Incluyen a cotizantes inactivos en el IVM, la presión aumenta

Incluyen a cotizantes inactivos en el IVM, la presión aumenta
Se necesitan tomar medidas que no solo se enfoquen en la liquidez a corto plazo, sino que también se cuide el mediano y largo plazo. La estructura actual demandará importantes recursos para el pago de los futuros pensionados. Elyseé Fernández


Finalmente la administración de la Caja de Seguro Social (CSS) reconoció a los cotizantes inactivos en sus corridas actuariales, lo que permite materializar la cantidad de personas con las que existe un compromiso para el pago futuro de pensiones en el subsistema exclusivamente de beneficio definido de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).

La información financiera que la CSS entregaba a la Junta Técnica Actuarial para determinar de qué tamaño es el problema de insolvencia que enfrentará el IVM no incluía a los cotizantes que aparecen como inactivos porque no estaban haciendo los desembolsos de la denominada cuota obrero-patronal en el año de análisis, aunque sí habían hecho contribuciones para jubilarse.

Hasta el año 2019, antes de la pandemia, el total de cotizantes que se tomaban en cuenta en el sistema se limitaba a 592 mil 44, que eran aquellos que estaban haciendo sus aportes.

Pero con el cambio de metodología, (incluyendo los activos e inactivos) se pasó a 839 mil 146 trabajadores con derechos latentes.

Esto significa que del gran total, 37.5% son inactivos que no cotizaron en el año 2020 y que se hubieran quedado fuera del análisis.

Ahora, tal como indica la Junta Técnica Actuarial, se puede tener la imagen completa del potencial de pensiones y otros beneficiarios del subsistema.

Dicha información se desprende del informe que la Junta Técnica Actuarial entregó el pasado 15 de agosto a la junta directiva de la CSS y al Ministerio de Economía y Finanzas, en el cual quedan consignadas sus valoraciones respecto al régimen de IVM, con información al 31 de diciembre de 2020.

En la categoría de los llamados contribuyentes inactivos se pueden encontrar algunos cotizantes que incluso han terminado de pagar las cuotas requeridas para jubilarse, pero no han llegado a la edad de retiro.

También podrían estar personas que han pagado una cantidad determinada de cuotas, pero que debido a la pérdida de actividad económica, en el año de análisis, han dejado de hacer dichas contribuciones, aunque esto no significa que no podrán jubilarse en el futuro, si es que retoman sus pagos.

La incorporación de los cotizantes inactivos tiene un impacto material, primordialmente en las proyecciones a largo plazo respecto a la cantidad de pensiones que debe considerar el IVM.

A manera de ejemplo, en el 2019 el departamento actuarial de la CSS había proyectado que para 2023 habrían 276 mil 49 pensionados, pero al incluir a los cotizantes inactivos se saltó a 279 mil 847. La Junta Técnica Actuarial cree que la cantidad final sería de 284 mil 198.

Y así, progresivamente, se fueron haciendo ajustes hasta que la brecha, entre lo que originalmente se había proyectado y las corridas actuales, se ha hecho más ancha.

Cuando aún no se había incorporado a los cotizantes inactivos, la proyección de la administración de la CSS era que en el año 2029 habrían 334 mil 084 pensionados, pero la cifra aumentó a 349 mil 729. Mientras que a juicio de la Junta Técnica Actuarial la cantidad de jubilados será de 377 mil 137 en siete años.

Mientras va en ascenso la cantidad de personas jubiladas es menor el número de trabajadores activos que siguen pagando su cuota obrero patronal, que es con la que se financia gran parte de las pensiones.

Esta es la razón por la cual el programa no es sostenible porque cada día hay más jubilados y menos cotizantes. Es decir, más pagos en concepto de pensiones y menos ingresos en el renglón de la cuota obrero - patronal.

Tal situación se agravó con la pandemia, cuyos efectos terminaron de crucificar al programa y también el empleo en el país.

Se había proyectado que las reservas del subsistema exclusivamente de beneficio de IVM se agotarían en el año 2025, pero cuando se incorporan los estragos de la covid-19, la lectura es otra.

El informe de la Junta Técnica Actuarial precisa que sus proyecciones y las del departamento actuarial de la CSS llegan a una conclusión similar: Las reservas del subsistema de IVM y el fideicomiso a su favor se agotarán entre el último trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, si no se hace nada.

Los trabajadores cotizantes del sistema definido pasaron de 592 mil 44 a 524 mil 800, lo que representó una baja de 11.4% entre 2019 y 2020.

Otro dato interesante es que la cantidad de cotizantes que logró mantenerse activo en 2020 hizo aportes por menos meses, comparado con periodos fiscales anteriores, precisamente por la crisis laboral.


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