El Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) ha publicado un nuevo informe sobre los daños ocasionados en los cultivos agrícolas a nivel nacional debido al persistente mal tiempo que afecta al país.
Según este nuevo reporte, las pérdidas totales ya superan las 8,000 hectáreas (ha), impactando severamente la producción de alimentos y productos frescos en Panamá.
Los principales rubros afectados incluyen el arroz, con 4,324.22 hectáreas dañadas, el café (2,988.5 hectáreas) y el plátano (709.96 hectáreas). Otros cultivos perjudicados son el maíz (155.15 hectáreas), raíces y tubérculos (46 hectáreas), así como hortalizas, entre las que destacan la cebolla (36.82 hectáreas), el tomate (26 hectáreas) y la lechuga (4.07 hectáreas).
Este segundo reporte abarcó otras parcelas de productos agrícolas afectados como : Papaya (17.00 hectáreas); poroto (23.00 ha) ; caña artesanal (2.00 ha); apio (8.4 ha); frijol (7.5 ha) ; guandú (13.74 ha); lechuga (4.07 ha); brócoli (0.64 ha); habas (1.00 ha); piña (3.00 ha); pepino (1.15 ha); papas (3.47 ha); repollo ( 1.06 ha ); zanahoria ( 1.38 ha) y hortalizas (20.00 ha).
Las provincias más afectadas por estas condiciones climáticas son Veraguas, Chiriquí, Herrera, Los Santos y Darién, según el MIDA. Este impacto también ha alcanzado parcelas de cultivos como papaya, guandú, zanahoria y brócoli, exacerbando la crisis en el sector agrícola.
En cuanto a los cultivos asegurados, el Instituto de Seguro Agropecuario (ISA) detalla que 542.94 hectáreas de arroz, 24 hectáreas de maíz, 0.55 hectáreas de cebolla y 1.17 hectáreas de papa están dentro de los daños registrados. En total el ISA registra la afectación de 569.66 hectáreas.
Este análisis fue elaborado por la comisión técnica del MIDA, que incluye representantes de las Direcciones de Agricultura, Agroindustrias, Desarrollo Rural, Ganadería, así como directores regionales y coordinadores de cadenas agroalimentarias, entre ellos Eric Fidel Santamaría y Francisco Rodríguez.
El MIDA informó que continúa levantando un registro exhaustivo para evaluar las afectaciones y buscar alternativas que mitiguen el impacto económico y productivo. Las autoridades instan a los agricultores a mantenerse informados y acceder a los programas de asistencia disponibles.