El déficit del IVM entra en terreno peligroso; entre $600 y $1,000 millones para el 2024



El próximo año será crítico. Las reservas del subsistema exclusivamente de beneficio definido Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) llegan a su fin, según los cálculos actuariales. Los gastos para el pago de pensiones van en aumento y el déficit entra en terreno peligroso.

El déficit proyectado por la administración de la Caja de Seguro Social (CSS) al cierre del próximo ejercicio fiscal será de $629 millones. La estimación se desprende de la planificación presupuestaria que ha hecho la Caja de Seguro Social (CSS) para el ejercicio fiscal de 2024, presentado y aprobado por su junta directiva a finales del mes de abril.

Esto implica que la administración de Enrique Lau está reduciendo la brecha entre ingresos y gastos, tomando en consideración que la Junta Técnica Actuarial (JTA) había advertido una diferencia por encima de los $1,000 millones para este periodo.

El déficit del IVM entra en terreno peligroso; entre $600 y $1,000 millones para el 2024

Según la Dirección Nacional de Finanzas y Administración de la CSS, el subsistema exclusivamente de beneficio definido IVM tendrá ingresos corrientes por $2,058 millones, mientras que sus gastos alcanzarán los $2,688 millones en 2024.

No será el único programa administrado por la entidad que termine el próximo año con el flujo de caja en rojo, pero a diferencia del sistema de Enfermedad y Maternidad o el de Riesgo Profesional, cuyo déficit será tapado con reservas pertenecientes a estos programas, en el caso del IVM se recurrirá a los acostumbrados aportes que hace el Estado y al reingreso de capital, que son lo valores o inversiones que no se pretenden renovar y los bonos que van a redimirse durante el próximo año.


El déficit del IVM entra en terreno peligroso; entre $600 y $1,000 millones para el 2024

Félix Camargo, director de Finanzas, dijo a la directiva de la CSS que en el caso del IVM, el subsistema exclusivamente de beneficio definido enfrenta un “problema estructural, con un déficit de $629 millones que se está proyectando pagar con los reingresos de capital, que incluirán eventualmente los fideicomisos y los valores del Estado y los depósitos a plazo fijo que no se renovarán”.

Esta sería la última manta de contención antes de caer en la quiebra absoluta, ya que las reservas del subsistema de IVM y el fideicomiso a su favor se agotarán entre el último trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, advirtió desde el año pasado la JTA.

Este método para tapar gastos, cada vez más altos, no es sostenible cuando los recursos son limitados y el pago a los jubilados va en aumento.

Agotadas las reservas en 2024 y enfrentando un déficit por encima de los $1,000 millones en 2025, la presión fiscal para encontrar una fuente de ingresos será enorme para el país.

“La posición del país ante los déficits del programa exclusivamente de beneficio definido es muy grave. Esto es solo el inicio de déficits incrementales que no va a permitir que otras necesidades como salud, infraestructura, educación, en inclusive subsidios, se puedan atender. Nos abocamos a la mayor crisis económica con impacto a largo plazo si no tomamos las decisiones correctas”, dijo el consultor y analista de las finanzas de la CSS, Jorge Nicolau.

El déficit del IVM entra en terreno peligroso; entre $600 y $1,000 millones para el 2024
Para Jorge Nicolau, la falta de transparencia afecta la toma de decisiones para resolver el problema de la CSS. Archivo

A falta de reformas en el sistema de pensiones, el Estado - es decir, todos los panameños a través del pago de impuestos- tendrán que asumir el pago a los jubilados en el corto plazo, si es que la situación sigue como hasta ahora.

El economista y exsubdirector de la CSS, Francisco Bustamante, explicó que aunque los demás programas tengan liquidez y dispongan de reservas, éstas no pueden ser traspasadas al sistema de pensiones si así la ley no lo contempla.

“Si el Seguro toma dinero de los otros programas, digamos, por ejemplo, del subsistema mixto, eso se considera una figura delictiva, no lo pueden hacer”, a menos que el Gobierno diera una instrucción, a través de una ley, lo cual sería debatible porque esos fondos son privados”, sentenció.

Dijo que una opción temporal es que el Gobierno ponga dinero fresco, incrementando los depósitos que hay en el fideicomiso a favor del IVM, lo que evidentemente aumenta las presiones fiscales de Panamá, que no ha podido reducir sus gastos corrientes, financiados en gran medida con la contratación de más deuda.

“Yo no creo que el Gobierno vaya a dejar de pagar las pensiones, menos en un año electoral. Eso sería una catástrofe política. Al menos que el Gobierno dé por perdida las elecciones y diga: bueno, aquí están solo los filisteos”, indicó Bustamante.

Las deudas del subsistema exclusivamente de beneficio definido de IVM van más allá de los $18,600 millones que se tienen que pagar a través del tiempo a quienes ya están jubilados.

El déficit del IVM entra en terreno peligroso; entre $600 y $1,000 millones para el 2024

Los compromisos actuariales reales de la CSS estarían entre $65 mil millones y $75 mil millones, que sería el monto total que de aquí a 2079 habría que pagarle a los actuales y futuros pensionados que hagan parte del subsistema exclusivamente de beneficio definido, de acuerdo con las explicaciones dadas en el fallido diálogo por la CSS.

El problema estructural del subsistema de beneficio definido del IVM es que cada año crece el número de personas a las que hay que pagarle pensiones mientras se va reduciendo el número de cotizantes.

Los ingresos anuales de la cuota obrero-patronal de los cotizantes son la principal fuente de financiamiento de las pensiones, pero como estos son limitados y no cubren los pagos de quienes ya están jubilados, entonces se van devorando las reservas o el fideicomiso que el programa tiene en el Banco Nacional de Panamá.

Como está estructurado ahora el IVM exclusivamente de beneficio definido, los aportes de una persona durante 20 años de cotización, solamente le cubren ocho años como jubilado.

El déficit del IVM entra en terreno peligroso; entre $600 y $1,000 millones para el 2024
Agotadas las reservas en 2024, el déficit para 2025 estaría por encima de los $1,000 millones. Richard Bonilla

Bustamante, quien dejó el cargo como subdirector de la CSS desde febrero de 2022, dijo que mientras estuvo en la entidad creyó en la propuesta de tomar fondos prestados del subsistema mixto, a través de la emisión de un bono a 10 años y aumentar el ITBMS a 10 % para financiar el pago de esos bonos.

Además de encarar una reforma administrativa profunda de la CSS, que pasaba por la actualización de todos los sistemas informáticos y la puesta en marcha de estándares de calidad y eficiencia para el manejo de inventarios, atención médica y compras, y reformar los requisitos para ser director de la junta directiva.

Está seguro que solo así se podría convencer a la ciudadanía de cambios paramétricos o reformas estructurales. “Si tú logras darle al trabajador panameño mejores servicios y asegurar que tú puedas invertir juiciosamente y de manera firme y correcta los fondos de la reserva, entonces puedes pedirle a la población que ponga más dinero de su bolsillo, y lo va a entender...”.

“Hoy, creo, deberíamos dividir la CSS”, entiendo que se refiere a una entidad que se encargue exclusivamente de la administración de las pensiones.


También está convencido de que en la crisis del sistema de pensiones hay que aceptar que es una culpa general porque nadie ha hecho nada.

En este sentido precisó que “no ganamos nada cuando estamos echando basura hacia el pasado. Tenemos que construir los puentes que lleven al país hacia el futuro”.

“Le he dicho a la administración, se lo dije a la junta directiva y se lo he dicho a los gremios empresariales que me han preguntado; trabajemos en una propuesta y entreguémosla a todos los precandidatos a la Presidencia. Esta sería una propuesta base de país para desarrollar una discusión, pero entre tanto el Gobierno va a tener que pagar la deuda de las pensiones. No cabe otra”, argumentó.




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