A medida que avanza la tecnología en los países desarrollados se desvanece poco a poco el fantasma de la sustitución de empleos por cuenta de la inteligencia artificial (IA) y la automatización, y se evidencian las oportunidades que se pueden aprovechar tanto en el sector público como el privado.
La IA tiene el potencial de transformar la forma en que los gobiernos operan y se relacionan con los ciudadanos. Un estudio realizado por CAF -banco de desarrollo de América Latina- destaca tres posibles efectos: la posibilidad de extender el trabajo de las organizaciones públicas al procesar grandes cantidades de datos en muy poco tiempo; la optimización del trabajo, dado que la IA, al realizar tareas repetitivas, libera tiempo de los trabajadores y contribuye a mejorar la calidad, reducir costos y acelerar procesos; y finalmente la expansión del valor o hacer las cosas de una forma diferente para obtener el mayor beneficio de las personas y de las máquinas.
“La evaluación realizada para medir el grado de preparación para la adopción de la IA en el sector público llevó a la conclusión de que los tres países analizados tienen un nivel intermedio (Chile 42%, Colombia 57%, y Uruguay 54%). Todos ellos presentan avances significativos en el desarrollo de ambientes de política favorables para la adopción de la IA en el empleo público.
Los mayores desafíos están en los componentes de la estimación del impacto esperado de la IA en el empleo público; la revisión de las estructuras y roles del Estado; el diagnóstico y desarrollo de habilidades para la IA y la cuarta revolución industrial (4RI) en los servidores públicos, y las estrategias de cambio cultural organizacional en el Estado”, señaló Guillermo Cruz Alemán, autor del informe.
Los más avanzados en lo que respecta a estrategias de preparación de la fuerza laboral del sector público para la implementación de la IA y 4RI son Estados Unidos y el Reino Unido.
El Gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha acciones relevantes, como la definición de un plan nacional de formación de la fuerza de trabajo para el siglo XXI, mientras que el Reino Unido cuenta con una academia digital para el desarrollo de habilidades digitales de los funcionarios públicos, así como con un programa de aceleración de proyectos de ciencia de datos al interior del gobierno.
Un análisis sobre el porcentaje de tiempo de los funcionarios públicos en Estados Unidos que podría verse potencialmente afectado por la IA, evidencia que entre el 20% y el 45% del tiempo de los trabajadores está dedicado a tareas que podrían ser automatizadas, mientras que entre el 45% y el 60% de su tiempo está dedicado a labores que podrían ser complementadas por la tecnología.
En América Latina el 30% de la fuerza laboral de las administraciones públicas trabaja en ocupaciones con alto riesgo de sustitución.
Las estrategias de desarrollo de habilidades para la IA/4RI recomendadas en el informe de CAF se clasifican de acuerdo con tres enfoques y diferentes perfiles de los servidores públicos: i) la recapacitación (reskilling) orientada a empleados cuyas tareas podrán ser sustituidas por la automatización o la IA; ii) la actualización de habilidades (upskilling)para especialistas de IA o TI, usuarios no especialistas, directivos y demás trabajadores de las entidades con contenidos personalizados acorde a los respectivos perfiles; y (iii) el reclutamiento de nuevos empleados con las habilidades duras y blandas requeridas por los gobiernos.
“La IA tiene alto potencial disruptivo para resetear las administraciones públicas en la era digital. En CAF promovemos la modernización digital para impulsar gobiernos más ágiles, abiertos e innovadores, que se apoyen en las nuevas tecnologías y la inteligencia de datos y fomenten mejoras en la eficiencia de las administraciones y en la calidad de los servicios a los ciudadanos”, afirmó Antonio Silveira, gerente de Infraestructura Física y Transformación Digital de CAF.
La aceleración de la adopción tecnológica por cuenta de la pandemia no debe perderse, por lo que el desafío de las administraciones públicas será empoderar a sus trabajadores para aprender y aplicar las nuevas habilidades requeridas en ese nuevo entorno, lo que permitirá equiparlos para operar en un mundo cada vez más digital y automatizado.