Informalidad, baja productividad y deficiencia en los servicios públicos restan competitividad al país

Informalidad, baja productividad y deficiencia en los servicios públicos restan competitividad al país
El presidente de la República, José Raúl Mulino, durante la conferencia del Centro Nacional de Competitividad. Cortesía.


Con un “buenas tardes” y un ‘¿ahora qué hago aquí?’, el presidente de la República, José Raúl Mulino, bromeó al llegar al Gran Salón del Hotel Sheraton de Ciudad de Panamá, donde se realizó la conferencia “Impulsando la Competitividad, fortalecemos Panamá”, organizada por el Centro Nacional de Competitividad.

El mandatario fue ubicado de inmediato en la primera fila, donde escuchó atentamente el discurso de Marcela Galindo, presidenta de la junta directiva del Centro Nacional de Competitividad.

Al tomar la palabra, el presidente Mulino destacó que es un presidente “presente” y que estará atento a las tareas que el país necesita para superar las deficiencias existentes, entre ellas, la necesidad de reducir la pobreza y la desigualdad.

“Tenemos un objetivo común: hacer crecer este pequeño país. Debemos tomar acciones para mejorar la posición de Panamá”, afirmó.

Mulino instó a los empresarios a unir esfuerzos y dejar atrás las diferencias. Agregó que “no solo se debe velar por el crecimiento económico, sino que esas tasas de crecimiento se traduzcan en menos pobreza y más educación”.

Resaltó que en los primeros días de su gobierno se ha enfocado en poner orden en las finanzas públicas, con una gestión “sin botellas ni gastos superfluos”.

Se comprometió a modernizar el Estado, mejorando las instituciones y generando mayor transparencia. “Debemos buscar orden en la Caja de Seguro Social, porque no podemos ser competitivos si los compatriotas tienen que esperar más de 150 días para ser operados del corazón”, enfatizó.

Anunció la reactivación del Gabinete Logístico, integrado por los sectores público y privado, para fortalecer el hub logístico y atraer más inversión.

Informalidad, baja productividad y deficiencia en los servicios públicos restan competitividad al país
Marcela Galindo, presidenta de la junta directiva del Centro Nacional de Competitividad. Cortesía


Las debilidades detectadas

Minutos antes, la presidenta de la junta directiva del Centro Nacional de Competitividad, Marcela Galindo, describió los desafíos del país, destacando las debilidades en el mercado laboral, como el incremento de la tasa de informalidad, que supera el 47.4%, además de la baja productividad y deficiencias en la prestación de servicios públicos, como el acceso a agua potable, vialidad y otras infraestructuras. Estas carencias afectan la competitividad de Panamá tanto a nivel regional como en su capacidad para atraer más inversiones y consolidar su crecimiento económico.

“Panamá enfrenta retos como el descenso en la productividad, un mercado laboral que no crece al ritmo necesario y una deuda que obstaculiza el desarrollo. Parece que hemos caído en la trampa del crecimiento con una productividad estancada”, expresó Galindo, señalando también lo perjudicial del alto endeudamiento público que arrastra el país.

Galindo sostuvo que Panamá tiene una alta vulnerabilidad social relacionada con el empleo informal, factores que contribuyen a la pérdida de competitividad. Indicó que se trabajará en la elaboración de una estrategia de competitividad para 2024-2029, con un enfoque colaborativo entre el sector privado y el público, con el fin de superar las debilidades y fallas identificadas.

Informalidad, baja productividad y deficiencia en los servicios públicos restan competitividad al país
Durante el foro del Centro Nacional de Competitividad, el presidente estuvo acompañado de varios ministros, entre ellos el de Comercio e Industrias Julio Moltó, de la presidencia Juan Carlos Orillac y de Desarrollo Social Beatriz Carles Arango. Cortesía


Desempleo y falta de competitividad en el interior

En el reciente Informe de Competitividad, emitido por la organización este año, se señala que las provincias de Panamá, Panamá Oeste y Colón, a pesar de generar la mayor parte de la producción agregada del país, presentan los niveles más altos de desempleo, superando incluso la media nacional del 7.4%.

“Esto revela una paradoja económica: aunque estas provincias concentran la mayor parte de la actividad económica, enfrentan serios desafíos para absorber su fuerza laboral, especialmente en sectores como el comercio, la construcción y los servicios, que requieren una demanda sostenida para mantener empleos estables”, añadió Galindo.

En el Índice de Competitividad Provincial de este año, se destacan como líderes las provincias de Panamá, Panamá Oeste y Colón, principalmente por su infraestructura avanzada, alto capital humano y un entorno favorable para la inversión, además de su conectividad internacional y la presencia de servicios financieros y logísticos de alta calidad.

Por otro lado, las provincias intermedias, como Chiriquí, Coclé, Herrera y Veraguas, muestran un desempeño competitivo moderado, con fortalezas en sectores específicos, pero con limitaciones en infraestructura y diversificación económica.

Finalmente, Galindo advirtió que las provincias de Los Santos, Bocas del Toro y Darién siguen rezagadas al final del escalafón debido a la falta de infraestructura básica, baja escolaridad y una economía poco diversificada, factores que limitan sus oportunidades de desarrollo y crecimiento económico.


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