La represa de Bayano, en el distrito de Chepo, provincia de Panamá, podría convertirse en una de las opciones que está explorando el Gobierno para abastecer de agua potable a la población de esa zona.
Pero en todo caso este podría ser un plan complementario al embalse de río Indio que está en la mira de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) como una nueva fuente de agua dulce para el paso de los barcos.
Desde la ACP, Bayano es visto como una buena solución, pero para suministrar agua potable a la población, mediante la construcción de plantas potabilizadoras que alimentarían la región de Panamá Este.
Una potabilizadora en Bayano le quita presión a los lagos del Canal ( Gatún y Alajuela), por lo que la ACP tendría un poco más de agua disponible para el paso de barcos, aunque se trata de un pequeño respiro.
Las plantas potabilizadoras alimentadas por Bayano darían disponibilidad para cerca de 2.5 tránsitos diarios adicionales para el Canal.
Considerando la situación actual, y la entrada de las potabilizadoras alimentadas en Bayano, en vez de los 24 tránsitos diarios se podría programar el paso de 26 buques. Aún así, se estaría lejos de llegar a los 36 o 38 barcos que deberían pasar por las esclusas diariamente.
Ligia Castro, directora de cambio climático del Ministerio de Ambiente, advierte que para la crisis hídrica no hay una sola solución sino varias, entre ellas “río Indio para el Canal de Panamá, y Bayano para el consumo de la población y otras medidas”.
Un reservorio de agua para suplir las operaciones del Canal y el consumo humano requeriría de una inversión de $900 millones. Hacer una tubería con el mismo fin, desde Bayano para bombear el agua hasta la cuenca del Canal puede terminar costando entre $1,700 millones y $2,900 millones.
Al Estado, en tanto, le correspondería comprar las acciones de AES para poder disponer de esas aguas en una de las áreas de mayor crecimiento del país.
AES Global es propietaria del 49.07% de las acciones de Bayano, Panamá es titular del 50.46% y el 0.47% restante corresponde a las acciones de otros socios.
En caso de materializarse la transacción, la segunda central hidroeléctrica más grande del país, con una capacidad de generación de 260 megavatios, revertiría a ser propiedad del Estado, tras más de dos décadas desde que desintegró el Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE) y se cedió el control de la presa a AES.
AES Panamá posee cuatro plantas hidroeléctricas con una capacidad instalada de 777 megavatios en Changuinola 1 (223 MW), Bayano (260 MW), Estí (120 MW), La Estrella (47.2 MW), Los Valles (54.8 MW) y la barcaza Estrella de Mar 1 (72 MW), de acuerdo con información de la empresa.
La represa de Bayano se construyó entre 1972 y 1976 durante la dictadura militar encabezada por Omar Torrijos.
En 1998, en medio del proceso de privatización de empresas estatales, AES adquirió los derechos, mediante licitación pública.
El ex viceministro de Economía, Iván Zarak, considera que Bayano es un activo clave en el parque energético del país por su cercanía a la ciudad de Panamá.
Pero en cualquier caso, tiene mayor valor para el país como fuente de agua dulce que como fuente de energía, al menos en las situaciones actuales.
El país necesita inversiones tanto en nueva red de servicio hídrico, como proyectos de nuevas potabilizadoras. Para el próximo quinquenio se necesitan entre 600 millones y hasta 800 millones de dólares.
AES, por su lado, ha considerado factible usar el lago para suministrar agua potabilizada para la población, pero se tendría que determinar las consecuencias en el suministro eléctrico, dependiendo desde qué punto se tome el agua, y atendiendo a las condiciones o negociaciones que se logren con el Gobierno.
Miguel Bolinaga, gerente de AES Panamá, indicó que Bayano representa una oportunidad y “sí se han acercado a nosotros para conversar acerca de Bayano. Entiendo que no es para para llenar el lago Gatún, sino para sacar agua para el consumo humano. Siempre hemos dicho que hay compromisos que ha adquirido AES, tanto en el sector eléctrico como con banca y con eso se tiene que ver cuál es el valor que está ahí metido, pero no es AES quien debe decidir esto”.
Bolinaga también precisó que, como empresa, son respetuosos de las decisiones que tomen los Estados o los gobiernos de turno.
Estaría por definirse el precio, según avalúo de la compra de las acciones de Bayano que ha ordenado el Estado y del cual no se ha tenido informado.
Se ha especulado que serían al menos $500 millones que podrían terminar en manos de AES, a quien se le debería pagar por la transferencia de bienes y la compensación por el contrato de generación de energía que está vigente hasta el 2048.
De acuerdo con las estimaciones del Canal de Panamá, la construcción de un embalse en el río Indio podría permitir hasta 15 tránsitos diarios adicionales, al mismo tiempo que proporcionaría un aumento en la disponibilidad de agua para operaciones y consumo humano.
En definitiva, se tendrían que separar los proyectos: Bayano para aliviar las presiones sobre el lago Alajuela y suministrar agua potable al sector Este de la ciudad de Panamá, mientras que con el reservorio de agua en río Indio se mantendría competitiva la operación del Canal.