El implacable verano que ha experimentado el país en este 2023 ha dejado una huella en el Canal de Panamá. El recién finalizado mes de mayo fue el más seco desde 1950, “lo que nos sitúa ante una situación delicada, considerando que en ese entonces la vía acuática no operaba con las esclusas neopanamax”, como sucede actualmente.
Estas fueron las recientes palabras del administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, ante la declaración de emergencia climática decretada por el Gobierno.
La tarde de este 1 de junio Vásquez dijo que tal declaratoria refuerza lo que se ha estado comentando desde el Canal de Panamá, respecto a la escasez de agua dulce es real.
"La situación que experimentamos debe alertarnos sobre la urgencia que representa para el país, el Canal de Panamá y para todos los panameños la discusión en torno a cómo el impacto climático afecta la disponibilidad de agua."
Ricaurte Vásquez Morales, administrador de la Autoridad del Canal de Panamá
“Es un tema que el Canal de Panamá ha venido advirtiendo por muchos años. Simplemente, nunca sabíamos en qué año iba a ocurrir un caso como el que estamos experimentando ahora, pero que podría pasar en cualquier momento”, precisó Vásquez.
De empeorar las actuales condiciones climatológicas y no mejorar los niveles de los lagos, el Canal contempla la implementación de medidas extremas que incluirían limitar el número de tránsitos de barcos que diariamente utilizan la vía.
“En la actualidad transitamos entre 35 y 36 buques por día; habría que bajar a 32 y 28 tránsitos por día”, advirtió el administrador, en caso de que el nivel del lago Gatún y Alajuela continúe bajando.
El Gatún marca actualmente 80.2 pies, cuando su ideal es 85.00 pies, mientras que el Alajuela se encuentra en 206.33 y su requerimiento ideal sería 215. No se trata de los niveles más bajos, pero tampoco están bajo condiciones óptimas.
Desde que inició el 2023 el Canal puso en marcha medidas de ahorro de agua en sus operaciones para garantizar el recurso hídrico con el que se abastece a la población y ofrecer un servicio a los clientes durante la temporada seca.
Gatún y Alhajuela son lagos artificiales que almacenan el agua de las lluvias que caen en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá y de allí abastecen las potabilizadoras que sirven a dos millones de personas en las provincias de Panamá, Colón y Panamá Oeste, así como las operaciones de la vía interoceánica.
“En las esclusas panamax hemos estado haciendo esclusajes cruzados, es decir, combinando el agua de un lado de una esclusa a otra. Además, hemos calendarizado los tránsitos de tal manera que podamos reutilizar en la mayor medida la misma disponibilidad de agua dentro de cada una de las recámaras para transitar más buques. En cuanto a las esclusas neopanamax, estamos revisando el sentido del tránsito y la calendarización de los buques norte y sur para hacer el máximo uso del agua” explicó Vásquez a través de una nota de prensa.
El pasado19 de abril entró en vigencia un ajuste transitorio del nivel del calado para los buques neopanamax, debido a la reciente sequía que ha traído como consecuencia bajos niveles en el sistema de lagos.
A las embarcaciones se le ofrece un calado de 47.5 pies en lugar del máximo permitido que es de 50 pies.
Se trata de una medida que se ha implementado en el pasado cuando se han experimentado sequía, la cual obliga a estos buques a reducir el volumen de la carga que llevan.
