Fitch Ratings rebajó la calificación de incumplimiento de emisor en moneda extranjera a largo plazo de Panamá a BB+ desde ‘BBB-’. La perspectiva de la calificación es estable. Así quedó consignado en un reporte que hizo al inicio de la Semana Santa la calificadora de riesgo.
En la escala de calificaciones de Fitch, los países con grado de inversión tienen notas que van desde AAA hasta BBB-. Panamá estaba hasta hoy en ese último peldaño, pero al rebajar su calificación a BB+, el país entró en el terreno o grado especulativo.
La rebaja de la calificación de Panamá a ‘BB+’ refleja desafíos fiscales y de gobernanza que se han visto agravados por los acontecimientos que rodearon el cierre de la mina más grande del país, indica el reporte.
Lea el comunicado de Fitch aquí.
Los grandes déficits fiscales y el bajo rendimiento de los ingresos han impulsado algunos de los mayores aumentos de la deuda pública con relación al tamaño de la economía. Esto plantea una mayor vulnerabilidad, en opinión de Fitch.
Fitch espera que el nuevo presidente de Panamá, tras las elecciones de mayo de 2024, haga algún esfuerzo para abordar estos desafíos fiscales. Sin embargo, una esperada desaceleración del crecimiento, un contexto social tenso y la fragmentación de los partidos probablemente limiten el margen para una acción asertiva, y reconstruir el espacio fiscal y la credibilidad llevaría tiempo.
El MEF, en desacuerdo con Fitch
A través de una comunicado, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) consideró que la valoración de Fitch “no refleja una correcta evaluación de la situación macroeconómica y social de Panamá, dándole mayor relevancia al cierre de la mina y consideraciones políticas”.
“Panamá expresa su desacuerdo con esta acción de calificación”, señala la nota del MEF.
Comunicado de Prensa – República de Panamá. 🇵🇦 pic.twitter.com/oIQBOiSpf8
— Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá (@Mef_Pma) March 28, 2024
“Los fundamentos económicos de la República de Panamá que sustentan la calificación crediticia del país se mantienen sólidos, con un robusto crecimiento económico, baja inflación, una reducción en el nivel del desempleo y el cumplimiento de las metas fiscales”, señala la nota de prensa del MEF, que remarca que el PIB creció 7.3% en 2023.
También “deplora el momento inusual” elegido por Fitch para emitir su informe, ya que faltan apenas 38 días para las elecciones generales y 95 días para el cambio de gobierno.
“Esto es contrario a la posición usualmente adoptada por las agencias de calificación de riesgo durante los periodos electorales”, señala el MEF.
Es una lastima la perdida del grado de inversión por Fitch. El nuevo gobierno tiene el reto de cuidar como oro en polvo las dos que quedan con grado de inversión moodys/S&P. Me parece importuno de Fitch este anuncio antes de las elecciones ya que puede afectar los resultados.
— Alvaro A Naranjo V (@alvaronaranjov) March 28, 2024
Contrarrestando estas debilidades fiscales e institucionales, y respaldando la perspectiva estable, están las sólidas perspectivas de crecimiento a mediano plazo de Panamá, que Fitch actualmente no espera que se vean muy perjudicadas por el episodio minero, y se centran en las actividades logísticas y el activo estratégico de Panamá: Canal.
También considera de forma positiva la baja inflación y una estabilidad macroeconómica anclada en la dolarización.
Las calificaciones de Fitch que oscilan desde AAA hasta BBB, representan niveles de confiabilidad crediticia. Cuando un país o compañía obtiene una de estas calificaciones, se considera una opción de inversión muy favorable, indicando un emisor de deuda confiable.
Por otro lado, las calificaciones en el rango de BB a CCC señalan inversiones que implica un riesgo crediticio significativo.
Estas calificaciones funcionan como una insignia de honor que puede atraer inversiones. Por lo general, los inversores buscan países con estabilidad económica, sólidas perspectivas de pago de deuda y baja probabilidad de crisis financiera.
El banquero Rolando De León dijo a La Prensa, que Los efectos de esta noticia tienen una consecuencia inmediata en el atractivo de nuestra deuda en los mercados internacionales ya que los bonos soberanos del país no van a calificar para ser adquiridos como inversión para múltiples fondos de renta fija en diferentes jurisdicciones.
“El costo de adquirir nueva deuda va a incrementarse”, sentenció.
El consultor empresarial, René Quevedo, advirtió que se complica las perspectivas para atraer inversiones, y se agrega un nuevo elemento a la crisis de liquidez que se tiene en el sector interno de la economía, debido -en gran medida- a la deuda del Gobierno con sus proveedores, la que rondaría los $1,700 millones.