El alivio financiero tuvo efecto positivo en la banca, según la Superintendencia de Bancos

El alivio financiero tuvo efecto positivo en la banca, según la Superintendencia de Bancos
La Superintendencia de Bancos de Panamá presentó ayer la décima publicación del informe de estabilidad financiera que recoge datos de las variables del sector macroeconómico y financiero. Archivo


El comportamiento de la actividad del sector financiero en 2021 se registró sin mayores sobresaltos y sin el cese de ninguna entidad bancaria situación que se puede considerar “como un gran logro”, destacó el superintendente de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), Amauri Castillo.

Durante la presentación del informe de estabilidad financiera de 2021, Castillo recalcó que la decisión de implementar medidas de alivio financiero a raíz de la pandemia permitió a los deudores afrontar sus obligaciones, y al mismo tiempo, facilitó a los bancos mantener los préstamos en clasificaciones de riesgo favorable. Con ello, añadió, se evitó que el aumento del nivel de provisiones y de reservas impactara aún más la rentabilidad de los bancos.

Los resultados de 2021 aún están por debajo de 2019, pero se evalúan como positivos con respecto a 2020 cuando la rentabilidad de los bancos fue negativa como consecuencia de las medidas adoptadas por el inicio de la pandemia.

Hasta diciembre pasado la estructura del sector financiero panameño era de $150 mil 554 millones, de los cuales $135 mil 688 millones o el 90% correspondía a los activos de los bancos. El 10% restante era de empresas de valores y seguros.

En los últimos meses el sector bursátil que incluye bonos, valores y otros instrumentos financieros creció 20%, dijo Javier Motta, director de estudios financieros de la SBP.

“Esto ha ayudado a la rentabilidad, ya que lo que no se ganaba con la cartera crediticia se ganó por la gestión o tendencia de títulos valores”, agregó Motta.

Dijo que los indicadores de liquidez y solvencia de los bancos de la plaza se han mantenido robustos y al doble de lo requerido por la ley.

Por el contrario, en el indicador del riesgo de crédito, el índice de mora se fue incrementando desde 2020 debido al congelamiento de la cartera de crédito, sin embargo, luego de las decisiones y los pronunciamientos de la SBP se comenzó a mover con una tendencia a la recuperación.

Actualmente, el índice de riesgo de crédito del sector financiero panameño se ubica en 4.9% debido a la morosidad y se prevé que se mantendrá en ese porcentaje por los próximos dos años. Este nivel de porcentaje se considera elevado si se compara con los porcentajes de antes de la pandemia.

“En la medida que la actividad económica mejore y haya más gente trabajando, este índice va a volver a su cauce y lo normal es que regrese a entre 3.5% y 4.5%”, precisó. En otros países este índice está en 6%, por lo cual en el caso de Panamá todavía se mantiene en niveles tolerables, señaló Motta.

La actividad hipotecaria es la más afectada, con 6.08% en el índice de riesgo de crédito; seguida de los préstamos de consumo, con 5.85%; comercio, con 4.12%; y construcción, con 3.73%.

El alivio financiero tuvo efecto positivo en la banca, según la Superintendencia de Bancos

En cuanto a la cartera de préstamos modificada, ha tenido una evolución positiva porque se ha reducido en más del 75% al pasar de $26 mil millones a $5 mil millones en marzo pasado tras los acuerdos entre los clientes y los bancos, pero se espera que en diciembre próximo este monto disminuya a la mitad.

Cartera morosa

La cartera total con atraso en el sistema bancario panameño, hasta marzo pasado, ascendía a $3 mil 533 millones, de los cuales $1,718 millones son de morosidad y $1,815 millones de la cartera vencida.

Según la Superintendencia, la mayoría de los bancos ha negociado con los clientes ya que el índice de bienes reposeidos se ha mantenido sin variación contrario a lo ocurrido en otros países de la región. No obstante, los bancos tendrán que ver que hacen con esos bienes, sino se logra un acuerdo entre las partes, indicó Motta.

Al respecto, el superintendente comentó que cada banco va a establecer las políticas internas para efectos de establecer que ese crédito sea viable. “La regulación lo que ha hecho es dar la flexibilidad para que el deudor se acerque al banco y explique su situación, dijo Castillo. En la mayoría de los casos, los deudores que han ido a los bancos a explicar su situación han logrado acuerdos de tres meses para volverse a ver en otro periodo igual hasta que se formalice la reestructuración de esa deuda, agregó. Según la entidad de regulación, es importante que los deudores se acerquen al banco para alcanzar un acuerdo porque esos dineros que financian esos créditos son de ahorristas con los cuales las entidades bancarias tienen compromisos.



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