El director de la Caja de Seguro Social (CSS), Enrique Lau, intentará una vez más contratar una millonaria compra de oxígeno, ahora a poco más de un mes antes de que inicie la administración del presidente electo José Raúl Mulino.
En julio del año pasado, Lau se vio obligado a cancelar la licitación destinada a la contratación de plantas de oxígeno por un valor de $101.2 millones, después de que quedaron en evidencia deficiencias e irregularidades en el pliego de condiciones del acto público.
Sin embargo, ahora ha vuelto a la carrera de contratar el oxígeno, en un acto en que ya no habla de plantas de oxígeno, pero sí de la necesidad de destinar $91.6 millones a la compra del insumo médico.
Convocó al acto para el suministro, transporte, entrega y descarga de oxígeno Tipo II, CLASE C, según las necesidades de consumo en todos los hospitales, policlínicas y centros de atención a cargo de la CSS el pasado viernes 24 de mayo y espera recibir las propuestas el próximo 3 de julio.
La administración de Lau termina en el mes de octubre, fecha en la que se debería presentar una terna en la que se proponga al nuevo director de la entidad.
El mismo día en el que la CSS lanzó su licitación, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) emitió la orden a todas las instituciones públicas de detener las licitaciones, adquisiciones, contrataciones públicas y cualquier iniciativa de gasto nuevo, indicando que no se emitirían certificaciones de partidas solicitadas por las entidades estatales para estas actividades.
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Entre los documentos de la licitación, se incluye información en la que indican que para este 2024 ya contaban con una partida disponible, y que la Dirección de Logística de la CSS se compromete a incluir en las próximas vigencias fiscales los presupuestos requeridos para pagar entre $4.6 millones y $15 millones en oxígeno al año, durante una década.
Los desembolsos anuales van en aumento a medida que van pasando los años.
Se trata de una contratación que tendría una vigencia de 10 años, con lo cual se extiende por una década la programación de los pagos.
La junta directiva de la CSS autorizó este gasto desde el pasado 15 de febrero pasado, en una resolución que lleva la firma de Guillermo Puga, como presidente encargado, y Edwin Salamín, secretario de la CSS.
¿Cuestionable justificación?
La justificación que utiliza la CSS para hacer la contratación, incluye un aumento en la prevalencia de enfermedades e infecciones respiratorias, a raíz de la Covid-19.
También consideran el aumento en la migración de personas de países vecinos, quienes, según la CSS, “rápidamente” se incorporan como usuarios de la Caja de Seguro Social.
Resulta extraño que consideran como parte de este argumento las estadísticas de los migrantes que llegan al país cruzando la selva del Darién, haciendo alusión a los reportes del Servicio Nacional de Migración.
En tanto, dentro de las consideraciones técnicas, la administración de Lau destaca un ahorro importante si se concreta la licitación, el cual llegaría a un monto de $15 millones a lo largo del tiempo, debido a la proyección de consumo en aumento y al menor precio que se conseguiría.
En el año 2022 se tuvo un consumo de oxígeno médico Tipo II, Clase C, de 1,843,563.35 mts³, con lo cual se pagó un importe de $9 millones, contratando el precio unitario entre $1.20 y $5.03.
Desde la administración de la CSS dicen que si este mismo consumo se hubiese ofertado en $1.70 (que es el precio para esta licitación), el importe pagado hubiese sido de $3.1 millones.
Sin embargo, hay industriales que desde ya advierten que la comparación que realizan es equivocada y “engañosa”, entendiendo que en la licitación se está contratando oxígeno líquido, mientras que a la junta directiva se le entregaron precios de licitaciones que se hicieron para precios de oxígeno gaseoso en cilindro, lo que distorsiona la equiparación.