La industria manufacturera registró una reducción en el producto interno bruto en el año 2024 de 0.7%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
El informe indica que la contracción se debió a la disminución en la producción de bienes en ciertas actividades económicas como la producción de carne y productos cárnicos por el menor sacrificio de ganado vacuno y porcino; la fabricación de concreto premezclado y cemento; y la elaboración de bebidas gaseosas, entre otras.
Mientras que las actividades que mostraron tasas positivas en el caso de la manufactura fueron la producción de carne de pollo; el procesamiento y conservación de pescado y de productos de pescado, como reflejo de una mayor captura de peces de tipo industrial; la elaboración de productos lácteos medidos a través de la leche natural utilizada en la industria; y la elaboración de bebidas alcohólicas, como la cerveza, seco y ron.
El presidente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), Raúl J. Montenegro, destacó la urgencia de fortalecer la industria local ante la incertidumbre económica. Propone mejorar infraestructura, simplificar trámites y fomentar encadenamientos productivos para impulsar la competitividad y proteger el empleo manufacturero.
¿Cómo ha afectado la desaceleración económica del 2.9% al sector manufacturero que retrocedió 0.7% y cuáles han sido los principales retos para la industria?
La desaceleración económica impacta al sector manufacturero, principalmente porque afecta la masa monetaria y el dinero circulante en el país. Esto reduce el consumo y, a su vez, baja las expectativas de crecimiento en los sectores productivos.
El sector manufacturero, que depende tanto del consumo local como de los encadenamientos productivos con otras industrias, ha sentido esta desaceleración. La industria es un gran consumidor de insumos y servicios nacionales, lo que significa que cualquier reducción en la actividad económica golpea no solo a las fábricas, sino a toda la cadena de valor que gira alrededor de la manufactura.
En cuando a los aspectos que pueden seguir afectando si no se toman medidas, se encuentra la incertidumbre por el retraso de los diversos proyectos del país, la deuda pública, el riesgo a perder el grado de inversión; así como las huelgas y amenazas, que atentan contra la estabilidad económica, entre otros factores.
El gobierno debe acelerar la puesta en marcha de proyectos claves en el sector de la construcción, y reactivar la actividad minera lo que contribuiría a dinamizar la economía. El reto más grande ahora es recuperar la confianza para incentivar la inversión y fortalecer la demanda interna.
¿Qué impacto ha tenido el cierre de la mina en la producción y en la cadena de suministros de las empresas manufactureras?
El cierre de la mina ha generado un impacto significativo, no solo por la caída en las exportaciones, sino por el impacto negativo en la cadena de suministros. Miles de proveedores vieron afectados sus negocios, lo que incidió en sus ventas, capacidad de pago de préstamos e hipotecas y a su vez se vieron en la necesidad de hacer reducciones de personal y en algunos casos de cerrar sus operaciones.
Por ejemplo, en la provincia de Coclé, la actividad económica se ha visto afectada con una disminución de la ventas de hasta 50% por el cierre de la mina y la reducción de las plazas de trabajo.

¿Qué medidas propone el gremio para fortalecer la industria local y mejorar su competitividad frente a las importaciones?
Desde el SIP planteamos varias acciones clave:
· Mejora de la infraestructura fuera de la capital, especialmente en logística y acceso al agua, para diversificar la producción y facilitar la exportación.
· Impulso a los encadenamientos productivos para integrar mejor a los pequeños productores con la industria local.
· Modernización de la regulación y simplificación de trámites para eliminar la burocracia, reducir costos y tiempos operativos.
· Fortalecimiento de la formación técnica, para alinear la capacitación del capital humano con las necesidades reales de la industria.
· Protección estratégica de la industria local, asegurando que los aranceles protejan los bienes finales, pero faciliten la importación de materias primas e insumos clave con el fin de mejorar la competitividad y evitar la competencia desleal
¿Cómo ha evolucionado el empleo en el sector industrial y qué estrategias se están impulsando para generar más puestos de trabajo?
La industria manufacturera es el tercer mayor empleador del país, generando más de 152 mil plazas de trabajo y el segundo sector con mayor generación de empleo en la última década, creando 27 mil nuevos empleos.
El SIP está impulsando el fortalecimiento de alianzas con instituciones como el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), la Universidad Interamericana de Panamá (UIP) y el Instituto Técnico Don Bosco con el objetivo de fortalecer las habilidades técnicas y blandas que requiere la industria.
De igual forma, si el gobierno acelera la activación de proyectos claves en el sector de la construcción, y se reactiva la actividad minera, se impulsarán nuevas plazas de empleo. Por otro lado, consideramos que debe haber una estrategia de fomento al emprendimiento por parte del Estado para disminuir la informalidad.
¿Qué políticas públicas considera necesarias el Sindicato de Industriales para fomentar el crecimiento de la manufactura en Panamá?
· Es esencial diseñar una política pública que incentive tanto la inversión nacional como internacional, ofreciendo seguridad jurídica, procesos más ágiles y un entorno competitivo que motive a las empresas a establecerse y expandirse en Panamá.
· Panamá debe mirar más allá de sus fronteras. Necesitamos una política pública que permita el aprovechamiento de mercados internacionales y el aumento de las exportaciones. Por ejemplo, actualmente, no estamos aprovechando a fondo el mercado centroamericano, ni conocemos lo suficiente sobre Mercosur.
· La manufactura no puede concentrarse solo en la capital. Es necesario impulsar una política que lleve inversión industrial al interior del país, aprovechando proyectos estratégicos como el Tren Panamá-David.