreno perdido por la economía en 2020, pero para esto hay que reestablecer el orden, mientras el Gobierno no puede ignorar reclamos de la población en cuanto a la eficiencia del gasto y el costo de la vida. A la vez, reclama que se deben identificar y separar los reclamos legítimos de los oportunistas.
Comienza a funcionar corredor logístico marítimo
A través de una iniciativa de la Cámara de Comercio de Colón, se coordina un corredor humanitario o logístico a través de barcazas por el Caribe y el Pacífico que permitirá llevar insumos médicos y otros artículos a Chiriquí y Bocas del Toro, además de transportar vegetales y otros productos a la ciudad capital.
Michael Chen, presidente de la Cámara de Comercio de Colón dijo que los pacientes de la provincia de Chiriquí se están quedando sin oxígeno. “Nosotros estamos en coordinación con la Cámara de Comercio de Chiriquí para tratar de abastecer algunos insumos urgentes, además de tener conversaciones con el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) para tratar de llenar las barcazas”, explicó Chen.
Por el lado del Caribe hay una barcaza con capacidad para 150 toneladas y por el Pacífico otra que va a salir de Rodman, con una capacidad de 400 toneladas.
El corredor humanitario comenzó a funcionar el pasado domingo, pero se necesita que los manifestantes permitan el paso de oxígeno para los hospitales, que en el caso del regional de Chiriquí, solo tiene existencia para un par de días. Igualmente hace falta gas de cocina, entre otros.
Por vía terrestre y luego de cinco días de estar atrapados en los tranques, ayer lunes 18 de julio llegaron algunos contenedores con vegetales a Merca Panamá, pero un 75% se dañó, informó Yoris Morales, vocero de los Comerciantes.
Wilfredo Jordán S.