El consumo mundial de carbón va a aumentar este año un 1.2%, con lo que se superará el anterior récord de 2013 y por primera vez el umbral de las 8 mil millones de toneladas anuales, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
En su informe anual sobre este combustible, que es y va a seguir siendo a corto y medio plazo el principal contribuyente a las emisiones de efecto invernadero, la AIE calcula que la demanda de carbón se mantendrá en torno a ese nivel hasta 2025.
El recorte de la demanda en los mercados más maduros, como Europa y Estados Unidos, se verá compensada por el incremento del consumo en países asiáticos emergentes.
La clave de la evolución está, sobre todo, en China, que es con gran diferencia el país que más carbón utiliza, un 53% del total.
La AIE anticipa allí una progresión limitada al 0.7% anual hasta mediados de esta década, a condición de que la generación de electricidad renovable crezca en casi mil teravatios hora, equivalente a toda la capacidad eléctrica actual de Japón.
En India, donde el consumo de carbón se ha duplicado desde 2007 con un crecimiento anual del 6%, se prevé que ese ritmo se mantenga, con lo que será el principal vector de progresión.
El incremento del uso del carbón en el mundo este año está en relación directa con el nuevo contexto creado por la invasión rusa de Ucrania, que ha provocado un fuerte encarecimiento del gas y la búsqueda de alternativas.
El carbón ha sido una de esas alternativas, por ejemplo para la generación de electricidad en la Unión Europea (UE), donde el ascenso del precio del gas ha sido más pronunciado.