El mes de julio marcó uno de los meses más calurosos del año en el mundo. En Panamá no fue la excepción, hubo días en que la sensación térmica en la ciudad, marcó 48 grados centígrados, según el Instituto de Meteorología e Hidrología.
Las pocas lluvias y las altas temperaturas signos de la posible llegada del fenómeno de El Niño provocaron que el consumo eléctrico se haya disparado en julio en 2.83% con respecto a junio de este año, según el informe mensual del mercado eléctrico del Centro Nacional de Despacho.
En julio se consumieron en el país 998.66 Gigavatios-hora (GWh), un alza de hasta 7.4% con respecto al mismo mes del año pasado cuando el consumo marcó 929.38 GWh.
Este año el mes de mayor consumo eléctrico fue marzo cuando alcanzó los 1,066 GWh seguido del mes de mayo con 1,064,22 GWh.
El Centro Nacional de Despacho sostiene que en julio el 59% de la generación eléctrica provino de las plantas hidráulicas, 30.10% de plantas térmicas, mientras que de fuentes como la solar el aporte fue de 5.63% y de la eólica 5.13%. Un componente de 0.13% fue de autogeneración eléctrica y 0.01% fue de importaciones provenientes de Centroamérica.
Panamá Centro representa el mayor consumo del sistema eléctrico con 56.34% del total, seguido de las provincias centrales con el 16.85% y Panamá Oeste el 10.82%. Chiriquí consume 8.16% de la energía del sistema, Colón 5.72% y Bocas 2.11%.
Para el mes de julio siguieron suspendidas las exportaciones de energía, mientras que las importaciones fueron por 163.76 MWh de energía.
El mayor consumo se reportó entre los clientes de la distribuidora Edemet con 394 mil 642.36 Megavatios hora (MWh), ENSA con 310 mil 706.25 MWh y Edechi con 92 mil 460.42 MWh.
El día 21 de julio de este año, cerró como el de mayor demanda máxima de energía con 2,222 MW. Curiosamente en julio del año pasado exactamente el 19, también se registró el día de mayor demanda máxima de energía con 1,984 MW.
En contraste, el nivel promedio del embalse de Bayano aumentó 1.50% en julio pasado, con respecto al mes anterior y el de Fortuna 0.097%. Pero el nivel esta muy por debajo de julio de 2022.
En el caso de Bayano marcó el 20 de agosto 54.35 metros sobre el nivel del mar y en julio de 2022 estaba por encima de 58 metros.
Fortuna estaba en 1,040 metros sobre el nivel del mar en julio del año pasado y este fin de semana marcó 1,030.67.
El secretario Nacional de Energía, Jorge Rivera Staff, sostuvo que pese a las previsiones y alertas sobre el fenómeno de El Niño y las prolongadas sequías, no se espera un riesgo en el sistema eléctrico nacional en este segundo semestre ni tampoco en 2024. En otra palabras, descarta que exista el riesgo de racionamiento eléctrico.
“La perspectiva que tenemos y las proyecciones que se han hecho tanto del Instituto de Meteorología como desde las autoridades y operadores del sistema eléctrico, no se espera prevén situaciones complicadas para el próximo año. Tenemos los componentes del sistema preparados pero es muy cambiante el panorama y mucha incertidumbre no solo en Panamá sino en todo el mundo. Así que estamos monitoreando mes a mes”, indicó Rivera Staff.
De acuerdo con la Secretaría Nacional de Energía (SNE), la transición energética es clave para lograr tener más fuentes alternativas, dado que cerca del 60% de la energía proviene de fuentes hidroeléctricas, y en la medida que el fenómeno de El Niño y el calentamiento global pongan presión sobre el medio ambiente es vital diversificar la matriz energética más eficientemente.
“Tenemos que prepararnos no solo para menos precipitaciones en los próximos años, incluso también para más precipitaciones en períodos cortos de tiempo como se dio en noviembre de 2020 cuando tuvimos los huracanes Eta e Iota que causaron afectaciones”, dijo.
Precisó que entre mayo, junio y julio se ha registrado una menor producción de energía hidroeléctrica por la falta de agua. “Estamos a un 10% por debajo del promedio del año pasado. Pero en el sector eléctrico, a diferencia del Canal de Panamá y del sector agropecuario donde no hay otra alternativa distinta al agua, nosotros con la diversificación de la matriz energética se tiene alternativa como el gas natural, el sol y el viento que nos permite compensar esa disminución de los aportes hidroeléctricos”, sostuvo el secretario de Energía.
El reto de la Agenda de transición energética.
El secretario nacional de Energía, Jorge Rivera Staff, sostuvo que sigue siendo un reto acelerar la Agenda de Transición Energética.
Sostuvo que la meta es lograr además de la descarbonización del país con fuentes de energía más limpias, la democratización de la energía para dar acceso a los hogares que no cuentan con el servicio.
Se calcula que 60 mil familias no cuentan con electricidad en Panamá, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo. “El compromiso es cerrar esa brecha de las personas que no tienen acceso a energía eléctrica en Panamá para el año 2030 y lamentablemente a la velocidad que vamos no lo lograremos sino hasta 2039. Necesitamos electrificar anualmente a 12 mil familias y no estamos llegando ni a 3 mil familias y no es un problema de ahora, sino desde hace más de 10 años que viene este rezago”, admitió el secretario nacional de energía.
En materia de descarbonización, indicó que la movilidad eléctrica es clave para reducir las emisiones de carbono que provienen del transporte. Parte de las acciones es incrementar la adopción de autos eléctricos en flotas de transporte del Estado, también en empresas privadas y para uso particular.
“El análisis que hicimos es que se espera un reemplazo en los próximos 3 a 4 años de 10 mil vehículos en instituciones del Estado o públicas por vencimiento de la vida útil de vehículos. Por lo que queremos que 10% a 15% del cambio de esa flota se adopte con vehículos eléctricos”, indicó Rivera Staff.
A enero de 2023 se registraron en el país 164 cargadores eléctricos instalados. Y las ventas de vehículos al cierre del primer semestre sumaron 157 unidades, superando las cifras acumuladas de 2015 y 2021. El año pasado se vendieron 160 vehículos eléctricos.
Arturo Alarcón, especialista de energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sostuvo que uno de los retos que tiene Panamá es reducir la dependencia que tiene de los combustibles fósiles en la parte de transporte y en la generación eléctrica,. Además, considera que la dependencia de las fuentes hidroeléctricas puede generar cierta vulnerabilidad ante el cambio climático.
“Existe la oportunidad de que Panamá pueda hacer cambios regulatorios y fiscales que pueden dinamizar más la inversión en nuevas tecnologías como eólica, solar, generación distribuida y en almacenamiento que pueden ayudar a mejorar la resiliencia de la matriz energética”, indicó Alarcón al señalar que Panamá requerirá inversiones por alrededor de los 3 mil millones de dólares y los 4 mil millones de dólares de aquí al 2030.
Por lo que insiste en que es fundamental atraer esa inversión e incluso que los propios usuarios y consumidores finales de energía puedan invertir en esas fuentes alternativas de energía como la solar para su uso. Igualmente indica que se debe considerar inversiones para el acceso universal de energía como la electrificación en el área rural donde se necesitan 800 millones de dólares.