Una extensa investigación de corrupción en tres continentes ha dado lugar a la acusación de dos exejecutivos de Anglo Austrian AAB Bank AG por supuestamente ayudar a lavar millones de dólares a través del sistema financiero de Estados Unidos, en nombre de la gigante de la construcción Odebrecht.
Peter Weinzierl, exdirector ejecutivo del banco privado austriaco, más conocido por su antiguo nombre de Meinl Bank, y Alexander Waldstein, quien se desempeñó como funcionario, conspiraron con Odebrecht, con sede en Brasil, para el pago de sobornos para obtener negocios en todo el mundo, según la acusación, revelada el martes en Brooklyn, Nueva York.
Los fiscales federales dicen que los acusados ayudaron a mover a través del banco alrededor de $170 millones, desde cuentas en Nueva York a cuentas ficticias en el extranjero, en un esquema a nivel mundial.
Odebrecht, la constructora más grande de América Latina, no fue nombrada como acusada, pero Estados Unidos dijo en una carta al tribunal el año pasado que el caso estaba directamente relacionado con ella. En 2016, la empresa admitió que estuvo involucrada en un complot masivo de sobornos y manipulación de licitaciones que se remonta al menos a 2001 y que involucra a una unidad oculta llamada “departamento de soborno”. Al año siguiente se le ordenó pagar $2,600 millones.
Weinzierl, de 55 años de edad, fue arrestado el martes en el Reino Unido, mientras que Waldstein, de 73 años, está prófugo, dijo el fiscal federal interino Mark Lesko en Brooklyn.
Los fiscales dijeron que pedirían la extradición de Weinzierl a Estados Unidos. Su abogado en Viena, Christof Dunst, dijo que se enteró de la acusación y el arresto a través de la prensa y que no sabía si su cliente había conseguido un abogado en el Reino Unido o en Estados Unidos. No se pudo identificar al abogado de Waldstein.
La acusación se presentó el año pasado y permaneció sellada hasta el arresto del martes, dijeron los fiscales.
Meinl Bank no fue acusado. Fundado en 1923 como un club de ahorro para empleados de Julius Meinl AG, una cadena de café y comestibles que operaba en el antiguo imperio austrohúngaro, entró en un procedimiento de insolvencia el año pasado. Su colapso se hizo inevitable después de que el Banco Central Europeo revocara su licencia bancaria en 2019, citando supuestas falencias en la prevención del lavado de dinero, incluyendo las relacionadas con Odebrecht.
Weinzierl y Waldstein están acusados de cuatro cargos en un supuesto esquema que Estados Unidos dice que se desarrolló entre 2006 y 2016: un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero; dos de promover el lavado de dinero internacional, y otro más de gasto para lavado de dinero.
“Entre 2010 y 2016, Odebrecht transfirió aproximadamente $170 millones a Meinl Bank AG desde sus cuentas operativas en Estados Unidos, para registrar falsas deducciones de impuestos en Brasil”, dijo la fiscal federal adjunta Julia Nestor, en una carta a la corte en septiembre pidiendo que la acusación permaneciera sellada. Luego, Odebrecht habría colocado fondos a una subsidiaria de Meinl en Antigua y Barbuda para pagar sobornos en secreto a funcionarios e intermediarios extranjeros.
Los dos imputados “sabían del esquema criminal de Odebrecht, se unieron a él y lo promovieron”, dijo Nestor, la misma fiscal del proceso seguido a Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli Linares en el Corte del Distrito Este de Nueva York, por delitos ligados al presunto blanqueo de capitales. Por este caso, los dos hermanos están detenidos en Guatemala desde el 6 de julio de 2020, a la espera de que se complete el trámite de su extradición a Estados Unidos.
Los fiscales dijeron en los documentos judiciales que el caso estaba relacionado con las acusaciones de 2016 a Odebrecht y la empresa petroquímica brasileña Braskem, S.A. En ese momento, funcionarios del Departamento de Justicia dijeron que las dos empresas utilizaron la unidad oculta de Odebrecht para pagar sistemáticamente cientos de millones de dólares a funcionarios gubernamentales corruptos en países de tres continentes.
En la acusación revelada el martes, los fiscales detallaron un número vertiginoso de entidades, bancos y empresas fantasma utilizadas en el presunto esquema de blanqueo de capitales, incluidos bancos en Nueva York, Portugal, Suiza, Liechtenstein, Mozambique y Panamá.
Los fiscales mencionaron al menos nueve personas no identificadas que presuntamente habrían ayudado a facilitar el pago de sobornos y blanquear las ganancias, incluidas dos que Estados Unidos describió como residentes brasileños que se desempeñaban como “directores de un banco extranjero”.