Restaurant Brands International, el holding propietario de Burger King, Tim Hortons y Popeyes Louisiana Kitchen, obtuvo un beneficio neto atribuido de 360 millones de dólares (cifra similar en euros al cambio actual) en el tercer trimestre de 2022, lo que supone un alza del 63% respecto al mismo periodo del año pasado, según informó la compañía.
Los ingresos entre julio y septiembre fueron de $1,726 millones, un 15.5% más. De esa cifra, la facturación de los locales propios alcanzó $759 millones, un 22.2% más; mientras que las comisiones cobradas a los franquiciados se situaron en $698 millones, un 9.9%. Las contribuciones de las franquicias a la publicidad fueron de $269 millones, un 12.6% más.
Las ventas sistémicas, que es como la empresa denomina al total de ventas de las marcas, independientemente de si son a través de franquicias o directas, se situaron en $10,434 millones en el trimestre, un 14% más.
El coste de los restaurantes en régimen de explotación directa fue de 615 millones, un 25,5 por ciento más, mientras que el coste de la publicidad fue de 276 millones, un 12,7 por ciento más. Los gastos generales y administrativos fueron de 156 millones de dólares, lo que supone un alza del 35,7 por ciento, al tiempo que los asociados a las franquicias y alquileres fueron de 137 millones, un 13,2 por ciento más.
De esta forma, en el conjunto de los nueve primeros meses de 2022, el beneficio neto atribuido de Restaurant Brands International fue de $779 millones, un 18.2% más. De su lado, la facturación alcanzó los $4,816 millones, un 14.9% más.