La cuarta línea de transmisión eléctrica es una necesidad para poder tener mayor capacidad y atender el crecimiento energético proyectado en el país, por lo que se acelerará, finalmente, el proceso para lograr licitar la obra en enero de 2024.
Así lo indicó el gerente general de la estatal Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa), Carlos Mosquera, durante una charla con periodistas, en la que indicó que se requiere con urgencia licitar, a más tardar en enero de 2024, para que los tiempos de ejecución permitan que esta infraestructura esté operativa entre 2027 y 2028.
El proyecto, con una extensión de 371 kilómetros desde Bocas del Toro hasta Panamá, tendrá una inversión estimada de hasta 760 millones de dólares, monto que significa 52% más de lo proyectado originalmente: 500 millones de dólares. La obra se realizará a través de la modalidad de Asociación Público Privada (APP).
Mosquera detalló que para aplicar el modelo APP se recibe asesoramiento de la Corporación Financiera Internacional (IFC), brazo financiero privado del Banco Mundial. Detalló que el estatus actual del proyecto contempla la coordinación con la Secretaría Nacional de APP /Snapp) y está en la fase final el Informe Técnico Definitivo (ITD), el cual incluye el estudio de factibilidad, los pliegos de licitación y el contrato APP, que se espera sea presentado al Ente Rector del sector, el próximo mes de diciembre, para posteriormente convocar el acto de licitación para enero 2024.
“Nosotros tenemos toda la intención de hacer esa licitación en el mes de enero de 2024. Se ha ido corriendo por aspectos que han nacido dentro del desarrollo del propio proyecto, que es un proyecto bien complejo. La misma plataforma de Asociación Público Privado es un tema complejo y una experiencia nueva, y hemos trabajado sobre la marcha en las cosas y detalles que han salido”, expresó Mosquera.
El gerente general de Etesa explicó que la APP contempla un plazo de 30 años para el pago de la obra, que será administrada por Etesa. “La cuarta línea generará un ingreso por tarifa y eso se va a usar para pagar la obra. Es un proyecto autosostenible; se va pagando él mismo”.
Carlos Mosquera, indicó que la cuarta línea será una especie de nueva autopista de energía, que se requiere para tener mayor capacidad en el Sistema Interconectado Nacional, para que se puedan conectar las plantas nuevas de generación renovable que están programadas para entrar en operación entre los próximos 3 y 4 años.
Los datos
Costo: Entre 720 millones y 760 millones de dólares, lo que equivaldría hasta 52% más que los 500 millones de dólares que se habían estimado.
Extensión: 330 kilómetros de longitud con subestaciones que se localizarán en las provincias de Bocas del Toro y Panamá. La línea de transmisión recorrerá las provincias de Bocas del Toro, Comarca Ngäbe Buglé, Veraguas, Colón, Coclé y Panamá.
Capacidad: Construcción de una línea de transmisión de doble circuito en 500 Kilovatios (KV) de aproximadamente 330 Kilómetros de longitud, operando en una primera etapa en 230 KV. Capacidad de transporte en condiciones normales de operación de 589 Megavoltios amperios (MVA) en etapa de 230 KV y 1,280 MVA en etapa de 500 KV.
Subestaciones: La subestación Chiriquí Grande 230/500 KV y ampliación de la subestación Panamá III en 500 KV.
El viacrucis de la cuarta línea
Los planes originales de la cuarta línea de transmisión tenían como fecha de operación el año 2024, pero el proyecto ha lidiado con varios obstáculos en el camino.
La administración anterior de Etesa licitó la obra bajo el modelo BOT (construcción, operación y traspaso), pero al acto público sólo se presentaron dos proponentes que no cumplieron con los requisitos. De allí que se declaró desierto.
Posteriormente, en esta administración, se retomó el tema, pero, a raíz de la pandemia, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) consideró en su momento que debía revisarse y rechazó el proyecto presentado por Etesa, por considerar que no se adaptaba a la realidad del país.
La ASEP, finalmente, reconsideró la media y dio luz verde al proyecto. Por lo que los estudios de impacto ambiental del proyecto fueron licitados de nuevo en 2021, y ahora Etesa indica que está casi listo para ejecutar una convocatoria de llamado a licitación en 2024.
El gerente general de Etesa añadió que si no se licita la cuarta línea en enero se retrasará la planificación para la expansión del Sistema Interconectado Nacional, con lo cual se limitaría la posibilidad de tener mayor capacidad para la demanda energética que requerirá el país en los próximos años y se frenaría el crecimiento en términos energéticos.
“El mismo mercado lo está exigiendo para tener la capacidad de infraestructura adecuada. Si se licita en enero de 2024, el proyecto entrará en operación entre 2027 y 2028″″, puntualizó Mosquera.
En caso de que no se cumpla con este cronograma, el gerente general de Etesa explica que el plan B sería hacer la repotenciación de las líneas de transmisión existentes, lo que daría un margen de maniobra de capacidad de 3 a 4 años mientras se define la licitación de la cuarta línea.
“El plan B sería hacer la repotenciación de las líneas de transmisión 1 y 2 que ahora mismo están en proceso, lo que aumentaría la capacidad en aproximadamente 1,000 Megavatios (MGV) y daría un espacio de 3 a 4 años”.
Mosquera agregó que, aunque se repotencien las líneas 1 y 2, están cerca de llegar a su máxima capacidad y no serán suficientes. “Si a mediano y largo plazo no se hace la cuarta línea de transmisión, las otras estarán copadas y se necesita ese espacio. El retraso en proyectos de transmisión se puede traducir en problemas de costo y suministro, porque se tiene que suplir esa potencia de energía de otra manera y comprar a otro precio”, insistió Mosquera.
Alistan nueva emisión de bonos
Por otra parte, Etesa prevé en el plan de inversiones 18 proyectos adicionales a los 8 que ya se han ejecutado, de infraestructura, para mejorar y elevar la capacidad del Sistema Interconectado Nacional, algunos ya en ejecución, y otros que deben quedar en proceso antes que finalice esta administración.
Este año están en ejecución tres proyectos que entrarían en operación y que totalizan 139.8 millones de dólares.
Los proyectos incluyen la línea de transición de Sabanitas-Panamá II por 123.3 millones de dólares, además del transformador T2, en la subestación de Changuinola, por 5.3 millones de dólares, y la segunda línea de transmisión subterránea Panamá-Cáceres, por 6 millones de dólares.
Otro bloque de nueve proyectos de infraestructura eléctrica, que deben entrar en operación entre 2024 y 2025 tienen un costo de inversión total de 367.9 millones de dólares, entre ellos, el aumento de capacidad de la línea de transmisión 1 Veladero-Panamá, por 128.3 millones.
Adicionalmente, hay seis proyectos para nuevas subestaciones eléctricas, como la de Los Olivos, en Azuero, por 50 millones de dólares, y otras que suman un gran total de 188.1 millones de dólares.
El gerente general de Etesa detalló que el monto total de los proyectos ejecutados y los 18 nuevos asciende a 773.9 millones de dólares, para lo cual se requerirá realizar una nueva emisión o colocación de bonos para cubrir parte del financiamiento.
“Estas emisiones de bonos que hace Etesa son para financiar las obras del plan de expansión del sistema interconectado. Necesitamos hacer 18 proyectos o, por lo menos, que queden estos proyectos en trámites de ejecución para tener la capacidad de infraestructura adecuada de aquí a 2 o 3 años”, explicó Mosquera, al informar que actualmente la empresa tiene cerca de 500 millones de dólares en deuda que es manejable con recursos propios. La última emisión fue por 175 millones de dólares.
