En algunos casos por ignorancia, y en otros por mezquindad, grupos de “Dinosaurios” en Panamá continúan aferrándose al pasado y al statu quo de forma ciega. No se les ocurre o no tienen interés de cuestionar si las formas de hacer las cosas son las que nos conducirán de la manera más rápida posible a nuestra sostenibilidad futura.
Mientras tanto, a pesar que la humanidad prueba una y otra vez su ingenio, problemas ya resueltos en otras latitudes siguen afectando a una gran cantidad de los habitantes de Panamá.
El acceso a información sin precedentes mediado por el internet ha permitido el surgimiento paulatino de una gran masa de Futuristas en todas las organizaciones públicas y privadas, en todos los partidos políticos, en todas las escuelas, en todas las oficinas y en todos los barrios.
Los Futuristas soñamos vivir en un país que sea parte de la vanguardia de la humanidad. Aspiramos a que si se estudia la historia humana en un futuro, Panamá no sea un pie de página, sino que se le dedique al menos un capítulo sobre cómo construimos una sociedad próspera, inclusiva y floreciente donde juntos logramos resolver una gran cantidad de problemas difíciles para nuestra población y para el resto del mundo.
En esta columna, haré mi mejor esfuerzo para explorar cómo podría construirse un futuro radicalmente mejor que el presente desde este pequeño istmo. En ocasiones, intentaré dar una dosis de realismo al estado actual de las cosas, siempre basado en los datos más confiables que pueda encontrar.
El futuro no se construye partiendo de engaños sobre el presente, sino sobre un buen entendimiento de nuestro punto de partida. En otras ocasiones, propondré y compartiré visiones radicalmente optimistas que puede que muchos lectores desestimen como locuras imposibles.
Así como entrenamos nuestras mentes y cuerpos para superar límites al hacer ejercicio, el objetivo que les presento es que juntos entrenemos a nuestro imaginario colectivo para convencernos que un futuro radicalmente mejor al presente es posible en nuestras vidas.
A continuación presento algunos principios que pueden ayudarnos a identificar si tenemos, individual y socialmente, tendencias Futuristas. Si te identificas con alguno o varios, únete a la discusión: escribe, construye, crea algo que nos empuje hacia el futuro de Panamá. Sólo intentando resolver problemas difíciles sentaremos las bases para velozmente construir un futuro radicalmente mejor.
1. Somos optimistas y definidos
En su libro Zero to One, Peter Thiel, reconocido emprendedor e inversionista estadounidense, explica que tanto personas, empresas, o sociedades caen en algún lugar del siguiente cuadrante:
El eje vertical del cuadrante hace la división entre optimistas y pesimistas. Un optimista es quien considera que el futuro será mejor. Un pesimista es quien considera que el futuro será peor.
El eje horizontal del cuadrante hace la división entre definidos e indefinidos. Un definido es quien tiene una opinión fuerte sobre cómo puede ser el futuro. Tiene una visión clara que sirve de vara para medir progreso. Un indefinido no tiene o se rehúsa a tener esta claridad sobre el futuro, delegando a otros esa construcción.
Los Futuristas caemos en el cuadrante de optimistas y definidos. Sentimos emoción de un posible futuro mejor y a la vez activamente creamos, exploramos y definimos visiones de dichos futuros posibles para así poder trazar planes para construirlos.
Les recomiendo este escrito de Henry Faarup en caso que quieran expandir sobre las demás combinaciones del cuadrante de Thiel.
2. Empujamos la frontera de lo posible
Los Futuristas empujamos de forma implacable la frontera de lo posible.
Eric Weinstein define esta actitud con la siguiente pregunta:
“¿Cuando se te dice que algo es imposible, se acaba la conversación, o esto marca el inicio de un segundo diálogo en tu cabeza sobre cómo sobrepasar ese límite que te acaban de presentar?”
Peter Thiel invita a que hagamos la pregunta que algunos considerarán ridícula de
“¿Cómo podemos lograr ese objetivo de 10 años en sólo 6 meses?”
Steve Jobs, el fundador de Apple y legendario emprendedor tecnológico, tenía lo que quienes trabajaban a su alrededor llamaban el “campo de distorsión de realidad” (reality distorsion field), que le permitía tomar ideas aparentemente imposibles y hacer que todos a su alrededor las pensaran posibles.
Paul Graham, el fundador de Y Combinator y legendario inversionista, describe a los mejores fundadores de emprendimientos de alto impacto como personas “implacablemente ingeniosas” (relentlessly resourceful).
Para inspirar o ayudar a construir un futuro radicalmente mejor en el campo que sea, los Futuristas no podemos tomar como dadas las posibilidades que se nos presentan. Debemos cuestionar de forma implacable los límites y así revelar con acciones y resultados lo que realmente es posible lograr.
3.Priorizamos la acción para aprender rápido
El tiempo es finito. Los estoicos nos recordaban esto con su famosa frase memento morí (recuerda la muerte). Si queremos construir un futuro radicalmente mejor al presente, la velocidad en tomar acción es fundamental.
Naval Ravikant, otro legendario inversionista y filósofo del internet nos recuerda esto con la siguiente frase: “Actúa impacientemente, espera resultados pacientemente.”
Los resultados están siempre fuera de nuestro control, las acciones no. Por esta razón, ya con un futuro definido y optimista, es tiempo de ponerse manos a la obra y ejecutar de forma rápida.
Una trampa común cuando pensamos en cambiar radicalmente algo es esperar el momento perfecto e intentar prever todos los posibles escenarios. ¡Cuidado con esto! El futuro no se construye con parálisis por análisis, sino que se construye por acción imperfecta o iteración. El ensayo y error ayudan a aprender mucho más rápido que la ponderación teórica.
Uno de los famosos 14 principios de Amazon es el de tener una predisposición a tomar acción (bias for action). Es decir, no tener miedo de tomar decisiones y tomar acción, en especial cuando enfrentamos la incertidumbre.
Uno de los predictores más fuertes para obtener financiamiento de capital de emprendimiento (venture capital) en Silicon Valley es haber iniciado un emprendimiento anteriormente, aunque este haya fallado.
Los Futuristas debemos tener una fuerte predisposición a actuar para aprender, aunque esto implique posiblemente fallar. Sólo el choque de acciones con la realidad acelera el aprendizaje.
4.Buscamos maximizar nuestra efectividad al actuar
No basta tener una predisposición para actuar, para acelerar la velocidad de un cambio. Dicha actuación debe ser altamente efectiva en producir resultados.
Donella Meadows, en su artículo sobre Puntos de Intervención de un Sistema, nos explica que la efectividad de las acciones para intervenir un sistema dependen de su nivel como punto de apalancamiento (leverage point). Un punto de alto apalancamiento es aquel que si se afecta, puede tener resultados desporporcionalmente efectivos para el fin deseado.
El famoso matemático griego Arquímedes dijo en algún momento: “Dame un lugar para pararme y una palanca lo suficientemente larga, y moveré el mundo”.
Uno de estos puntos de alto apalancamiento es afectar la estructura de incentivos en un tema. Al igual que otros animales, los seres humanos respondemos a ellos. Si los incentivos son perversos, veremos más perversidad. Si los incentivos son virtuosos, veremos más virtud.
Los Futuristas debemos convertirnos en detectores de palancas metafóricas que puedan ser desproporcionadamente efectivas. ¿Te importa el medio ambiente, la justicia, combatir la corrupción, vivir en un país más innovador? ¿Cuál medida única tendría el mayor resultado posible con el menor esfuerzo aplicado? Identifica esta palanca y aplícale toda la fuerza que puedas.
5. Aprendemos de los mejores
Para pensar en posibles planes de acción para construir un futuro increíble, necesitamos la mejor información posible. Un atajo para conseguir esto es aprender de otros, en especial de los mejores en algún campo.
Brian Chesky, cofoundador y CEO de Airbnb describe esto como “ir a la fuente” (go to the source). En vez de intentar aprender todo sobre un tema en particular, Chesky piensa que es más eficiente gastar tiempo identificando la mejor fuente en ese tema y luego aprendiendo de ella lo más posible.
El internet tiene información increíble, pero también tiene demasiada basura. Si te tomas el tiempo de identificar la mejor fuente posible, puedes ahorrate muchísimo tiempo.
Otro atajo para aprender es la evaluación comparativa (benchmarking). Consiste en comparar procesos o métricas con las mejores en un campo o en el mundo en vez de seleccionar métricas aisladas o comparaciones anecdóticas convenientes.
Hay un viejo dicho que dice: “Mal de muchos, consuelo de tontos.”
Justificar nuestro actuar mediocre o poco ambicioso con que “todos en nuestra región hacen X” o “muchos países hacen Y” sin mirar las razones, las métricas y resultados de cada actuar es de los tipos de autoengaño más perniciosos que nos alejarán de cualquier futuro mejor.
Aprender de los mejores y compararnos con los mejores es como un filtro que nos ayuda a eliminar malas ideas e identificar verdaderamente buenas ideas. Los Futuristas debemos tener esta habilidad para ser más veloces y efectivos.
Futuristas panameños, ¡uníos!
Si estos principios resuenan contigo, empieza por construir tu visión optimista y definida en un campo que te motive. El internet tiene todo a tu disposición si eliges usarlo bien. Busca las mejores fuentes posibles y aprende de los mejores. Con una visión más clara, crea un plan y lánzate al ruedo. Ahí es donde aprenderás de verdad.
En algunos casos fallarás y en otros lograrás tu cometido. Pero con esta actitud, tu aprendizaje se multiplicará en velocidad.
Seguramente, entre los futuristas, iremos ajustando y descubriendo mejores principios que nos ayudarán a continuar explorando cómo radicalmente mejorar el presente construyendo un mejor futuro.
Nuestro istmo tiene increíbles ventajas que podemos juntos explotar para beneficio de nuestra propia población y para el futuro de la humanidad. ¡Exploremos juntos este potencial!
Bienvenidos a Panamá Futurista.