El cambio climático y las necesidades de agua que este genera ha traído nuevos desafíos para el Canal de Panamá, cuya cuenca se ha visto impactada en los últimos años, ya sea por una disminución en el volumen de agua, variaciones en el régimen de lluvia o fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías.
De allí que hace tres años la Administración del Canal de Panamá (ACP) anunció el llamado “cargo por agua dulce” a los barcos que utilizan la ruta, cuya aplicación -desde febrero de 2020 hasta septiembre de 2022- representó ingresos por $457 millones para la vía acuática.
El dato fue revelado por la entidad en respuesta a un cuestionario enviado por este medio, interesado en calibrar el alcance que ha tenido la medida y conocer cómo avanza la ejecución del plan hídrico.
En 2020, el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, estableció el cargo por agua dulce como una estrategia a la carencia del recurso y la urgencia de ofrecer una solución a largo plazo al tema de suministro de este activo, tanto para el consumo humano como para la operación del Canal.
“Para el año fiscal 2022, las precipitaciones estuvieron 8.5% por encima del promedio histórico y, gracias a una gestión eficaz del agua en los embalses Gatún y Alajuela, durante 88% de los días del año fiscal 2022, la vía interoceánica ofreció un calado de 50 pies, el más alto permitido en las esclusas neopanamax”, dijo la entidad.
Estos niveles en los lagos facilitaron el año pasado el tránsito de buques con mayores volúmenes de carga.
Así, en el año fiscal 2022, el cargo de agua dulce pagado durante la estación seca fue significativamente menor, porque en esta temporada el embalse Gatún presentó un nivel que no impactó, en gran medida, el componente variable del nuevo cargo, que está relacionado con el nivel que presente el embalse durante la fecha en que se realice el tránsito.
El cargo de agua dulce es aplicable a todos los buques de más de 125 pies de eslora (largo) que transiten por el Canal, con un componente fijo de $10,000 por cada tránsito y un cargo variable que es el porcentaje del peaje establecido sobre la base del nivel diario del lago Gatún, de entre 1% y 10% del peaje.
Esto significa que entre más alto el nivel del lago, menos porcentaje se cobraría. De igual forma, mientras más bajo es el nivel del lago, mayor es el porcentaje.

La ACP ha explicado que al cobro por agua dulce se agregaron beneficios para los clientes que reciben datos en tiempo real sobre los niveles actuales y proyectados del lago Gatún, indicadores de precipitación, evaporación y los calados máximos permitidos al momento de solicitar tránsitos por el Canal o hacer reservaciones.
“De esta forma, el diseño de un modelo de precios de agua se aplica también para determinar el valor y rendimiento de las inversiones que el Canal debe desarrollar en el programa hídrico, que tiene por objeto asegurar la disponibilidad de agua para los próximos 50 años”, aseguró la entidad.
La necesidad de aumentar la cantidad de agua se ha vuelto casi una obsesión en la administración de Vásquez, desde que llegó al puesto en 2019, quien ha puesto su mirada en este objetivo, aunque los tiempos de ejecución del plan hídrico se han dilatado, ante la premisa de incluir la mayor cantidad de soluciones para ser evaluadas.
En el año 2021 la ACP reveló que reformularon el modelo de licitación para la construcción y puesta en marcha del sistema optimizado de administración de agua, en atención a las sugerencias presentadas por las empresas interesadas durante el proceso de precalificación.
Para este nuevo proceso el Canal trabaja, con la asesoría del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos Usace, en el desarrollo de los estudios previos que se requieren para proveer a los interesados de un diseño conceptual de los proyectos que constituirán el sistema de administración del recurso hídrico.
Inicialmente se hablaba de explorar una docena de alternativas y se mencionaba con factibilidad el llevar agua desde el lago Bayano hacia el lago Gatún y la creación de un nuevo embalse en la cuenca del río Indio.
Pero a medida que pasa el tiempo, la ACP ha optado por un discurso mucho más genérico, sin mencionar ninguna posible salida en concreto, pero tampoco se descarta alguna.
En este sentido, desde la entidad explicaron que el estudio de las soluciones al programa hídrico del canal contempla tres etapas; la primera está encaminada a encontrar soluciones para reducir las demandas de agua; la segunda serían medidas para aumentar el almacenamiento dentro de las áreas bajo jurisdicción del Canal; y en la tercera se estarían contemplando planes para aumentar los aportes de aguas desde áreas fuera de la jurisdicción del Canal
¿Cuándo finalmente se podría tener información concreta respecto al o los proyectos que se desarrollarán?
“El programa hídrico ya está en marcha, en la primera etapa se perfeccionan una serie de acciones para optimizar el uso del agua, tanto en las operaciones canaleras como la que se destina para la potabilización”, dijo la ACP.
Uno de los primeros proyectos que se ejecutará en esta etapa será la reubicación de la toma de agua de la planta de tratamiento de agua potable de Miraflores a Gamboa.
“Además, se identificó la posibilidad de realizar un proyecto de dragado para profundizar un tramo del cauce de navegación, con lo que se estaría aumentando la capacidad de almacenamiento de agua, por lo que se trabaja en las especificaciones para generar un pliego y proceder con el proceso de licitación”.
También se estudian alternativas para la construcción de un mecanismo que permita reducir la intromisión salina hacia el lago Gatún, que se presenta como producto de las operaciones en las esclusas y cuyo control actualmente representa un gasto de agua que se desea eliminar.
La ACP calcula que para el tercer trimestre de 2024 se tendrá definido el resto de los proyectos que serán desarrollados en áreas bajo jurisdicción del Canal de Panamá.


