Un grupo de economistas presentó un análisis del proyecto de presupuesto estatal de Guatemala para 2023 y destacaron las deficiencias técnicas en las asignaciones en inversión pública.
El gasto público es el talón de aquiles del presupuesto, aseguró el investigador Jorge Lavarreda, miembro de la entidad no gubernamental Centro de Investigaciones Económicas (Cien), durante la presentación de un análisis del presupuesto estatal del país centroamericano.
Lavarreda advirtió que el presupuesto que el Congreso guatemalteco podría aprobar en las próximas semanas incluye deficiencias técnicas, porque se destinan fondos a proyectos de infraestructura pública que no cumplieron con requisitos previos, como datos de la propiedad donde serán construidos. Guatemala pretende usar solamente el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) en inversión pública, una tendencia contraria a los demás países de la región, que han aumentado este porcentaje a un 3.9 %.
El presupuesto que el Ministerio de Finanzas Públicas de Guatemala propuso para 2023 y que el Congreso está por aprobar, podría ser de 14 mil 489 millones de dólares, cifra que incluye recortes en salud. Lavarreda destaca que la baja inversión en sectores como salud y educación se relaciona con el aumento de la masa salarial” que mantiene el Estado de Guatemala.
También señala que el nuevo presupuesto sigue la tendencia de utilizar más del 70 % de los fondos de la deuda pública para financiar gastos de funcionamiento, cuando la ley guatemalteca indica que esto debería ser utilizado únicamente para proyectos de inversión.
La administración actual es la que más ha usado la deuda pública para pagar gastos de funcionamiento en comparación a los gobiernos anteriores, detalló Lavarreda.
Los diputados del Congreso guatemalteco están citados hoy para discutir en primer debate el proyecto del presupuesto, el cual debe ser aprobado antes del 30 de noviembre.