Ni los distribuidores de vehículos ni los conductores recuerdan una crisis como la actual.
Los automóviles nuevos que se venden en el país se entregan sin placas desde hace cinco meses, al menos en el Municipio de Panamá.
Los vehículos salen de las agencias con un salvoconducto temporal que les permite circular, pero la crisis es de tal envergadura, que cientos de clientes ni siquiera consiguen el afanado documento de forma inmediata, por lo que después de pagar por el carro nuevo pasan semanas hasta que la agencia pueda entregarles el bien.
En la ecuación articulan varias dependencias del Estado, entre las que se encuentran la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) y de forma específica los municipios que contratan la confección de la lata a la Escuela Vocacional Chapala.
En el caso de la ciudad capital, el impacto es de alto calibre. En la ciudad circula más del 50% del parque vehicular de todo el país, lo que también significa que la mayoría de las ventas se logran en el distrito de Panamá.
Durante el primer trimestre de este año fueron vendidos en el país 9 mil 371 unidades y no hay placas del periodo vigente en la ciudad capital.
El Municipio de Panamá intenta tomar distancia de la crisis, alegando que no confecciona las placas y que ese trabajo es responsabilidad de Chapala, como su proveedor externo.
La entidad respondió a este diario que la crisis de salud ocasionó, desde marzo de 2020, un retraso en la correspondiente entrega de placas.
“Chapala, como consecuencia de la pandemia, cerró sus instalaciones y la medida interrumpió la confección de placas”, informó la Alcaldía a este diario a través de un correo electrónico.
Pero se conoció que también se dio un atraso en el pago a este proveedor. Al preguntar específicamente si se habían honrado los compromisos financieros con Chapala, el Municipio de Panamá precisó que ya se canceló la deuda por la confección de placas de 2021, aunque el pago correspondiente al mes de diciembre está en espera de refrendo.
No se hizo referencia en qué momento se concretó el pago ni tampoco cuándo se hará el desembolso correspondiente al año actual.
De acuerdo con el Municipio de Panamá, el proceso de entrega de placas de 2021 ha sido normalizado, aunque en la actualidad existen 163 mil 914 placas que corresponden a ese periodo pendientes de retiro.
Es imposible atender a todos estos usuarios si decidieran ir de forma masiva al Municipio de Panamá por una lata de circulación que ni siquiera corresponde al año en curso.
En el caso de los carros nuevos (a los que se les debe asignar una placa nueva), el Municipio de Panamá alegó que recientemente hubo una reunión en la que participaron junto a representantes de Chapala, la ATTT y la Asociación de Distribuidores de Autos (Adap). Allí se informó que esta semana se iniciaría el proceso de confección de esas placas.
Sin embargo, se desconoce cuándo se podrán tener disponibles y en circulación.
La entrega parece realmente lejana. Ayer, el alcalde capitalino, José Luis Fábrega, dijo en el programa Cuarto Poder que no puede entregar lo que no se les ha dado, justificando que no ha recibido la placa de circulación vehicular por parte de Chapala.
“El logo o el diseño de la placa, que es a través del Mides [Ministerio de Desarrollo Social] y de la ATTT, todavía se está diseñando... Dime tú, qué tengo que ver con eso”, refirió Fábrega.
También dijo que la Asamblea Nacional aprobó una ley que permite circular con la misma placa por cinco años, pero la norma está " llena de huecos” de manera operativa.
Se refiere a la ley que el presidente de la República, Laurentino Cortizo, sancionó en mayo de 2021 y que establece el uso de las placas únicas vehiculares por un periodo de cinco años, como una manera de mitigar el impacto ambiental.
Se supone que todos los autos que previamente estuvieran en circulación entrarían a usar únicamente una calcomanía del año en curso, pero esto tampoco se ha implementado. Mientras tanto, el Municipio de Panamá sigue cobrándole a los contribuyentes.
En lo que respecta a las placas para los autos nuevos, el presidente de la Adap, Bogdan Batinovich, indicó que se trata de una situación compleja y preocupante, ya que no se tiene el registro de los automóviles, por lo que se podría generar un problema de seguridad. A las autoridades se les dificulta identificar un vehículo en el que se comete una infracción.
La falta de placas para los autos nuevos no es el único escollo que enfrentan los distribuidores, pero aún así proyectan vender este año unas 45 mil unidades, lo que significaría 18% por encima de las transacciones logradas en 2021.
La industria enfrenta bajos inventarios y alzas de precios. Todas las agencias están recibiendo menos vehículos comparado con los periodos previos a la pandemia, producto de la escasez de microchips a nivel mundial.
Los automóviles nuevos incluyen más de 100 microprocesadores y los fabricantes simplemente no pudieron obtener todos los que necesitaban para suplir las necesidades del mercado.
“Normalmente, las compañías en Panamá suelen tener inventarios disponibles para entre 60 y 80 días. Ahora, solo hay un inventario de 30 días. Lo que nos llega es para entregar inmediatamente producto de una preventa”, explicó Batinovich.
El alza de precios en los vehículos está relacionada precisamente con estas distorsiones en la cadena de comercialización, al igual que con el alza en costos como los fletes.
Batinovich pidió que se agilicen los trámites locales para evitar trabas innecesarias.
El objetivo debería ser aprovechar la reactivación económica después de dos años difíciles y cumplirle a los contribuyentes que pagan sus impuestos municipales.