Fernando Migliaccio da Silva está detenido en Suiza desde el pasado 18 de febrero. Se trata de un ejecutivo del Grupo Odebrecht que tiene orden de captura, vinculado a la operación Lava Jato. Su arresto sería intrascendental para Panamá, si no fuera porque está detrás de multimillonarias cuentas bancarias que el holding brasileño mantenía en Panamá y que él controlaba.
Es clave en las investigaciones, pues a su alrededor se movieron operadores de esquemas de lavado de activos, mediante los cuales Odebrecht –a través de complejas estructuras societarias– pagó millones de dólares en coimas a empleados de Petrobras, algunos de ellos tras las rejas.
Si mucho o poco saben las autoridades de Brasil sobre Migliaccio da Silva es gracias a Suiza, donde en cosa de semanas se resolvieron interrogantes sobre las cuentas bancarias que este sujeto manejaba, incluyendo las de Panamá. En cambio, la información que fluye de aquí a Brasil ha marchado con más lentitud.
HUELLAS DE ODEBRECHT EN PERÚ Y ARGENTINA
La Policía Federal de Brasil identificó a Migliaccio da Silva como el que controlaba el dinero depositado en cuentas bancarias suizas (PKB Privatebank, Banque Audi, S.A., Barclays Bank, S.A.).
También en Panamá, a nombre de la sociedad Constructora Internacional del Sur, en Credicorp Bank, y la sociedad Klienfeld Services Ltd., ambas, “comprobadamente utilizadas por el Grupo Odebrecht para el pago de ventajas indebidas a agentes públicos brasileiros y extranjeros, como el exsecretario de Transporte del Gobierno Federal de Argentina”, sostiene la Policía.
El brasileño fue vinculado por las autoridades a Constructora Internacional del Sur porque se incautó de un mensaje electrónico –generado desde la dirección brscanner@odebrecht.com– dirigido a Migliaccio da Silva el 23 de septiembre de 2010. (Ver facsímil).
El mensaje contenía un documento digitalizado en una sede de Odebrecht: era el comprobante de una transferencia bancaria –de 5 millones de dólares– realizada por Constructora Internacional del Sur –desde la cuenta No. 4010177279 en Credicorp Bank, S.A. (Panamá)– a favor de una cuenta en el Banc Pictet And Cie Ltd (Asia), a nombre de la sociedad Vivosant Corp.
Con esta evidencia, los fiscales creen entonces que Migglacio controlaba la cuenta que esta sociedad mantenía en el banco local. Pero no fue el único, como se verá más adelante.
La Policía brasileña también cree que Odebrecht hizo pagos al exministro argentino Ricardo Raúl Jaime por la obtención de un contrato para hacer subterráneo el ferrocarril Sarmiento –obra valorada en unos 3 mil millones de dólares– que obtuvo Odebrecht del Gobierno argentino.
En el celular del expresidente de la empresa constructora, Marcelo Odebrecht –recientemente condenado a 19 años de cárcel por delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación para delinquir–, fueron encontradas diversas anotaciones con la palabra “Sarmiento”.
También hallaron anotaciones sobre el “Programa OH”, en referencia al presidente de Perú, Ollanta Humala, al que vinculan –tras otra anotación titulada “OH vs humildad”– con el envío de “valores en especie (cash)”.
En Perú, Odebrecht es adjudicataria de varias obras, algunas financiadas por el Gobierno brasileño, “habiendo contundentes indicios de la práctica de lobby por parte de la empresa, junto a agentes políticos peruanos, así como el financiamiento de campañas electorales por parte de Odebrecht”, señala la Policía Federal brasileña.
Tal hallazgo dibuja con precisión un patrón de comportamiento de la empresa constructora con líderes políticos donde esta empresa desarrolla obras estatales. En Panamá, el gobierno actual ha señalado que las obras que se le han adjudicado hasta ahora a la constructora brasileña han sido en procesos transparentes, entre ellos, la segunda línea del Metro y la renovación urbana de Colón.
LOS SOCIOS
El papel central de Fernando Migliaccio de Silva “en el lavado de valores mal habidos de Odebrecht es claro”, sostiene la Policía, pero no es el único al que buscan por estos delitos. Migliaccio da Silva aparece ligado a un empresario brasileño: Olivio Rodrigues Junior, quien, a su vez, es socio de un exejecutivo de Odebrecht: Luiz Eduardo da Rocha Soares.
Estos dos últimos serían clientes indirectos de la firma legal panameña Mossack Fonseca, según documentos del bufete que obtuvo el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, y compartidos con La Prensa y otros medios de comunicación, a través del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
Mossack Fonseca habría creado dos sociedades, aparentemente vendidas a través de un intermediario en Uruguay, y que habrían terminado bajo el control de Migliaccio da Silva y de Rodrigues.
Olivio Rodrigues es socio y responsable de una empresa denominada Payscout Assessoria Comercial Ltda., de la que también es socio el exdirector de Odebrecht Luiz Eduardo da Rocha Soares.
Rodrigues, a su vez, fue director de una casa de cambios: Graco Corretora de Cambio, empresa que vendió para luego convertirse en socio de JR Graco Assessoria y Consultoria Financiera Ltda.
En 2007, esta última sociedad recibió de Constructora Odebrecht más de 1 millón de reales, según la información fiscal de la empresa. También recibió recursos de compañías utilizadas por los doleiros (operadores) “para lavar dinero y, sobre todo, para el trasiego de valores al exterior…”. Así pues, Rodrigues y sus empresas eran el “punto de convergencia” de ejecutivos de Odebrecht, señala la Policía Federal de Brasil.
“El vínculo de Olivio Rodriguez Junior con ejecutivos de Constructora Norberto Odebrecht y representantes del Antigua Overseas Bank, sumado al hecho de haber sido director de una casa de cambio que recibió recursos de origen lícito no comprobados, tanto de Constructora Norberto Odebrecht como de otras empresas identificadas en la operación Lava Jato, permiten concluir que aquel individuo y sus empresas pudieron haber sido entregadas a Odebrecht para el trasiego de valores al exterior y para el lavado transnacional de recursos”, señalan las autoridades brasileñas.
DE VISITA EN PANAMÁ
Esta conclusión es apoyada, además, por viajes que realizaron Rodrigues y Rocha Soares. En total, fueron nueve a destinos como Montevideo (Uruguay), Miami (Estados Unidos) y Panamá.
A las autoridades brasileñas les llamó la atención el viaje de Rodrigues y Rocha Soares a Panamá el 5 de noviembre de 2014 –con retorno el 8 de noviembre de 2014– “lugar en el cual eran mantenidos enormes valores en bancos a nombre de empresas offshores utilizadas por el grupo Odebrecht”.
Rocha Soares, además, hizo varios viajes a ciudades donde Odebrecht “mantiene cuentas ocultas y sociedades offshore”, como los 23 viajes hacia o desde Panamá y 10 hacia o desde Montevideo.
Hilberto Mascarenhas Alves Silva Filho –otro ejecutivo de Odebrecht, “que tiene plena conciencia de la mantención oculta de offshores a nombre de la constructora”, viajó a Panamá en no menos de dos oportunidades, acompañado de Rocha Soares.
Por todo esto, las autoridades brasileñas están convencidas de que hay “indicios suficientes” de la participación criminal de Olivio Rodrigues Junior y de su hermano [Marcelo, vinculado a otras sociedades controladas por Odebrecht] a quienes pasó a denominar “operadores” de transnacionales del lavado de activos. Asimismo, encuentran que Rocha Soares, Migliaccio da Silva e Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho –todos ejecutivos o exjecutivos de Odebrecht– están vinculados de manera sospechosa a estos nuevos “operadores”.
Olivio Rodrigues reside fuera de Brasil desde mediados de 2015, es decir, después de revelarse la fase 14 de la operación Lava Jato, que llevó a la cárcel al entonces presidente del coloso de la construcción brasileña, Marcelo Odebrecht.
Al igual que él, abandonó su país por las mismas fechas Migliaccio da Silva, quien ahora está detenido en Suiza.
EL VÍNCULO CON MOSSACK FONSECA
Esta firma panameña habría vendido, como se mencionó, dos de sus sociedades a un intermediario uruguayo (Belhot-González Lerena, Asesores Legales y Financieros), según documentos de Mossack Fonseca que obtuvo el diario Süddeutsche Zeitung, a los que La Prensa tuvo acceso.
Luiz Eduardo da Rocha Soares –con domicilio en Rua Leme do Prado, No. 200, Apto. 31C, Sao Paolo, Brasil– y Olivio Rodrigues Junior –con dirección Rua Nelo Bini 95, Apto. No. 181, Sao Paulo, Brasil– también habrían recibido poderes individuales casi absolutos de los directores nominativos de ambas sociedades, inscritas bajo la jurisdicción panameña.
Se trata de Davos Holding Group y Salmet Trade Corp., cuyos poderes a favor de Rocha Soares y Rodrigues Junior, respectivamente, se habrían redactado con un día de diferencia (13 y 14 de junio de 2006). Luego, el 30 de junio de 2006, Mossack Fonseca habría recibido de su filial en Uruguay los documentos firmados por Rocha Soares para la apertura de una cuenta bancaria en el PKB Privarbank AG., a nombre de Davos Holding Group, S.A.
Ese mismo día, Mossack Fonseca Uruguay habría enviado a su casa matriz en Panamá –para la firma del presidente de la sociedad– copia de los documentos bancarios para abrir otra cuenta en el PKB Privatbank AG., en Lugano, Suiza, a nombre de Salmet Trade Corp., previamente firmados por Olivio Rodrigues Junior, quien habría declarado al banco que él era el beneficiario final de la cuenta, tal como lo había hecho Rocha Soares, en el caso de Davos Holding Group.En octubre de 2006, Mossack Fonseca habría vuelto a tramitar un poder general de Salmet Trade Corp., a nombre de Rosemery Giacomelli Soares, con domicilio en Rua Leme do Prado, 200 Apto. 31C, Sao Paulo, Brasil; es decir, la misma dirección de Luiz Eduardo da Rocha Soares.
Ambas sociedades tienen, además, algo en común: recibieron fondos negros de Odebrecht canalizados a través de las cuentas bancarias de Constructora Internacional del Sur.
LA CONEXIÓN PANAMÁ
Pero estas compañías no eran el motivo de los frecuentes viajes de Rodrigues Junior a Panamá. La razón por la que visitaba la ciudad era quizás porque él era el titular de una cuenta bancaria en Multicredit Bank, que había abierto a través de Constructora Internacional del Sur, S.A.
En el marco de esta investigación, La Prensa ha podido corroborar que esta sociedad fue constituida en 2006 por PMC Internacional Legal Services. Pero en julio de 2009, este agente residente fue cambiado, cuando en esa fecha acudió al Registro Público de Panamá el abogado Francisco Frankie Martinelli para inscribir a su bufete –Patton Moreno & Asvat– como los nuevos abogados de la sociedad. Por espacio de unos cinco años, este bufete fue su agente residente hasta que en agosto de 2014 –que coincide con el cambio de gobierno– fue, finalmente, disuelta.
Pese a que la cuenta recibía cuantiosos fondos de otras sociedades controladas por Odebrecht –como Smith & Nash Engineering– Rodrigues Junior declaró que él no solo era el firmante de la cuenta, sino que, además, era el beneficiario final.
Esta cuenta, después de mantenerla operativa durante unos dos años –y con decenas de movimientos transaccionales, casi todo al extranjero– fue también cerrada en agosto de 2009, mes en el que se disolvió la sociedad en el Registro Público panameño.
Esta cuenta se abrió cuando Constructora Norberto Odebrecht apenas tenía vida jurídica en Panamá.
Para cuando la empresa abrió la cuenta bancaria –en febrero de 2007 – Odebrecht tenía solo cinco meses de haberse inscrito en el Registro Público.Sin embargo, la constructora ya tenía obras con el Estado en curso, incluso, desde desde 2005, como el proyecto de riego Remigio Rojas y la construcción de la autopista Madden-Colón, este último, un proyecto que fue muy polémico por los términos del contrato.
El gobierno del entonces presidente Martín Torrijos tenía programado iniciar las obras de esta autopista el 9 de enero de 2007, en el marco de la visita de su entonces colega, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien tenía previsto una visita acompañado de una misión de empresarios, entre ellos, representantes de Constructora Norberto Odebrecht, S.A.
Justamente, Lula es señalado por supuestamente hacer lobby para Odebrecht.
La cuenta en mención de Constructora Internacional del Sur recibió más de 9 millones de dólares, la mayoría en transferencias bancarias internacionales. Casi la totalidad de los fondos recibidos fueron transferidos, a su vez, en transacciones internacionales.
Aunque la mayoría del dinero que recibió esta cuenta provino de transacciones que le hizo la sociedad Smith & Nash Engineering Company, procedente de Suiza, la cuenta también recibió fondos de República Dominicana, España y Ecuador.
(Esta es una publicación en conjunto con IDL Reporteros)