El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este lunes admitir el recuso interpuesto por el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), del que forma parte la española Sacyr, contra los laudos arbitrales que le condenaron a pagar $271.8 millones (unos 250 millones de euros) a la Administración del Canal de Panamá (ACP).
El alto tribunal estadounidense descartó estudiar el caso, de manera que deja firme la sentencia de un tribunal de menor instancia que daba validez al arbitraje internacional.
El consorcio GUPC, integrado por Sacyr, la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, se adjudicó en 2009 el contrato de diseño y construcción de las nuevas esclusas del Canal de Panamá por valor de $3,118 millones, pero el coste final fue más alto.
Un tribunal internacional de arbitraje con sede en Miami (Florida) ordenó a GUPC a pagar a la ACP unos $271.8 millones en un litigio sobre los materiales utilizados en las obras, entre otros elementos.
El tribunal desestimó además gran parte de los reclamos por $671 millones del consorcio contra el Canal de Panamá relacionados con las compuertas y la mano de obra en el proyecto de la ampliación de la vía interoceánica, por la que pasa el 3.5 % del comercio mundial.
También reconoció al consorcio el derecho a recibir $35 millones más de la Autoridad del Canal de Panamá por costes laborales.