El subsistema exclusivamente de beneficio definido de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) está prácticamente en quiebra. Sus reservas se acabarán en 2024, con lo cual no habría fondos disponibles para el pago de las jubilaciones, teniendo el enorme desafío que en el país siempre han encarado reformas “cosméticas” en la Caja de Seguro Social (CSS). En este tema, los políticos buscan “soluciones fáciles”.
Estas fueron las duras reflexiones que hicieron el actuario Dino Mon y Jorge Nicolau, consultor y vicepresidente de la Asociación de Ejecutivos de Empresas (Apede).
Ambos estaban supuestos a estar junto al director de la Caja de Seguro Social (CSS), Enrique Lau, en uno de los paneles del foro organizado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) ayer 10 de mayo. Sin embargo, el funcionario no acudió al llamado y en su reemplazo participó -vía remota- el subdirector de la entidad, Edwin Rodríguez.
El segundo al mando en la CSS reconoció la apremiante situación del subsistema de pensiones. Sin embargo, dijo que como entidad encargada de administrar los fondos de retiro no pueden hablar de propuestas más allá de lo que enmarca del diálogo nacional de la CSS, el cual está en parálisis hasta que la Organización Internacional del Trabajo entregue un diagnóstico a mediados de año.
Un elemento importante en el debate nacional es que el mandatario Laurentino Cortizo precondicionó el diálogo, al descartar medidas paramétricas, como cambios en la edad de jubilación, cantidad de cuotas cotizadas o aumento de los aportes que hacen empresas y trabajadores.
Mon explicó que las pensiones que se otorgan en Panamá son tan bondadosas como las que se ofrecen en países en los que hay que cotizar al sistema de pensiones por 35 y 40 años, cuando en Panamá se requieren de 22 años, en promedio.
Al respecto, dijo que hay que encarar reformas. A su juicio, se tendrían que incrementar los años de cotización a no menos de 35 años. Y se debe cotizar más del 13.5% del salario, para que esto se mueva a no menos del 18%.
Nicolau indica que, en paralelo, será fundamental establecer un sistema de pilares que sostenga el esquema pensional del país, lo que permitiría a los cotizantes tener mayores fondos disponibles para la jubilación y crear una cultura de ahorro.
El Estado tendrá que hacer aportes para quienes tengan que permanecer en el subsistema exclusivamente de beneficio definido porque están muy próximos a jubilarse. En caso de que no hagan nada, este programa quebrará en menos de dos años, afirmaron Mon y Nicolau.