La Caja de Seguro Social (CSS) administra un programa de pensiones que está en quiebra. Se trata del subsistema exclusivamente de beneficio definido (SEBD) de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), del que dependen más de 200 mil personas que hoy están pensionadas. Esto también impacta a quienes actualmente pagan cuotas a este programa.
El SEBD ha entrado en una etapa en la que los flujos de ingresos anuales no alcanzan a cubrir los gastos anuales. Es un sistema cerrado, ya no entran nuevos cotizantes, y, producto del envejecimiento natural de su población afiliada, los gastos por el pago de pensiones irán en incremento.

1. Los ingresos en concepto de cuota obrero-patronal del IVM son los más importantes. Al cierre de 2023, de acuerdo con estados financieros no auditados, los ingresos por cuotas ascendieron a $1,341 millones, más $86.1 millones de otros ingresos, pero los gastos sumaron $2,275 millones.
2. Esto explica por qué se han utilizado las reservas legales disponibles con mayor frecuencia. Es como si sus gastos en casa fueran en aumento y sus ingresos cada día menores, lo que lo obliga a acudir a su cuenta de ahorro, al punto de no quedar más dinero disponible en el banco.
3. En el caso del SEBD, el déficit, antes de los aportes que realiza el Estado, ya ronda los $900 millones al año. No hay forma de tapar este faltante sin ahorros. Tampoco se puede cubrir el faltante de dinero con el cobro de las cuentas morosas.
4. En el caso hipotético de que la CSS tuviera $700 millones en cuentas morosas, esto apenas cubriría el pago de tres meses y medio de pensiones. Esto es como ponerle una curita a una gran herida, con hemorragia incluida.
5. Cuando se hicieron las reformas al sistema de pensiones en el año 2005, se esperaba que la mayoría de los trabajadores menores de 35 años migrara al sistema mixto (con un componente de ahorro personal), pero esto no sucedió porque el cambio era opcional.
6. De allí que se espera que el total de beneficiarios continúe creciendo hasta aproximadamente 2045, mientras que el total de cotizantes activos del SEBD se extinga hasta 2060.
7. Los estudios actuariales de la CSS y los informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que en ningún momento de la proyección los ingresos totales alcanzarán para cubrir los gastos totales.

8. Las reservas ya se acabaron. El reloj se paró este año. La Junta Técnica Actuarial de la CSS y el Departamento Actuarial de la CSS llegan a la conclusión de que las reservas del subsistema exclusivamente de beneficio definido y el fideicomiso se agotaron entre el último trimestre de 2023 e inicios de 2024.
9. El peor resultado operativo se alcanzará en 25 años, cuando se experimente un déficit de $7,500 millones.
10. La OIT reconoce que el primer desafío de Panamá es a corto plazo y requiere atención urgente debido al inminente agotamiento de las reservas en 2024. El segundo, igualmente importante o incluso más, está enfocado en el mediano y largo plazo, pues implica encontrar una fórmula para financiar de manera permanente el déficit operativo del sistema de pensiones durante las próximas décadas.


