La Junta Técnica Actuarial envió a finales de noviembre de 2019 una nota al ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander y el presidente de la junta directiva de la Caja de Seguro Social (CSS), Miguel Edwards, en la que advirtió la necesidad de aportes “combinados” del Estado y el aumento en las cuotas de contribuciones obrero-patronal, así como el incremento en las edades de referencia de pensión, disminución de beneficios, entre otras, para salvar las finanzas de la institución.
La misiva señala que “desafortunadamente, la terrible situación de los estados financieros y la ausencia de informes actuariales por parte de la administración impide proponer recomendaciones específicas que tengan credibilidad: recomendaciones que la Junta Directiva pueda sustentar ante los sectores que representan y el poder Ejecutivo ante el país, en general”.
La Junta Técnica Actuarial también plantea que para elaborar un informe, según lo establece la Ley, requiere un informe actuarial anual preparado por la CSS en 2018 y los estados financieros auditados en 2018. Sin embargo, solo tenían disponible la base de datos de los pensionados en el 2018, cotizantes activos en 2018 y las bases biométricas, lo que le impide entregar con la total completitud un informe.
Una copia del documento suscrito por Carlos Pimentel García, Eduardo José Rodríguez y Andrés De La Guardia Guerra, miembros de la Junta Técnica Actuarial, fue enviada al director de la CSS, Enrique Lau Cortés, quien el pasado martes presentó un informe sobre la situación de la entidad, pero no mencionó este informe de la junta.
Durante la conferencia, Lau Cortés, admitió que ya se empezaron a utilizar las reservas del subsistema de beneficio definido de pensiones. Esto retrata la frágil situación en la que se encuentra el programa del que dependen 200 mil jubilados.
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Lau Cortés aclaró, sin embargo, que se trata de información que no es 100% confiable, debido al manejo errado de los programas de contabilidad de la entidad y la falta de depuración de la data.
No obstante, cuando Lau Cortés presentó las cifras de las reservas de la CSS, detalló que en 2018 se utilizaron 48 millones de dólares del subsistema definido del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). Y que en el año 2019 se usaron otros 228 millones. De allí, que el pronóstico es que las reservas se agoten para 2023.