El Fondo de Ahorro de Panamá (FAP) registró una ganancia bruta de $47 millones o un retorno de 3.56% en el primer trimestre del año, según informó la entidad en un reciente informe.
El repunte se explica por el comportamiento de los mercados de capitales en el periodo, animados por la moderación de la inflación en Estados Unidos, lo que favoreció la valoración de los activos en los que está invertido el FAP.
Así, los títulos de renta fija o bonos generaron retornos en el trimestre de 2.88%, mientras que el resultado de las acciones fue un retorno de 7.44%.
Abdiel Santiago, secretario técnico del FAP, comentó que el mercado tiende a pensar que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos podría empezar a reducir las tasas de interés en la segunda mitad del año. Esto ha movido favorablemente las valoraciones de los bonos y de las acciones, lo que se refleja en los resultados del FAP al cierre del primer trimestre.
No obstante, Santiago apunta que la Fed ha señalado que su objetivo es reducir la inflación a un nivel más cercano al 2%, algo que todavía no ha sucedido, y que no habrá reducción de tasas de interés hasta que la inflación se acerque más al objetivo.
Lo que sucede en Estados Unidos es importante porque la mayor parte del FAP está invertido en la región Norteamericana (77% del fondo). Por clase de activos, un 42% está invertido en activos de renta fija o bonos; un 32% en activos líquidos o de corta duración; un 24% en acciones globales; y un 2% en activos alternativos.
Uno de los catalizadores de la recuperación del portafolio en el primer trimestre del año fue el desempeño de las acciones.
Consultado por la relación entre la evolución de las tasas de interés y el desempeño de las acciones, el financista Roberto González Milá de la Roca sostuvo que, entre otras razones, “se trata de una cuestión del costo del dinero”. Si existe la expectativa de que se van a moderar las tasas de interés, esto hará que el crédito no sea tan costoso y por lo tanto mejoren las expectativas de crecimiento económico, lo que resulta favorable para las empresas, explicó.
Aunque su peso en el portafolio de inversiones es reducido, el retorno de 11% generado por activos alternativos también contribuyó al resultado favorable en el inicio del año. A través de este tipo de activos, se hacen inversiones en fondos que invierten en acciones de empresas que no cotizan en bolsa, lo que se conoce como capital privado.
Cautela para el resto del año
Santiago señaló que los resultados del primer trimestre son “alentadores”, aunque también destacó que “continuamos atravesando por una coyuntura de varios retos estructurales”, principalmente las presiones inflacionarias, la efectividad de las decisiones de la Fed para controlar la subida de precios sin causar un daño económico y la continuidad de la invasión rusa a Ucrania.
“Es por esto que vemos con cautela lo que debe proseguir en lo que queda del 2023 en términos de retornos esperados, los cuales esperamos sean un poco más sobrios que los del primer trimestre”, sostuvo el ejecutivo.
La crisis de los bancos regionales en Estados Unidos podría traducirse en una reducción del ritmo de concesión de créditos en el país norteamericano, fenómeno que podría profundizar el proceso de ralentización que ya está ocurriendo.
Siguiendo su plan de inversión anual, y con el objetivo de “continuar protegiendo el portafolio del FAP, estamos en pleno proceso de diversificación a nuevas clases de activos, como capital privado, infraestructura y bonos de alto rendimiento. Estas clases de activos nos permitirán mantener las ganancias del primer trimestre, y protegernos de movimientos hacia la baja en los mercados accionarios y de crédito”, sostuvo Santiago.
Correlación entre bonos y acciones
El FAP inicia con buen pie el año, tras haber completado en 2022 el peor año de su historia, con pérdidas por $129 millones. Esto fue consecuencia de un mercado volátil y afectado por la agresiva estrategia de la Fed de subir las tasas de interés en un intento de contener la inflación.
Las turbulencias en los mercados se tradujeron en un movimiento inusual en las valoraciones de los activos. La renta fija y la variable habitualmente se mueven en direcciones opuestas, de manera que si un tipo de activo cae, el otro sube y compensa la pérdida. El año pasado, los dos tipos de activos cayeron simultáneamente provocando pérdidas en los portafolios de inversión, que habitualmente descansan en estrategias de diversificación para protegerse.
En el primer trimestre de 2023 ambos instrumentos se movieron en la misma dirección, pero esta vez hacia arriba, mejorando por lo tanto los resultados del FAP.
Al cierre del primer trimestre, los activos netos del FAP sumaron $1,336.7 millones. El patrimonio sería muy superior si el Ministerio de Economía y Finanzas hubiera transferido los excedentes generados desde 2018 por el Canal de Panamá. El FAP calcula que los aportes pendientes por parte del Gobierno superan los $970 millones.
Creado por la Ley 38 de 2012 como heredero del Fondo Fiduciario para el Desarrollo, el FAP ya cumplió los diez años de existencia. En este periodo ha generado una utilidad acumulada de $296.2 millones, de los que $236.5 millones fueron transferidos al Tesoro Nacional.
El Gobierno hizo uso del FAP en medio de la pandemia, con retiros por un total de $105 millones.
En este sentido, Santiago dijo que el FAP funcionó según se diseñó y cuando hubo un problema económico causado por la pandemia, fue utilizado.