La producción de arroz, el principal plato de consumo del panameño, está en peligro de ser afectada o disminuir el porcentaje de la cosecha. Durante las últimas tres semanas, no se han podido aplicar los insumos y cuidados necesarios a causa del bloqueo de las calles.
Se calcula que hay más de 40 mil hectáreas de arroz sembradas en distintos puntos del país, de las cuales un 50% está en la provincia de Chiriquí, aislada por el bloqueo de la carretera Interamericana y la falta de combustible.
“Lo difícil y caótico de esto es que hay muchas de esas hectáreas sembradas de arroz que les hace falta aplicar entre el 30% y 20% de insecticidas, afectando el desarrollo de las plantaciones”, explicó Alexander Araúz, presidente de la Asociación de Agricultores de Granos con Riego y Tecnología de Chiriquí.
En estas últimas tres semanas se han paralizado las fumigaciones, las fertilizaciones, las siembras y el transporte de insumos.
Hay contenedores con insumos agropecuarios que están varados en algunos puertos y otros que están en camino a Chiriquí, pero los transportistas no se han tomado el riesgo de transitar porque pueden sufrir vandalismo, dijo Araúz.
La falta de combustible en la provincia no solo ha afectado a los vehículos particulares, que se quedaron sin gasolina para movilizarse. También ha dejado desabastecida a la maquinaria agrícola. Cosechadoras y tractores con los que se debía estar trabajando la tierra, se encuentran parados.
Los arroceros habían comenzado a recoger el grano de aquellas parcelas que ya estaban para cosechar, pero, tras la crisis, las labores se vieron interrumpidas.
El dirigente de los arroceros agregó que no se puede permitir que se pierda el arroz. “Como productores, exigimos que se abran las vías que están bloqueadas”.
El arroz se debe cosechar justo cuando la espiga está para corte, para no afectar la calidad del grano.
Explicó que hay varios molinos en la provincia de Chiriquí que abastecen a otras ciudades y comunidades del país, pero no se ha podido movilizar el arroz pilado.
Este año, los arroceros esperan igualar las 90 mil hectáreas sembradas en 2021 para garantizar el abastecimiento del grano a los consumidores panameños.
Impacto económico
Durante las tres semanas de aislamiento al que se ha sometido a la provincia de Chiriquí, los efectos han sido catastróficos para la economía, ya que la interrupción de la cadena de suministro ha causando el cierre de negocios y la pérdida de productos, mientras que la provincia de Panamá experimenta desabastecimiento y escalada de precio.
En Occidente, varios restaurantes tuvieron que cerrar sus puertas por falta de gas e ingredientes para preparar los alimentos.
Igualmente, los trabajadores no podían llegar a sus puestos de trabajo, porque no tenían cómo movilizarse.
La afectación impacta a los productores de legumbres y vegetales de Tierras Altas, así como a la producción bovina y de cerdo.
La Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá estimaba hasta el pasado martes que las pérdidas en el país alcanzaban unos $533 millones.
Otros analistas económicos advierten que si no se busca una salida rápida a la crisis, la cifra se podría acercar a los $1,000 millones.

Corredor humanitario
Los gremios del sector agropecuario han insistido en la apertura de todas las vías para el libre tránsito de mercancías e insumos, en lugar de establecer corredores humanitarios. Pero fue a través de este último mecanismo que se logró transportar las primeras toneladas de alimentos a Merca Panamá.
Pese a que parte de la caravana de camiones fue retenida por individuos en Tolé, Chiriquí, el pasado miércoles 20 de julio, algunos vehículos tomaron una vía alterna que comunica con Veraguas para evitar los tranques y llegar a la ciudad capital.
La estrategia permitió que al menos siete camiones llegaran ayer al principal mercado de abastos.
Sin embargo, Juan Guevara, presidente de la Asociación de Porcicultores Unidos de Panamá, informó que se había reportado la muerte de 150 cerdos en la carretera Interamericana. El camión que los transportaba quedó atrapado en el tranque, a la altura del cruce de Horconcitos, provincia de Chiriquí. “Murieron por el calor. El cerdo transportado en un carro recibe un shock térmico después de estar por más de 30 minutos a más de 30 grados de temperatura”, explicó Guevara.
Las organizaciones de consumidores también han expresado que “no pueden considerarse razonables aquellos actos que paralicen, discriminen, imposibiliten y destruyan, el derecho de acceso de los consumidores a los productos de primera necesidad imprescindibles, para la subsistencia de todos los seres humanos”.


