El proyecto de ley que el Consejo Nacional de los Trabajadores Organizados (Conato) ha enviado a la Asamblea Nacional incluye, además de la eliminación del subsistema mixto de ahorro de pensiones, incluye una serie de reformas a la ley de la Caja de Seguro Social (CSS) cuya aplicación sería insostenible.
Por ejemplo, se establece la necesaria revisión periódica de las pensiones para adaptarlas a la evolución del costo de la vida y del nivel de ingresos del país, sin determinar de dónde se sacarían los fondos para cumplir con los ajustes inflacionarios o si esto implicaría más aportes de los cotizantes.
No hay duda de que todo jubilado necesita y aspira a una mejora en sus pagos mensuales, en especial cuando recibe del 40% al 60% de los ingresos que solía tener cuando era trabajador, mientras el costo de la vida sigue escalando.
Pero cumplir con dicha promesa en un sistema que enfrenta severos problemas estructurales, y cuyas reformas propuestas solo le quitan los ahorros a las futuras generaciones para pagar a los actuales jubilados, hace inviable la hazaña que se propone en el proyecto de ley 748, en primer debate en la Asamblea Nacional.
Unidad: Significa que los diversos componentes de la seguridad social, prestaciones de salud y prestaciones económicas deben operar con una armonía sistémica, con criterios congruentes y coordinados, eliminándose retribuciones exageradas para determinados servidores públicos y en la necesaria revisión periódica de las pensiones para adaptarlas a la evolución del costo de la vida y del nivel de ingresos
Proyecto de ley 748
Eliminar el subsistema mixto de pensiones, que tiene un componente de ahorro personal, para que sobreviva el subsistema exclusivamente de beneficio definido, daría un pequeño respiro al programa público de pensiones, ya que los fondos del primero se utilizarían para financiar al segundo. Pero el dinero no es ilimitado.
Las reservas tendrían balance positivo solo hasta 2036 y se agotarían los fondos legales en 2041, de acuerdo con lo que ha advertido la Junta Técnica Actuarial.
Es decir, que apenas un par de años después de que los primeros trabajadores del actual sistema mixto lleguen a la edad de jubilación, ya se empezarían a enfrentar déficit que no habría cómo tapar.

Esta medición, incluso, está hecha sin considerar el aumento periódico del que ahora habla el Conato.
Actualmente son demasiados jubilados en el subsistema de beneficio definido del programa de Invalidez Vejez y Muerte (IVM) para la cantidad de trabajadores activos que pueden subvencionar sus pagos cada año, pero esta situación no cambiará si se llegara a unificar con el subsistema mixto. De hecho se agrava.
El problema estructural del subsistema de beneficio definido del IVM es que cada año crece el número de personas a las que hay que pagarle pensiones, mientras que se va reduciendo el número de cotizantes.
Los ingresos anuales de la cuota obrero-patronal de los cotizantes son la principal fuente de financiamiento de las pensiones, pero como estos no cubren los pagos de quienes ya están jubilados, entonces hay que echarle mano al fideicomiso que el programa tiene en el Banco Nacional de Panamá o a las reservas.
Es por ello que las reservas, que ya se han empezado a utilizar, se acabarán en 2024.
Las deudas del subsistema exclusivamente de beneficio definido van más allá de los $18,600 millones que se tienen que pagar a través del tiempo a quienes ya están jubilados.
En realidad, las deudas actuariales reales de la CSS estarían entre $65 mil y $75 mil millones, que sería el monto total que de aquí a 2079 habría que pagarle a los actuales y futuros pensionados que hagan parte del subsistema exclusivamente de beneficio definido.
Y si a todo este problema se le suman los cotizantes del subsistema mixto, las cosas se saldrían de control de forma irreversible.
El subsistema mixto consta de dos componentes: uno de beneficio definido basado en un régimen de reparto de capitales de cobertura, al que se cotiza con base a los primeros $500 de salario mensual, y otro de ahorro personal, basado en un régimen financiero de capitalización individual, al cual se cotiza sobre el excedente de los $500 de ingresos de un trabajador.
Estos fondos pertenecen a las personas afiliadas a la CSS que al 1 de enero de 2006 tenían 35 años de edad o menos y que optaron expresamente por participar en este programa.
Además, de todos los nuevos trabajadores que ingresaron al sistema a partir del año 2008.
Y este programa, con sus propias complejidades, también se enfrentará a futuros desafíos.
La Organización Internacional del Trabajo ( OIT) ha indicado que a partir de la década de 2050 el componente de beneficio definido del subsistema mixto comenzará a registrar ingresos por cuotas obrero- patronal que no serán suficientes para cubrir las prestaciones o pagos de dicho componente.



