El Departamento de Estado de Estados Unidos y el gobierno de Panamá explorarán oportunidades de negocio para potenciar la industria de semiconductores a través del Fondo Internacional de Seguridad Tecnológica e Innovación (Fondo ITSI).
En un comunicado enviado por la Embajada de Estados Unidos se indica que la colaboración con Panamá busca aumentar y diversificar el ecosistema de semiconductores, reconociendo la importancia de esta industria para una amplia gama de productos, desde vehículos hasta equipos médicos, que se apoyan cada vez más en semiconductores como elementos esenciales de la economía actual.
La asociación entre Estados Unidos y Panamá tiene como objetivo garantizar una cadena de suministro diversa y resiliente de semiconductores. Ambos países ven el potencial de esta alianza para atraer inversiones de la industria y expandir la mano de obra técnica en sus territorios.
La embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte, enfatizó que esta colaboración fortalece la estrecha relación comercial entre ambos países y abre enormes oportunidades económicas, tecnológicas y de conocimiento para los panameños.
“La estrecha relación comercial entre Estados Unidos y Panamá se expande aún más a través de esta cooperación para explorar el desarrollo de tecnología de punta que beneficiaría a ambos países”, expresó la embajadora Aponte.
Sostuvo que Estados Unidos está decidido a diversificar la cadena global de suministro de semiconductores, y Panamá, que es uno de nuestros grandes socios regionales, es clave para esta iniciativa. “Esta cooperación abre enormes oportunidades económicas, tecnológicas y de conocimiento para los panameños”.
El primer paso de esta alianza será llevar a cabo una revisión exhaustiva de la industria de semiconductores en Panamá, analizando su marco regulatorio y las necesidades de mano de obra e infraestructura para analizar la fabricación de estos insumos en el país.
Los resultados de esta evaluación servirán de base para determinar una posible colaboración en el desarrollo de semiconductores y chips, garantizando beneficios mutuos para ambas naciones a partir de la tecnología de vanguardia que impulsa el Fondo ITSI.
La alianza entre Estados Unidos y Panamá en el ámbito de los semiconductores representa una oportunidad sin precedentes para impulsar la innovación tecnológica, fomentar el crecimiento económico y fortalecer los lazos entre ambas naciones en el escenario internacional.
¿Por qué Estados Unidos necesita más semiconductores?
A raíz de la pandemia y las tensiones comerciales y diplomáticas entre Estados Unidos y China entre 2020 y 2022 se registró una fractura en las cadenas mundiales de suministro de muchos sectores que ha sido especialmente notoria en el tema de los semiconductores y chips. Las principales fábricas de semiconductores en China cerraron en pandemia y la producción en otros países fue insuficiente,
La escasez ha sido noticia en Estados Unido, Europa y Asia afectando las proyecciones de fabricación mundial de autos, computadoras, celulares y otros equipos estratégicos.
Los semiconductores o microprocesadores son piezas claves para la fabricación automotriz, maquinaria, nuevas tecnologías, celulares, industria de las telecomunicaciones y para el avance de la tecnología 5G entre otras industrias estratégicas como los equipos de salud.
Según un análisis de S&P Global Mobility en 2021 la escasez de semiconductores llevó a la industria automovilística a perder un volumen superior a los 9.5 millones de unidades de vehículos a escala mundial y en 2022 la pérdida fue de alrededor de 3 millones de unidades que se dejaron de fabricar. Para este año la industria automotriz ha retomado su impulso pero la producción de semiconductores sigue estando muy limitada en contraste con la gran demanda que existe en el mundo.
Además la cadena de producción de semiconductores también ha cambiado a lo largo de las últimas 3 décadas. Según datos del Boston Consulting Group y la Semiconductor Industry Association en el año 1990, Europa, Estados Unidos y Japón dominaban el mercado, suministrando el 100% de los chips electrónicos clave en el mundo. En esa época, los países europeos lideraban con 44% de cuota de mercado, seguidos por Estados Unidos con el 37%, y Japón con el 19%.
A partir de la década de 2000 con la entrada en el mercado de nuevos actores como Corea del Sur, Taiwán y, más tarde, China, el panorama cambió y Estados Unidos y Europa quedaron rezagados con una participación conjunta de 36% del mercado.
La escasez de semiconductores y el panorama geopolítico mundial, a la par de las crecientes demandas de estos chip para industrias estratégicas y las tensiones con China, llevó a que en agosto de 2022, el presidente estadounidense Joe Biden firmara la Ley CHIPS y Ciencias de 2022, una legislación que establece fondos para impulsar la fabricación y la investigación nacional de semiconductores en Estados Unidos.
Mediante esta ley, se creó el Fondo ITSI, que proporciona al Departamento de Estado 500 millones de dólares (100 millones de dólares anuales durante cinco años, a partir del año fiscal 2023) para expandir la fabricación global de semiconductores, asegurar cadenas de suministro y desarrollar redes y servicios de Tecnología de la Información y Comunicaciones (TIC) confiables y seguros, mediante programas e iniciativas con aliados y socios.
Es allí donde las tendencias de Nearshoring y Friendshoring juegan un rol importante para Estados Unidos, al buscar países cercanos como Panamá para que sean clave en el suministro de estos insumos y a su vez por la alianza que los une.