Los escenarios climáticos de Panamá apuntan a que se reducirán las precipitaciones, cambiará el patrón de lluvia, pero a su vez aumentará el riesgo de inundaciones y con esto la desaparición de zonas y la pérdida de territorio frente al mar.
Así lo alertó Ligia Castro, directora de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, al presentar este lunes 15 de abril los escenarios en el congreso científico “El Ciclo del agua y la gestión del recurso hídrico ante la variabilidad climática”, organizado la Embajada de Francia en Panamá y el Citec (Centro de Innovación, Investigación, y Tecnología Hidro ambiental).
Castro señaló que se ha pasado de un estado de crisis climática a emergencia climática y muchas zonas de Panamá corren el riesgo de desaparecer por inundaciones.
“Nuestros pueblos, nuestras ciudades fueron construidas para un clima que ya no existe”, advierte la experta al indicar que hay que tomar medidas de adaptación de todo el sistema productivo, de la población, de las comunidades.
Adicional señaló que cuando se hicieron los estudios y el diseño para la construcción del Canal había otro clima y para la ampliación de la vía también eran otros los escenarios climáticos. “El tema es que ha cambiado el clima de Panamá desde los estudios y el diseño de la ampliación”.
Castro mencionó que los estudios del Instituto Geográfico Nacional “Tommy Guardia”, para el año 2023 reflejan que niveles importantes tanto en el Atlántico como en el Pacífico de incremento del nivel del mar. “En este sentido se deben actualizar los escenarios de incremento del nivel del mar el próximo año”.
Advirtió que con los datos actuales se tiene que 2% de la superficie total del país que tiene la posibilidad de presentar inundaciones costeras. “Entre las cuales están incluidas 63 comunidades indígenas y afrodescendientes que están en riesgo y hemos destinado una estrategia para saber cuáles comunidades hay que trasladarlas y desplazarlas en el mediano y en el largo plazo”.
Detalló que están en riesgo de inundaciones la región de Azuero, la península de Chame que no va a estar para el año 2050. Además de la Calzada de Amador, la entrada del Canal de Panamá, parte del Aeropuerto Internacional de Tocumen entre otras zonas,
“El Causeway o la Calzada de Amador que tiene gran parte de la memoria histórica de Panamá y tuvo presencia de tres bases militares Norteamericanas y hoy en día alberga infraestructura turística y científica también corre riesgo, pero además con el incremento del nivel del mar hay penetración también en las entradas del Canal”, dijo.
Agregó que el Canal tiene un riesgo adicional y es que al subir el nivel del mar también entra mayor cantidad de agua salada a la vía cada vez que ingresan los barcos.
La experta explicó que aunque son escenarios a futuro y de forma progresiva, con alcance a los años 2050, 2060, 2070 y al año 2100, si no se hace algo ahora y se aplican medidas de adaptación, las consecuencias serán de alto riesgo para la población y la actividad económica del país.
Insiste en que este tema debe ser tratado en un compromiso tanto por el sector público como el privado deben intervenir con acciones.
Castro señaló que se ha detectado que las zonas que tendrán mayor número de precipitaciones en los próximos años será Darién y la zona del arco seco que comprende las provincias de Los Santos y Herrera, así como el litoral Sur de la provincia de Coclé.
“Hemos estado durante 15 y 20 años tratando de adaptarnos a un arco seco que era cada vez más seco y más caliente, y ahora se caracteriza por seis meses secos y otros seis meses de días intercalados con lluvias torrenciales”.
Castro indica que lo que ha privado en los últimos años es una anomalía en el clima. La aparición de los fenómenos climáticos de La Niña y la Niña son cada vez más frecuentes dejando menos tiempo neutro en el clima. “Hasta que todos los países del mundo no logren reducir sus emisiones de carbono, no lograremos estabilizar el clima”, advirtió Castro.