Interés preferencial saldrá del presupuesto estatal; Miviot revela que son $200 millones



El Gobierno defendió el subsidio al interés bancario aplicado a los préstamos hipotecarios, cuyo alcance se pretende reformar y extender a través de un proyecto de ley que ya fue enviado a la Comisión de Economía y Finanzas de la Asamblea Nacional.

Según el viceministro de Ordenamiento Territorial, José Batista González, este desembolso redunda en pagos del ITBMS, impuesto sobre la renta, ingresos por gestión de trámites y mantiene la inversión en el sector construcción, que según el funcionario, genera 100 empleos directos y 50 indirectos por cada millón de dólares invertido.

Interés preferencial saldrá del presupuesto estatal; Miviot revela que son $200 millones
El 80% de los préstamos hipotecarios se otorgan con interés preferencial. .Archivo

Según los cálculos del Gobierno, ese subsidio con el que se absorbe una parte de la tasa de interés del préstamo, saldrá directamente del presupuesto estatal y representará unos 200 millones de dólares anuales aproximadamente.

Batista recordó que la subvención se gestionará de esa forma, a raíz de la modificación de la ley del FECE (Fondo Especial de Compensación de Intereses), que retornará íntegramente a su concepción inicial, que son los préstamos para el sector agropecuario.

José Batista González

“La idea es que se mantenga la tendencia del 80% de los préstamos hipotecarios, que son otorgados bajo este esquema”.

Una primera propuesta de reforma a la ley de interés preferencial de la Asamblea Nacional fue vetada por el Ejecutivo por inexequible e inconveniente, ya que carecía de las corridas necesarias por parte del Ministerio de Economía y Finanzas, incluso de las consultas previas al propio Miviot, reveló Batista a este medio.

Además, la propuesta inicial de la Asamblea extendía hasta 2028 los beneficios del interés preferencial, a diferencia de la propuesta llevada ahora por el Ejecutivo a la Asamblea, que pone fecha tope hasta 2025 para las casas y 2024 para apartamentos.

Sobre las críticas al subsidio, de quienes advierten que los verdaderos beneficiarios son las constructoras y no los consumidores, Batista negó que la subvención contribuya a aumentar los precios de las viviendas y que sea un subsidio a las inmobiliarias y constructoras.

Tal crítica es una “visión sesgada de la realidad”, que “subestima al sector bancario” y significa “desconocer el sector construcción”, dijo el funcionario.


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