Portando carteles con mensajes de protesta, los tripulantes del barco de bandera de panameña Star Balboa, que cumplen un mes de estar detenidos en Trinidad y Tobago, se quejaron de ser “atropellados” por las autoridades trinitenses, a las que también responsabilizan de haberlos contagiados con el coronavirus.
Entre los 17 tripulantes hay ocho panameños, entre ellos, el capitán; cuatro venezolanos, un argentino, un nicaragüense, un colombiano, un peruano y un español.
En un pronunciamiento, el capitán Jesús Ignacio Russo, junto con la tripulación ubicados sobre la cubierta del barco, relató que desde la detención el pasado 3 de septiembre, no se les ha podido demostrar el supuesto tráfico de drogas, del cual se les acusa.
La embarcación llegó el 28 de agosto a la Bahía de Chaguaramas, en Trinidad y Tobago, para abastecerse de comida y agua. Sin embargo, según el capitán, el 3 de septiembre se presentó sorpresivamente un batallón de 50 personas armadas para requisar el barco, entre los que habían policías, integrantes de la guardia costera, agentes de aduanas y migración.
Según Russo, los agentes abordaron la embarcación sin seguir los protocolos de salud que se exigen para evitar la propagación del coronavirus y procedieron a informar que el barco estaba siendo detenido por “tráfico ilícito de estupefacientes, posesión de armas, municiones y polizones”.
“Pasamos de ser tripulantes honestos y trabajadores dedicados, a ser delincuentes, traficantes, terroristas y dígase más”, afirmó el capitán.
Marinos del buque de bandera panameña Star Balboa cumplen un mes detenidos en Trinidad y Tobado.
— La Prensa Panamá (@prensacom) October 2, 2020
La Asociación Panameña de Oficiales de Marina pide intervención urgente de autoridades panameñas.
Habla el capitán de la embarcación, Jesús Ignacio Russo#LaPrensaSecuestrada pic.twitter.com/dAe1aHw4qV
Las autoridades procedieron a decomisar todos los equipos electrónicos de la tripulación, incluyendo celulares y computadoras, dejándolos completamente incomunicados.
Narró que a un grupo lo mantuvieron en el comedor y a otro en el puente del barco, bajo la amenaza de que si no atendían la orden irían a dormir a la popa del barco a la intemperie.
Russo asegura que todo lo ocurrido le pareció muy extraño porque nunca se han visto involucrados en situaciones de esa magnitud, por lo que se ofrecieron a colaborar en la investigación.
Del grupo de personas que llegó a la requisa se dejó a nueve custodios, entre policías y agentes de la guardia costera.
Se hizo una inspección en el casco del buque con buzos, en los tanques de carga, bodegas, áreas cerradas, sala de máquinas con perros y hasta se rompieron techos de ciertos lugares en busca de la supuesta droga.
Lo último que procedieron a revisar fueron los tanques de lastre del barco que obligaron a vaciar, incumpliendo con el mandato de los convenios internacionales que prohíben lanzar estas aguas al mar por los efectos ambientales que tienen, “pero no encontraron nada”, agregó el capitán.
“Se fueron y no regresaron hasta dos semanas después, quedando solo los custodios a bordo”, dijo.
El 26 de septiembre decidieron desembarcar a los custodios dejando el buque sin vigilancia, pero el 30 de septiembre acudieron a colocar cámaras para grabar los tanques de la máquina del buque, “lo cual parece muy extraño y sospechoso de pensar que ellos tratan de meter droga a bordo o crear un video falso”.
Sobre este caso, la Asociación Panameña de Oficiales de Marina (APOM) solicitó de manera urgente la intervención de la Autoridad Marítima de Panamá, como ente rector del sector; el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Salud para que se cumpla con los protocolos internacionales para rescatar a los marinos y exigir que se dé la debida atención, ya que se reportan 14 tripulantes contagiados con el coronavirus.
Desde la Autoridad Marítima de Panamá una fuente dijo a este diario que han coordinado desde la primera semana de septiembre con el Consulado de Panamá en Trinidad y Tobago.


