El director del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), Manuel Araúz, solicitó una auditoría al contralor Gerardo Solís sobre la compra de “urgencia notoria” de 2 mil mascarillas modelo KN95 pagadas al triple de su costo, que realizó la entidad a una empresa que se dedica a trabajos de chapistería de automoviles.
La empresa favorecida, Suplidora Doble A, vendió las 2 mil mascarillas a 12 mil dólares, es decir, el IMA pagó 6 dólares por cada una.
La solicitud de Araúz se sustentó en una investigación de La Prensa que reveló que las mismas mascarillas fueron adquiridas dos días antes por otra entidad del Estado, a costo más bajo. Una búsqueda en la web del modelo de mascarilla KN95 revela que pueden obtenerse a $1.41 la unidad.
Se detectó que algunas empresas estarían vendiendo insumos médicos con posibles sobrecostos y sin contar con licencia para la venta y distribución de estos equipos.
Una fuente oficial informó a La Prensa que este proveedor logró otro contrato por 17 mil dólares, de parte del director administrativo de la entidad, Jorge González.
La nueva compra con el mismo proveedor sería para adquirir botellas de gel alcoholado.
“Ese contrato no fue refrendado por la Contraloría General, porque se estaba cobrando por un producto que no coincidía con las especificaciones de la factura. Se pedía un galón y estaban entregando menos de la cantidad”, indicó la fuente.
El IMA confirmó que González fue destituido del cargo. La destitución se habría sustentado en la compra irregular de las mascarillas, así como “por falta de confidencialidad y transparencia”. Se intentó obtener la versión de González, pero los esfuerzos resultaron infructuosos.
La fuente informó que al revisarse la oficina del entonces funcionario, encontraron parte de las mascarillas. Pocas de estas fueron entregadas al personal del IMA en Capira.
El director del IMA también solicitó al contralor auditar otras compras realizadas en este tiempo de crisis económica.