La economía de Estados Unidos creció un 2.1% en 2022, según el primer cálculo sobre el producto interior bruto anual del país publicado por la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).
Según esta estadística, el PIB estadounidense aumentó el 0.7% con respecto al trimestre anterior, lo que supondría un ritmo anual de crecimiento del 2.9%.
Esta subida de siete décimas se produce, señala la BEA, en el marco de una inflación moderada, un desempleo bajo, incertidumbres continuas en la cadena de suministro y tasas de interés en aumento.
El crecimiento intertrimestral se ha desacelerado ligeramente -fue una décima superior en el tercer trimestre-, lo que se atribuye a la bajada en las exportaciones y en el ritmo de la inversión fija no residencial, el gasto del Gobierno estatal y local y el gasto del consumidor, señala la BEA.
Estas caídas fueron parcialmente compensadas por un repunte en la inversión privada en inventarios, una aceleración en el gasto del gobierno federal y una disminución menor en la inversión fija residencial. Las importaciones disminuyeron menos en el cuarto trimestre que en el tercero.
Los datos del cuarto trimestre son aún incompletos, explicó la BEA, y esta estimación podría variar, por lo que el dato definitivo no se conocerá hasta finales de marzo.
Aunque con un crecimiento muy inferior al registrado en 2021 (5.9%), Estados Unidos cierra así el año, con el 2.1% de crecimiento anual, habiendo olvidado el temor a una recesión tras los dos primeros trimestres de decrecimiento.
Se registraron aumentos en el gasto de consumo, las exportaciones, la inversión en inventarios privados y la inversión fija no residencial, que fueron compensados en parte por disminuciones en la inversión fija residencial y el gasto del Gobierno federal.
El gobierno de EU recibió con agrado las cifras, dijo Alejandra Castillo, subsecretaria de Comercio y Desarrollo Económico del Departamento de Comercio.
Esta ha sido la recuperación económica más rápida que hemos visto desde 1953, manifestó Castillo, en referencia a la desaceleración económica que vivió Estados Unidos en el segundo trimestre de 1953 y que duró solo hasta el primer trimestre de 1954.
Castillo, además, destacó las medidas que ha tomado el gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, para fortalecer la economía y prepararla para el futuro.
La cifra publicada de crecimiento anual está por encima de las estimaciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su último informe de octubre estimó que el país crecería el 1.6% en 2022. Para 2023, el organismo señala que la economía estadounidense crecerá el 1%, unas cifras que serán actualizadas la semana que viene.
Las estimaciones de un menor crecimiento en este 2023 se dan en medio de una coyuntura económica global complicada como consecuencia de la guerra de Ucrania y también cuando los economistas observan de cerca las consecuencias que pueden estar teniendo las subidas de tipos de interés llevadas a cabo en los últimos meses por la Reserva Federal (Fed) para controlar la inflación.
El pasado diciembre, la Fed llevó a cabo su última subida de tipos, que fue la séptima desde marzo. Aunque fue de medio punto, frente a las cuatro alzas consecutivas de 0.75, la Fed ha dejado claro que las subidas no van a parar por el momento.
El siguiente incremento lo decidirán los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés) de la Fed en su próxima reunión, que tendrá lugar los próximos 31 de enero y 1 de febrero.
La tasa interanual de inflación en EU siguió bajando en diciembre, por sexto mes consecutivo y se situó en el 6.5%, 6 décimas por debajo de la de noviembre, mientras que la tasa de desempleo bajó dos décimas en diciembre y cerró el año en el 3.5%.