Este miércoles 26 de junio, la ampliación del Canal de Panamá cumple ocho años de operación, marcados por el desafío de enfrentar restricciones en los tránsitos de buques debido a la sequía.
Desde la inauguración de las esclusas neopanamax, en 2016, han pasado de más de 25,000 buques, incluyendo los portacontenedores más grandes de la industria, como el CMA CGM Zephyr ( con capacidad de16,285 Teu’s) y el Ever Max (17,312 Teu’s).
La vía acuática conecta más de 180 rutas marítimas, enlazando 170 países y alcanzando aproximadamente 1,920 puertos en todo el mundo.
El segmento de portacontenedores, considerando las operaciones de las nuevas y las primeras esclusas, representa más del 50% de los tránsitos, seguido por los buques de gas licuado del petróleo (glp) y gas natural licuado (gnl).
Desde la ampliación, los buques de GNL han experimentado un crecimiento constante.
Actualmente, más del 90% de la flota mundial puede utilizar la vía, facilitando el transporte competitivo de gas natural desde Estados Unidos hasta Asia.
El tráfico de buques de GLP también ha aumentado significativamente, siendo el segundo mayor segmento por las esclusas neopanamax.
Para este año, los ingresos del Canal en el presupuesto se estimó en $4 mil 776.5 millones, con gastos de operaciones por mil 542 millones y aportes directos al Estado de aproximadamente de $2 mil 470.8 millones. Además de otros pagos por $247.9 millones.
El resultado al final del año fiscal dependerá de la normalización en el número de tránsitos, la cantidad de carga que transite y los gastos de la operación canalera.
Este tercer carril permite el paso de naves con más del triple de carga que las que cruzaban la vía original inaugurada en 1914, administrada por los Estados Unidos hasta 1999.
Las esclusas neopanamax, consideradas una maravilla de la ingeniería moderna, fueron construidas con un costo de al menos $5,600 millones.