El presidente de la República, José Raúl Mulino, aseguró que su gobierno no contempla ningún tipo de ajuste fiscal o reforma tributaria.
“No se está pensando en ningún tipo de ajuste fiscal, reforma, llámese como se llame, de ningún tipo de impuesto”, sostuvo el mandatario. Sin embargo, admitió que existe un esfuerzo significativo para aumentar la recaudación con el objetivo de cubrir las responsabilidades estatales, incluyendo el aporte a la Caja de Seguro Social (CSS).
Con la reforma a la CSS, el Estado se comprometió a hacer aportes de $966 millones en un primer año, con su respectivo aumento progresivo. Esto genera presión sobre las finanzas públicas y extrema la necesidad de tener más ingresos y reducir gastos.
Mulino reconoció que el déficit fiscal cerró el 2024 en 7.3%, una cifra que calificó como “altísima” y que se vio impactada por decisiones de la administración anterior.
El presidente recordó que el gobierno de Laurentino Cortizo (2019-2024) adelantó la recaudación de impuestos de 2024 durante el 2023, algo que consideró como una medida “inequívoca e ilegal”, ya que los presupuestos deben basarse en ingresos del mismo año fiscal.
En el último trimestre de 2023, cuando faltaban ocho meses para celebrar las elecciones generales del país y en las postrimerías de la administración de Cortizo, se aprobó una ley que le permitió al Gobierno cobrar por adelantado impuestos correspondientes a los períodos fiscales 2024 y 2025.
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Ahora, frente a una economía que no crece al ritmo esperado, una tasa de desempleo de 9.5 % y mayores compromisos financieros, Mulino indicó que ha instruido al ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, para explicar el plan de contención del gasto en el gabinete.

“Vamos a trabajar, salvo urgencias, en lo que está en el presupuesto. Eso es lo que se va a poder gastar”, advirtió a sus ministros, señalando que los créditos extraordinarios no significan disponibilidad inmediata de fondos.
Panamá enfrenta una crisis fiscal sin precedentes, con un déficit que ha alcanzado niveles alarmantes, al cerrar en 6,416 millones de dólares en 2024.
JP Morgan y Barclays advirtieron que el alto déficit fiscal pone en riesgo la estabilidad financiera de Panamá.
Los reportes de ambos bancos coincidieron en que la falta de disciplina fiscal puede afectar la situación económica del país y, por ende, poner en riesgo la pérdida del grado de inversión otorgado por las calificadoras.
El mandatario señaló también que su administración actuará con responsabilidad fiscal. “Esto no es un carnaval, sinceramente”, puntualizó, y recalcó que se debe reducir el déficit a 4% al final de 2025.
Según Mulino, este ajuste es clave para mantener la credibilidad del país ante inversionistas y organismos financieros internacionales, así como para asegurar un panorama fiscal más estable para 2027.
Pese al ajuste, el presidente se mostró optimista sobre el crecimiento económico del país. Destacó que según los últimos índices de la Contraloría General de la República, el producto interno bruto (PIB) creció de 2.5% a 2.9% en 2024.
“Es importante que sí se está recaudando, sí está creciendo la economía, no a la velocidad que yo quisiera, pero con todos los proyectos y la dinamización que se está tratando de poner en marcha, estoy seguro que vamos a lograrlo”, señaló.
Mulino reiteró: “El sacrificio fiscal hay que tenerlo. Ojalá podamos cumplir con ese 4% de déficit al final de este año”, concluyó.
El PIB registró un monto total de 81,289 millones de dólares, lo que representó un aumento de 2,261.5 millones de dólares.
Sin embargo, la tasa de crecimiento del PIB en 2024, del 2.9%, representó una desaceleración en comparación con el crecimiento del 7.4% registrado en 2023 y del 10.8% en 2022.