La pérdida del grado de inversión de Panamá por parte de la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings arrastró inevitablemente a los bancos estatales: Banco Nacional de Panamá y la Caja de Ahorros.
Un primer efecto se refleja en los resultados del mes de febrero que aparece en el informe de actividad bancaria, de la Superintendencia de Bancos de Panamá.
El regulador indicó que la decisión de Fitch Ratings, que revisó a la baja la calificación crediticia de largo plazo de la República de Panamá, de BBB- a BB+, implica en primera instancia que el país ya no se encuentra dentro de la categoría de grado de inversión, según los criterios de esta agencia.
Precisa la Superintendencia que aunque Panamá mantiene la calificación de grado de inversión de las agencias Moody’s y Standard & Poor, la degradación aplicada por Fitch podría tener implicaciones, particularmente en ciertos activos de los portafolios bancarios.
“Además, este ajuste podría influir en futuras evaluaciones de los bancos por parte de Fitch, derivadas del cambio en la calificación soberana del país. Estos efectos se vienen monitoreando desde el año pasado, ya que tienen el potencial de alterar las estrategias de inversión a corto y medio plazo, lo cual podría tener un impacto clave en el desempeño del portafolio y calidad de la cartera”.
Pocas horas después de que la SBP publicó la advertencia Fitch anunciaba la rebaja de las calificaciones de riesgo de Incumplimiento del Emisor (IDR) a largo plazo del Banco Nacional de Panamá y de la Caja de Ahorros a BB+ desde BBB-.
También se vio afectada la calificación de Global Bank. Fitch degradó la calificación de esa entidad financiera a ‘BB’ desde ‘BB+. La agencia indicó que el entorno operativo panameño junto con los riesgos a la baja limitan que la calificación de viabilidad de este banco se encuentre en el nivel de calificación soberana.
“La perspectiva de calificación de grado de inversión (IDR) de largo plazo es negativa. El banco [Global Bank] sigue afrontando retos en la calidad de préstamos”, indicó el reporte de Fitch
Por su parte, Credicorp Bank, que ya no tenía grado de inversión, también se vio afectado pues Fitch pasó la perspectiva de calificación de riesgo crediticio de estable a negativa para esta institución financiera.
“La revisión de la perspectiva de la calificación refleja la presión sobre las evaluaciones de la calidad de los activos y del perfil de riesgo del banco, que tienen una tendencia negativa”.
Mientras, Banco General se mantuvo en terreno más estable. Fitch afirmó la calificación de riesgo crediticio (IDR) de largo plazo de Banco General, S.A. (BG) en ‘BBB-’ y señaló que la perspectiva es estable e incluso está un escalón por encima de la calificación soberana, lo que refleja la expectativa de la agencia de que el banco sería capaz de cumplir sus obligaciones en un escenario de incumplimiento por parte del soberano, es decir, del país.

La SBP indicó que una eventual pérdida del grado de inversión de manera completa (una reducción por parte de las otras dos calificadoras) podría conllevar a un incremento en las tasas de interés en diversos segmentos del crédito en el sistema bancario nacional.
“Este aumento en las tasas podría elevar los riesgos de impago, ya que los costos de financiamiento más altos podrían dificultar la capacidad de los deudores para cumplir con sus obligaciones. En este contexto, es aconsejable una gestión de riesgo prudente y previsora tanto para las instituciones financieras como para los solicitantes de préstamos”, indica el regulador.
Precisa que los bancos y otras entidades crediticias deben intensificar el análisis de riesgo crediticio de sus portafolios, ajustando las estrategias de asignación de capital y las políticas de provisiones para reflejar un panorama de riesgo en evolución.
Adicionalmente, el regulador bancario considera que los consumidores deben tener una mayor disciplina financiera en caso de solicitar créditos y valorar su capacidad y necesidad de asumir nuevas deudas, tomando en cuenta que el costo será más elevado. Y a su vez, los bancos serán más meticulosos para evaluar la capacidad de cumplimiento de los clientes.
Resultados a febrero
El Centro Bancario Internacional de Panamá (CBI) registró un aumento en sus activos totales en febrero al alcanzar los $149,563.6 millones, lo que representa un incremento de $10,302.1 millones, o un 7.4% más que el año anterior.
La cartera de créditos locales del Sistema Bancario Nacional registró un saldo de $61,225.8 millones. Este monto refleja un aumento del 4.7% en comparación con el mismo período del año anterior o el equivalente a $2,732.6 millones.
En febrero la morosidad se ubicó en 4.26%, de la cual el 1.85% está representado por créditos cuyos atrasos son a más de 30 días, mientras que los créditos con atrasos de más de 90 días representan el 2.4% del total de la composición de la morosidad.
Los depósitos en el Centro Bancario Internacional aumentaron 9% para un saldo total de $107,064 millones. El aumento fue impulsado por el alza en los depósitos locales en 8.3% y por el aumento de 10.1% en los depósitos de origen internacional. Nuevamente repuntaron los depósitos a plazo.
“Se concluye que los bancos operativos están en conformidad con las normativas regulatorias vigentes, manteniendo una posición adecuada en términos de capitalización y liquidez. Sin embargo, a raíz de los eventos ocurridos a finales de 2023, se han identificado factores de riesgo relacionados con la calidad de la cartera crediticia”, indica la Superintendencia.