La Caja de Seguro Social (CSS), bajo la administración de Enrique Lau, ha confeccionado un presupuesto de $7,202 millones para el año 2024, lo que equivale a un aumento de $282 millones con respecto al que fue aprobado en 2023.
Se le apuesta a mayores ingresos financieros en un entorno en el que se reconoce que la recolección de cuotas obreros patronales serían menores a las estimadas para este año, aunque mucho más grandes a las logradas en 2022.
Las proyecciones financieras fueron presentadas y aprobadas por la junta directiva de la entidad la semana pasada, que en su mayoría le dio el visto bueno al documento, tal como había sido discutido, previamente, en la comisión de Inversiones y Riesgos.
Sin embargo, el presupuesto fue objeto de varias advertencias cuando en la comisión se alertó sobre el uso de reservas en distintos programas para tapar las cuentas, el cálculo de ingresos que podrían no ajustarse a la realidad y una partida de gastos que crece por las inversiones en infraestructura, que no necesariamente benefician a varios sectores de la población asegurada.
En un año marcado por las elecciones presidenciales en el país y con la expectativa e incertidumbre que dicha contienda genera en la economía doméstica, la CSS ha calculado ingresos corrientes por $5,696 millones, lo que es igual a $29.8 millones más que la partida de este 2023 y $904 millones por encima de lo recaudado en 2022, de acuerdo con información a la que tuvo acceso este diario.
Los ingresos corrientes están conformados por: los ingresos de operación y los financieros.
En lo que respecta a los ingresos de operación, el mayor peso siempre lo han tenido las cuotas que pagan los trabajadores y patronos por la cobertura de seguridad social. Para este renglón se fijaron $4,308 millones en el anteproyecto de 2024.
Si la suma se compara con el presupuesto de 2023, se estaría frente a una disminución de $70 millones.
Pero la diferencia es abismal cuando se compara con lo que se recaudó en cuotas al cierre de 2022. Serían $694 millones por encima de lo que realmente obtuvo la CSS en cuotas al culminar el año pasado.
Por otro lado, en lo que respecta a los ingresos financieros, la CSS recaudó $297 millones en 2022, para calcular que este año logrará $301 millones y en el 2024 unos $329 millones.
En el renglón de los gastos corrientes para 2024 se atribuyen $5,190 millones, distribuidos en $2,351 millones para gastos de funcionamiento y $2,839 millones para prestaciones económicas. En las inversiones se han calculado en $2,011 millones, de las cuales $1,532 serían financieras y $478 millones en obras físicas.
Los programas de Enfermedad y Maternidad, el de Riesgos Profesionales, así como el subsistema exclusivamente de beneficio definido Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) tendrán que ser financiados en parte con reservas y el reingreso de capital, producto de los bonos que van a redimirse durante el próximo año.
Para el pago de pensiones se han proyectado $2,700 millones.
Cuando el documento fue presentado en la comisión de Inversiones y Riesgos, Aida de Maduro, representante del sector empleador en la directiva de la CSS, hizo varias críticas, al advertir que se estaba “nuevamente” ante un presupuesto que no tenía sustento real de ingresos ni balance.
Advirtió que el anteproyecto del presupuesto no era acorde con la realidad económica ni la realidad social que sufre la entidad.
Pero el director nacional de Finanzas, Félix Camargo, salió en defensa de los planes de la administración, explicando que el supuesto fundamental para proyectar los ingresos era el producto interno bruto (PIB) y los salarios estimados, que son el principal sustento de las cuotas obrero patronal.
$5,190 millones
Gastos corrientes presupuestados para el 2024
En este punto también fue escéptico Gonzalo Ramírez de La Rosa, financista de la junta directiva, quien precisó que no es una novedad que el presupuesto de la institución y del Estado esté basado en la tasa de crecimiento del PIB, que se debe traducir en más y mejores salarios, cuando mejora.
Pero recordó que puede haber un tratamiento que implique cierta manipulación, considerando los cambios en el año base de 2007 a 2018 para el cálculo de las cuentas nacionales, lo que se tradujo en un aumento del PIB en todos los años desde 2018.
Este cambio mejora también los indicadores fiscales que se miden en relación con el tamaño de la economía.
Este tipo de situaciones hay que analizarlas y casi nadie se pone a ver esto, dijo Ramírez, mientras cuestionaba las proyecciones de ingresos y reconocía la necesidad de hacerle frente a los compromisos, como el pago de pensiones y las inversiones en más clínicas.
Maduro dijo que la entidad debía ser más conservadora, oponiéndose a la aprobación del documento a lo interno de la comisión, mientras que José Álvaro Alba, en representación de los servidores públicos y Homero Sealy, por parte del Ministerio de Economía y Finanzas, se mostraron a favor; al tiempo que Héctor Hurtado, por parte de los trabajadores se abstuvo. El documento sería más tarde aprobado en el pleno de la directiva.
Gregorio Guerrel, también representante de los trabajadores en la directiva, consideró que el presupuesto de ingresos era exageradamente alto con respecto a la precariedad del trabajo, el desempleo y la informalidad.
Gregorio Guerrel@gregorio_gu9
— CONUSI (@conusi21) April 30, 2023
Representante de la CONUSI de la JD
Otra denuncia 📢:
Exagerado el presupuesto para el 2024:
7 mil millones.
.
.
.
La única voz que enfrenta la corrupción @atenogenesR @CastaliaPascual @nexnoticias @prensacom @criticaenlinea pic.twitter.com/7tvNUigQOF
Maduro, quien confirmó que luego votó a favor del presupuesto en el pleno de la directiva, dijo que como ha pasado en otras ocasiones, este podría pasar por reformas cuando sea enviado a la Asamblea Nacional, pero que el mismo obtuvo su visto bueno para no atrasar los pasos internos de aprobación que darían como resultado la utilización del presupuesto de este año.