Con el subsistema exclusivamente de beneficio definido de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) próximo a la quiebra, ante el anticipado fin de sus reservas en 2024, dos entes que hacen contrapeso a la administración de la Caja de Seguro Social (CSS) han estado reclamando en los últimos dos últimos años la entrega a tiempo de los estados financieros de la entidad.
Sin embargo, en una entidad ahogada en los trámites manuales y el manejo de data no confiable, ahora se suman procedimientos excepcionales en su cierre presupuestario, lo que ralentiza la entrega de la información financiera, base para las corridas actuariales.
Ello ocurre mientras urge conocer el estado de las reservas del IVM y si el último año de pandemia agravó el acceso a fondos para el pago de las jubilaciones en el subsistema de beneficio definido.
Desde agosto de 2021, la Junta Técnica Actuarial advirtió que no había podido cumplir con lo que estipula la Ley 51 de 2005, respecto al informe que deben entregar a más tardar el 30 de noviembre de cada año.
El informe sobre la situación actuarial del régimen de IVM utiliza como principal insumo los estados financieros anuales, además de un reporte del departamento actuarial de la CSS.
Pero transcurrida la primera mitad de 2021, la Junta Técnica Actuarial reclamaba la información de 2020.
A su vez, la junta directiva de la CSS se unió a la solicitud de los actuarios Andrés de la Guardia, Luis Pimentel y Eduardo Rodríguez, debido a la urgencia que impone el estado de las finanzas del IVM (ver gráfica).
Ello quedó en evidencia a través de cartas a las que tuvo acceso este diario, en las que Aida de Maduro, presidenta de la directiva, pide a Enrique Lau, director de la CSS, que rinda un “informe de relación” sobre lo que advertía la Junta Técnica Actuarial.
El 22 de diciembre de 2021, Lau respondió que la preparación de los estados financieros se afectó por las extensiones de la fecha de liquidación del presupuesto de 2020, aprobadas por la Contraloría General de la República y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
El cierre fiscal de 2020 fue el 30 de septiembre de 2021. Lau dijo que a más tardar el 23 de diciembre de 2021 estarían disponible los estados financieros de 2020. De hecho, en la web de la CSS está el balance general no auditado de 2020, con fecha del 23 de diciembre de 2021.
Pero para que la Junta Técnica Actuarial pueda usar esta información, dicho balance general debe ser analizado antes por el departamento actuarial de la CSS.
Fue así como en abril de 2022, y con dos años de espera, la Junta Técnica Actuarial recibió la información vinculante con 2020.
Se calcula que dicho colegiado puede demorar entre cuatro y seis meses en levantar su informe actuarial. Es decir, que no sería hasta finales de 2022 que se tendrían las corridas de los actuarios, con las opiniones y recomendaciones considerando la foto financiera que observen con los datos de 2020.
Todo este trámite se replica al pedir la información financiera de 2021.
A inicios de este mes, Lau justificó de nuevo la inexistencia de los estados financieros. Dijo que cada año, el cierre fiscal se establece para el 30 de abril, pero para el presupuesto de 2021 la fecha se extendió a julio de 2022 para garantizar el registro contable y el pago de las cuentas por tramitar.
Indicó que este proceso requiere actividades contables previas que, junto con la emisión de los estados financieros, llegan a 90 días luego del cierre del presupuesto.
Directivos creen que tales justificaciones no son válidas, ya que las circulares del MEF no pueden estar por encima de lo que dicta la ley orgánica de la CSS, que obliga a presentar un informe actuarial a más tardar el 30 de noviembre de cada año.
Se pudo conocer que el tema fue debatido hace dos días en una reunión de la junta directiva de la entidad, en la que se determinó que elevarían una consulta al procurador de la Administración, Rigoberto González, para determinar si amparados en la circular del MEF se pasaría por encima de lo que dispone la ley.
Al mismo tiempo, una nota de Felix Camargo, director de Finanzas de la CSS, menciona otros factores que han atrasado la entrega de los estados financieros.
En dicha nota, adjuntada al balance general de 2020, se menciona que la dilatación en la entrega de los resultados mostrados en los estados financieros es a causa de las limitaciones que presentan los sistemas informáticos que utiliza la entidad, así como la entrada en la contabilidad gubernamental.