La Zona Libre de Colón registró un movimiento comercial de 12,246 millones de dólares durante el primer semestre del año, lo que representó una disminución del 11% en comparación con el mismo período del año pasado.
Del total reportado entre enero y junio, 6,473 millones de dólares fueron importaciones, es decir, lo que compran las empresas que operan en la zona franca, mientras que 5,773 millones de dólares correspondieron a reexportaciones o ventas realizadas.
Al cierre del primer semestre del año, China Continental fue el principal proveedor de la zona franca, con el 51.4% de las importaciones, seguido por Estados Unidos con el 6.7%, México con el 4.8%, Panamá con el 2.8% y Reino Unido con el 2.3%, representando en total el 68.0% de las importaciones.
En cuanto al destino de las reexportaciones, Panamá ocupó el primer lugar con el 13.6%, seguido por Venezuela con el 13.1%, Cuba con el 9.3%, Nicaragua con el 8.1%, Costa Rica con el 5.5%, Colombia con el 5.4%, Honduras con el 4.2%, El Salvador con el 3.7%, República Dominicana con el 3.5%, Guatemala con el 3.1%, Estados Unidos con el 2.9% y Chile con el 2.3%. Estos países representan el 74.7% del total de las reexportaciones.
La Prensa conversó con Dovi Eisenman, nuevo presidente de la Asociación de Usuarios de la ZLC, para conocer los retos que enfrenta la zona franca y que limitan su crecimiento.
¿Cómo valora el estado de la ZLC?
Actualmente, los edificios no tienen valor; han perdido valor principalmente debido al problema del agua. Al no contar con un sistema de abastecimiento constante, las aseguradoras no quieren asegurar los edificios y, cuando lo hacen, las primas son demasiado costosas debido al alto riesgo.
La posición geográfica de la ZLC es óptima, contamos con una legislación actualizada y tenemos beneficios para hacer negocios, pero el valor de la zona y su potencial serían mucho mayores si se resolvieran los problemas de infraestructura, seguridad, entre otros. En otras palabras, estaríamos prosperando, y eso ayudaría al país, ya que la zona franca es un pilar de la economía con aportes millonarios al Producto Interno Bruto. Además, es un gran generador de empleos con más de 60,000 puestos de trabajo directos e indirectos, y esa cifra podría aumentar con mejores condiciones.
Sin duda, la inseguridad es un tema que debe abordarse lo antes posible. Las pandillas son un problema serio para la ciudad de Colón y la zona libre, y mientras eso no mejore, los inversionistas no se sentirán seguros de invertir en la provincia.
¿La ZLC está cerca o lejos de lograr su máximo potencial?
Estamos muy lejos; hay que arreglar la casa para atraer nuevas inversiones y, lo más importante, para que las personas y los inversionistas estén cómodos y les guste trabajar en la zona franca. En eso estamos trabajando desde la Asociación, con 8 comisiones que se encargarán de distintos temas. La primera parte será trabajar en la infraestructura, que está bastante deteriorada: edificios, carreteras, vías de acceso y la parte de seguridad. Todo tiene fallas. En el camino también se deben resolver otros puntos, como la implementación de nueva tecnología para la detección temprana de incendios y alarmas para ayudar a resolver estos problemas.
El enfoque principal es resolver la infraestructura, la seguridad y la modernización en los pasos de entrada a la zona y en los trámites para fortalecer nuestra posición como la zona franca más grande de la región, al mismo tiempo que seguimos creciendo.
¿Qué ha faltado para resolver el tema del agua, voluntad o dinero?
Es una falta de voluntad de los últimos gobiernos la que nos ha impedido avanzar, no solo en la zona libre, sino también en la provincia de Colón, especialmente en la ciudad, que ha estado abandonada durante muchos años. Hay que ponerle más interés. Lo positivo es que este nuevo gobierno ha manifestado su voluntad de resolver los problemas de Colón y se han realizado acercamientos con los distintos gremios de la provincia, lo cual es positivo.
Ya nos reunimos con la nueva administración y hemos sostenido varios encuentros. Nos compartieron su plan de negocios y lo que necesitarían de parte de los usuarios de la zona franca para impulsar los cambios. Han sido conversatorios productivos donde se abordaron los temas que nos afectan como empresarios. Lo importante es que la gerente, Luisa Napolitano, es usuaria de la zona franca y conoce lo que el sector privado necesita. Todo se ve con buenos ojos; hay que trabajar de ambas partes.
¿Cómo ve el comportamiento comercial este año?
Todavía nos estamos recuperando de la pandemia respiratoria del coronavirus, y aún no hemos alcanzado los mejores años de la ZLC, a pesar de que ya han pasado más de 10 años. Hay que recordar que la zona franca depende del comportamiento económico de la región; si a los países les va bien, a nosotros también.
¿Mercados importantes para la ZLC?
Venezuela y Colombia son importantes para la zona franca, aunque este último aún mantiene restricciones arancelarias, un tema que todavía no se ha resuelto a pesar de las demandas que ha impuesto el país en la Organización Mundial del Comercio. Necesitamos que la Cancillería y el Ministerio de Comercio e Industrias nos ayuden a resolver este tema, porque aunque seguimos vendiendo en ese país, los aranceles son muy altos.
La zona franca es muy diversificada, con reexportaciones de ropa, artículos de marca, calzado, tecnología, medicamentos, entre otros, sumado a la logística que ofrece el complejo comercial.
Centroamérica es un mercado importante para nosotros, y el Caribe también tiene una participación significativa, con una importante participación de Cuba y Haití. Un punto que necesitamos mejorar es atraer a empresas distribuidoras para que se instalen en la zona y puedan atender esos mercados desde Colón.
Vemos con buenos ojos los planes del presidente José Raúl Mulino de incorporar a Panamá al Mercosur, ya que nos abrirá nuevos mercados y esperamos que se concrete.
¿Qué opina de la Ley 412 del 21 de noviembre de 2023, que modifica la Ley No. 8 de 2016, que reorganiza la Zona Libre Colón?
Es una buena ley que nos equipara con Panamá Pacífico, pero no podemos acceder a esos beneficios hasta que se reglamente. La ley nos da incentivos, lo cual es positivo para una zona que ha estado muy golpeada durante años, y todo lo que ayude a los negocios es bueno. Sin embargo, la clave estará en la reglamentación y en que esta sea clara y comprensible para todos.
¿Qué ocurrió con el plan de impulsar el comercio electrónico en la zona?
Antes de la pandemia, se avanzó un poco en ese tema, pero los resultados fueron limitados. Aún no es un modelo adecuado para la ZLC, que depende del comercio al por mayor. Para impulsar el comercio electrónico, necesitamos atraer a grandes jugadores en ese campo, como Amazon, pero eso no ocurrirá con la infraestructura actual. Una vez se resuelva este punto, podremos manejar a este tipo de jugadores de comercio electrónico.