Las acciones de Twitter despegaban ayer miércoles luego de que el fondo de cobertura (hedge fund) Hindenburg Research reveló haber adquirido una participación en el capital de la red social por considerar que puede imponerse en la justicia ante Elon Musk.
Nathan Anderson, fundador del fondo Hindenburg Research, confirmó que su firma había tomado una participación “significativa, pero inferior al 5% en Twitter”, límite a partir del cual un inversionista debe informar a la autoridad reguladora de valores en Estados Unidos (SEC).
Anderson indicó que se trata de una novedad para Hindenburg, que hasta ahora nunca había hecho pública una posición como comprador, pues su perfil inversionista es sobretodo de apuestas en contra de títulos en el mercado.
Para el financiero, Twitter tiene un “expediente sólido” en su proceso judicial iniciado ante un tribunal de Delaware (este de Estados Unidos), dirigido a que el magnate Elon Musk respete su compromiso de compra de la red social.
Los directivos de Twitter reprochan a Musk el haber renunciado a la adquisición por motivos engañosos.
Elon Musk, por su parte, destacó que Twitter había minimizado la cantidad de robots y spams (mensajes no deseados) en la red social y que no le había proporcionado datos suficientes sobre las cuentas falsas, lo que Twitter niega.
“Sobre el tema de los robots”, esas cuentas automatizadas y que no son tenidas en cuanta como usuarios individuales, “es quizá el peor pretexto que habría podido escoger Musk para poner fin a la transacción, sabiendo que era claramente la razón por la cual él se había comprometido inicialmente”, según Anderson.
Solo días después de haber hecho la oferta de compra, a mitad de abril, Musk también había asegurado que si la transacción se finalizaba el “derrotaría los spams” o los combatiría “hasta el final”.
Para Nathan Anderson, Twitter tiene “más apalancamiento” que su adversario en este proceso “sabiendo la amenaza potencial que pesa sobre el imperio de Musk en caso de una victoria clara” de la red social.
“El mercado ve esta acción en justicia como ‘muy sólida”, comentó en una nota Dan Ives, analista de Wedbush Securities.
“La acción incluye ahora una importante posibilidad de que Musk deba, al final, aceptar pagar mucho más que los mil millones de dólares”, suma correspondiente a la indemnización por ruptura prevista en el acuerdo inicial entre el empresario y Twitter “e incluso la posibilidad de que él (Musk) deba comprar la compañía en el precio previsto”, explicó el analista.
“Esta será una batalla de Juego de Tronos en los tribunales, con el tema de las cuentas falsas y los bots en primer plano, pero en última instancia el consejo de administración de Twitter está obligando a Musk a cerrar el acuerdo al precio acordado”, dijo Ives.
“En general, esto ha sido un duro golpe para Musk y una película de terror para Twitter (y sus empleados) sin ganadores desde que comenzó el culebrón en abril”, acotó.
Las condiciones de Musk para rescindir el acuerdo de compra antes de la fecha límite, el 24 de octubre de este año, eran muy limitadas, y la ejecución de la adquisición solo dependía de la aprobación de los accionistas de Twitter y de los organismos reguladores, explica la compañía en la demanda.