El Banco Nacional de Panamá (BNP) enfrenta reclamos en procesos judiciales que totalizan $1,328 millones, de acuerdo con sus estados financieros al cierre de 2022, siendo la demanda del comerciante Abdul Waked Fares la de mayor cuantía, al exigirle a la entidad estatal una indemnización de $1,268.7 millones por presuntos daños y perjuicios ligados al traspaso de su otrora centro comercial Soho Mall a un fideicomiso.
La demanda de Waked fue admitida inicialmente por la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia el 23 de agosto de 2018, de allí que el proceso aparece registrado en los estados financieros del BNP desde hace varios años, como un hecho relevante por parte de la firma auditora KPMG.
En ese caso, en defensa del Estado, el procurador de la Administración, Rigoberto González, y el abogado Nelson Rojas, en representación del Ministerio de la Presidencia, apelaron dicha admisión, adoptada el 12 de mayo de 2022.
Y más recientemente, el 21 de abril pasado se pronunciaron los magistrados Cecilio Cedalise y María Cristina Chen Stanziola, de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo, quienes rechazaron la apelación y, con ello, la Corte Suprema de Justicia confirmó la decisión de admitir la demanda en la que el comerciante pide una cuantía que incluso sobrepasa la capitalización del banco.
En este momento, la admisión de la demanda no representa un problema tangible para el banco, pero de perder el caso ante la Sala Tercera, esta sería la mayor indemnización a la que el Estado panameño tendría que responder en toda su historia.
Como ha dicho en el pasado Rolando De León, exgerente del BNP, y más recientemente el economista Felipe Chapman, desde una posición extrema, si la Corte falla a favor de Waked, el banco correría el riesgo de una quiebra técnica, porque el monto de la demanda sobrepasa su capital.
El economista Carlos Araúz indica que se trataría de un golpe para las finanzas públicas y para el mismo banco, haciendo la salvedad de que no hay que ser alarmistas, aunque sí cautos ante las actuaciones del sistema judicial y sus consecuencias.
Comparó este caso con el del sistema de pensiones de la Caja de Seguro Social (CSS), que una vez se quede sin reservas, será el Estado el que asumirá -con deudas- los pagos a los jubilados.
Algo similar sucedería con el BNP, porque finalmente el Estado (que se sostiene con los impuestos que pagan todos los panameños) tendría que hacerle frente a la demanda.
Al cierre de 2022, el banco no mantenía ninguna provisión en relación con casos judiciales. Es decir, que no estaba reservando los fondos para la potencial obligación de tener que pagarle a Waked.
De hecho, con respecto a la demanda por $1,268.7 millones, los auditores indicaban que la administración del banco, fundamentada en la opinión de los abogados externos a cargo del caso, consideraba que, aún cuando la demanda había sido admitida aquella primera vez por la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia, existían remotas probabilidades de un fallo en contra de la entidad crediticia, por lo que no se creía necesario realizar provisiones en cuanto a este proceso.
Se podrían haber equivocado y ahora es eventualmente posible. De hecho, el procurador de la Administración ha intentado apartar a Cedalise del caso, por considerar que ya ha emitido criterios y opiniones que son desfavorables al banco.
En el actual contexto se tendría que esperar la lectura que le den a este caso los auditores externos, las calificadoras y los bancos corresponsales, cuando se les informe de la confirmación de la admisión de la demanda.
Ernesto Bazán, también economista, indicó vía Twitter que “si el BNP no lograse administrar con eficacia este riesgo contingente, su calificación de riesgo podría bajar, además de incrementar la desconfianza de inversionistas y bancos corresponsales. Ello implicaría aumento en tasa de interés a clientes deudores”.
4⃣ Fuente de fondos
— Ernesto Bazán (@ernestobazan) May 2, 2023
¿Y de dónde sacaría el Estado panameño de B/. 1,268.7 millones, si desde hace 15 años es deficitario?
Adivine usted.
Pues sí, de una mayor deuda que tomaría y que todos los panameños deberán pagar en un futuro: con mayores impuestos o menores servicios.
En este sentido, Araúz recordó los tiempos en los que se da esta decisión judicial, entiendo que la banca se ha convertido en una actividad que hace malabares ante manejo de riesgo. “La banca ya pasó esa etapa de hacer una actividad de intermediación bancaria de capto y presto dinero; eso se acabó. Ahora es una gestión integral del riesgo. Y lamentablemente, en la coyuntura en la que estamos viviendo, donde hay tasas al alza, bancos en Estados Unidos desapareciendo, intervenidos y quebrados, pues no es el mejor momento. Es inoportuno y más enfocándonos en el rol neutral que había tenido el Banco Nacional de Panamá en el caso Waked”, dijo.
“Si queremos ir a la vanguardia en materia de administración financiera, la figura del fideicomiso hay que honrarla y respetarla”.
Carlos Araúz, economista
En su demanda, Waked cuestiona la forma y los mecanismos que utilizó el Estado, a través del BNP, para supuestamente despojarlo de sus bienes a través de contratos de fideicomiso.
En este caso, la institución bancaria únicamente actuó como fiduciaria en dos fideicomisos a los que Waked traspasó la cadena de tiendas Félix B. Maduro y el centro comercial Soho Mall.
Este movimiento se originó luego que Waked resultara incluido, en el año 2016, en una lista sancionatoria del Departamento del Tesoro estadounidense, sobre actividades ligadas al blanqueo de capitales y el narcotráfico.
El papel del BNP como fiduciario era el de un custodio de los bienes; una especie de facilitador para que los bancos privados pudieran recuperar las deudas que Waked y sus empresas mantenían, y que se le hacía imposible transaccionar después de que el Departamento del Tesoro lo incluyera en la llamada Lista Clinton.
“Fueron los propios abogados norteamericanos del Sr. Waked quienes propusieron la constitución del fideicomiso como una solución para enfrentar la inclusión de Soho Mall en la Lista Clinton, tal y como se desprende de la sentencia de la demanda interpuesta por Abdul Waked vs. OFAC del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia del 10 de agosto del 2018, página 6, numeral II”, señaló el exministro de Economía, Dulcidio De la Guardia, en una nota dirigida el 4 de mayo pasado a La Estrella de Panamá, periódico en el que Waked tiene el 49% de las acciones.
Antes, también se había dicho que la iniciativa de acudir a la figura del fideicomiso fue de los propios bancos acreedores, que temían quedar empantanados en un proceso administrativo en el que no podrían recuperar el dinero que habían prestado a Waked y a sus negocios.
Al ser el BNP un intermediario, ni abogados ni economistas ni los entonces funcionarios del Estado panameño entienden el motivo de la demanda y cómo se llega a la suma de $1,268 millones.
El fideicomiso es un instrumento administrado por un tercero y el dinero o los activos que custodia no le pertenecen, dijo Felipe Chapman a Panamá en Directo, en donde expresó su decepción por el deterioro institucional del país que trae pérdida de confianza, especialmente en el sistema de justicia.
" Los inversionistas y las calificadoras de riesgo del país pueden ver esto como parte de un ambiente de negatividad, porque también manda un mensaje sobre qué tipo de Corte Suprema o de jueces tenemos en Panamá. Es un tema que también apunta hacia la debilidad de nuestras instituciones, porque pareciera que no se entiende la estructura del fideicomiso. El Banco Nacional fue un mero administrador y no lucró a través de la función que desempeñó”, dijo Araúz.