El índice de precios de alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), revela una tendencia a la baja en enero, con descensos significativos en los precios del trigo y el maíz a nivel mundial. Aunque algunos productos como el arroz experimentaron aumentos, la mayoría reflejó una disminución, impactando el costo global de alimentos.
El índice de los precios de los alimentos se ubicó en enero en 118 puntos lo que representa un descenso de 1.2 puntos o el equivalente a -1% con relación al nivel registrado en diciembre. Además el indicador de los precios de los alimentos se ubicó 13.7% por debajo del valor que tenía en enero de 2023, lo que refleja una tendencia hacia la estabilización y menor presión inflacionaria en el mundo.
Por rubros, el índice de precios de los cereales se ubicó en 120.1 puntos, 2.2% de disminución con comparación con la variación del mes de diciembre.
Los precios de los cereales están incluso 27.4 puntos por debajo del indicador de enero de 2023. La razón la caída en los precios mundiales del trigo debido a la disminución de las exportaciones de este cereal en el mes de enero.
En el caso del maíz el informe de la FAO refiere que los precios de exportación cedieron abruptamente en enero con respecto a diciembre, debido a la mejora en las condiciones de los cultivos y al inicio de la cosecha en Argentina, así como por la mayor oferta en los Estados Unidos. Otros cereales que también registraron caídas en sus precios fueron los de la cebada y el sorgo.
En contraste los precios mundiales del arroz aumentaron 1.2% en enero debido a incrementos de envíos de Pakistán y Tailandia y a compras adicionales por parte de Indonesia.
En cuanto al índice de precios de los aceites vegetales, se mantuvo prácticamente estable en enero, con un ligero aumento del 0,1 %. La FAO explica que este comportamiento se debió a un equilibrio entre el aumento de los precios del aceite de palma y girasol, y la disminución de los precios del aceite de soja y colza, influenciados por la abundancia de suministros en América del Sur y Europa.
Por otro lado, el índice de precios de los productos lácteos apenas experimentó cambios respecto al mes anterior. Aunque los precios de la mantequilla y la leche entera en polvo aumentaron, esto fue contrarrestado por la disminución de los precios de la leche desnatada en polvo y el queso, debido a una moderada demanda y una oferta adecuada.
Finalmente, el índice de precios de la carne continuó su tendencia a la baja, con una disminución del 1.4% en enero. Esto se atribuye a la disminución de la demanda mundial de carne de aves de corral y cerdo, así como a la abundante oferta de carne de bovino, especialmente de Oceanía y América del Sur. Sin embargo, los precios de la carne de ovino aumentaron debido a la alta demanda global y la escasez de oferta en Oceanía.