“No hay tiempo para dudar; hay que tomar acciones concretas”. Esta es la conclusión a la que llegaron los panelistas que analizaron la realidad financiera de la Caja del Seguro Social (CSS), durante un foro convocado por la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), ayer martes.
Jorge Nicolau, consultor y estudioso de las finanzas de la CSS, indicó que la última actualización de los datos arrojó que la deuda que tiene el Sistema Exclusivo de Beneficio Definido (SEBD) es 69% superior a la deuda pública del país al cierre de 2022, que alcanzó 44 mil 274 millones de dólares.
Opina que hay que buscar los fondos para cubrir el déficit de mil 287 de dólares que se proyecta para el año 2024, así como establecer un plan que incluya medidas paramétricas (aumento de cuotas y de la edad de retiro) que permitan mantener el pago de las jubilaciones actuales y futuras.
Si no se hace nada y se deja todo como está, se calcula que el déficit acumulado del subsistema de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) puede superar los 11 mil millones de dólares, de aquí al año 2030.
Aida de Maduro, actual presidenta de la junta directiva de la CSS, comentó que la entidad enfrenta problemas internos que afectan su desempeño.
Indicó que en 2019 se aprobó un plan de 58 millones de dólares para actualizar todos lo sistemas informáticos, que tenían un desfase de 15 años, pero a la fecha no se ha ejecutado. “La mayoría de los procesos son manuales y por eso hay problemas con los medicamentos, citas y en la atención de los asegurados”, comentó.
Maduro volvió a solicitar al Gobierno que se fije una fecha para retomar el diálogo por la CSS, proceso que en febrero pasado cumplió a un año de estar paralizado.
Una de las razones del Gobierno para suspender el diálogo fue que era necesario esperar un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El documento fue recibido en septiembre de 2022, pero todavía no hay una fecha para retomar la discusión.
El documento elaborado por la OIT confirmó que en 2024 se terminarían las reservas del IVM y recomendaba al gobierno identificar nuevas fuentes de financiamiento para cubrir el déficit creciente, ya sea mediante la redefinición del fideicomiso a favor del IVM, el incremento de las transferencias que se hacen anualmente o a través de medidas paramétricas, como cambios en la edad de la jubilación o los años que se cotizan.
Además de solicitar el reinicio del diálogo, Maduro indicó que han enviado cinco cartas al presidente Laurentino Cortizo para que nombre al nuevo actuario, para llenar la vacante que se abrió en agosto de 2022.
“Es importante que se designe al tercer integrante de la junta actuarial, para tener información actualizada del estado de la CSS”, acotó.
Por su parte, Rubén Castillo Gil, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), reconoció que el “costo político” de realizar cambios en la CSS es alto y, por tal razón, las pasadas administraciones y la actual no lo han realizado, pero asegura que no es una opción dejar los cambios para el próximo Gobierno, ya que el problema se agravará en 2024, con el fin de las reservas.
Comenta que la expectativa de vida del panameño se incrementará en 20 años, lo que pondrá más presión sobre las finanzas de la CSS de no aplicarse cambios concretos.
“Hay una pasión por decir que el sector privado quiere elevar las cuotas y la edad de jubilación, pero países ricos están aplicando estas medidas para salvar sus programas de pensiones”, explicó.
En el evento organizado por Apede también participaron Pablo Gutiérrez y Hugo Wood, integrantes del movimiento Panamá Joven, quienes solicitaron a las autoridades que, una vez se retome el diálogo por la CSS, se permita la participación de los trabajadores independientes y de grupos de trabajadores jóvenes, ya que la situación actual afectará a las futuras generaciones.
No hay confianza en la CSS como administradora de pensiones y es necesario dejar de pensar en las futuras elecciones y enfocarse en las nuevas generaciones, indicaron Gutiérrez y Wood, respectivamente.
