Mercado financiero trata a Panamá como si hubiese perdido el grado de inversión



Los mercados financieros internacionales ya han penalizado la deuda de Panamá con mayores tasas de financiamiento, como si el país hubiese perdido el grado de inversión, aunque aún lo mantiene.

Así lo consideran analistas y economistas, que indican que el próximo Gobierno tendrá que hacer un manejo más conservador y prudente de las finanzas públicas, reducir la deuda, cumplir con la Ley de Responsabilidad Fiscal, elevar la recaudación tributaria e incluso colocar un órgano que supervise el cumplimiento de esa meta fiscal.

La reciente colocación de los bonos dejó en evidencia esa percepción del mercado que penaliza con mayores tasas el financiamiento al país.

De los $3,100 millones emitidos, $1,100 millones fueron en bonos con vencimiento en 2031 a una tasa cupón de 7.5%; otros por $1,250 millones con vencimiento en 2038 y un cupón de 8% y bonos por $750 millones con vencimiento en 2057 con una tasa cupón de 8.25%.

Normalmente la tasa a la que ha emitido Panamá anteriormente estaba entre 4% y 6%. Los analistas financieros como Álvaro Naranjo, indicaron que ya los mercados están descontando una posible pérdida del grado de inversión, aunque reconocieron que hubo apetito por parte de los inversionistas hacia la deuda panameña.

Igualmente Jonathan Astudillo, gerente de investigación de Indesa, mencionó recientemente que hay muchos factores de riesgo que hacen pensar que el país puede perder el grado de inversión, por lo que es urgente que el próximo gobierno tome medidas más prudentes en el manejo de las cuentas públicas.

Actualmente, S&P califica a Panamá como BBB con una perspectiva negativa (desde el 7 de noviembre); Moody’s degradó al país a Baa3 con una perspectiva estable el 31 de octubre, y Fitch mantiene una calificación de BBB-, pero revisó su perspectiva a negativa el 29 de septiembre.

El viceministro de Economía y Finanzas, Jorge Luis Almengor, es de la opinión que el país mantendrá el grado de inversión.

“Para nosotros siempre persisten amenazas para las finanzas públicas como el tema de la Caja del Seguro Social, y asegurar la sostenibilidad en el tema de los ingresos y las finanzas públicas”, dijo.

Sostuvo que al analizar los hechos, hay tres aspectos que favorecen al país para reducir ese riesgo de perder el grado de inversión:

1. Panamá en 2023 debe haber tenido un crecimiento de al menos 7%.

2. Se registró un cierre fiscal preliminar que establece que el país registró un déficit de 2.95% debajo del 3% para el sector público no financiero.

3. En 2023 pese a tener una leve reducción respecto a lo presupuestado de aproximadamente de 2% en los ingresos corrientes, se tuvo un aumento de 15% en los ingresos corrientes totales, orientados principalmente a los tributarios.

“Estas tres variables permiten reducir por lo menos con respecto a lo que fue el año 2023 la relación deuda producto interno bruto y es importante que se analice. Entendemos que hay mucha ansiedad por parte de las agencias calificadoras y de los inversionistas con respecto a los nuevos planes de la próxima administración, pero lo importante es demostrar como país que habrá sostenibilidad de las finanzas públicas”, dijo el viceministro en el marco de un evento de resultados de la Bolsa Latinoamericana de Valores (Latinex).

Almengor dijo que de las tres calificadoras aún se tiene el grado de inversión y aunque hay una con perspectiva negativa (la de Fitch), cree que esas amenazas de perder ese grado se pueden revertir confirmando el complimiento de los resultados macro fiscales. “Se pueden atacar en el corto y largo plazo con políticas públicas definidas”.

Mercado financiero trata a Panamá como si hubiese perdido el grado de inversión
Actualmente, S&P califica a Panamá como BBB con una perspectiva negativa (desde el 7 de noviembre). Archivo

Se mantiene el apetito de los inversionistas por deuda panameña

Almengor dijo que la última emisión registró una demanda que fue seis veces mayor al monto finalmente colocado de los $3,100 millones.

Sostuvo que los inversionistas llegaron a colocar solicitudes que superaron los $18,000 millones, lo que permitió ajustar la tasa cupón de cada una de las emisiones.

Almengor justifica las tasas elevadas en la última emisión al impacto internacional de la inflación por las secuelas del incremento en los tipos de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos.

“Obviamente se ve como una tasa alta, pero tenemos que entender que en este momentos estamos pasando por años en donde ha habido mucha fluctuación de los mercados financieros y obviamente los bancos centrales han tomado decisiones que han impactado esas tasas de referencia”.

Almengor agregó que con la reciente emisión sienten que tendrán suficientes recursos por lo menos en el corto plazo para hacer frente a las obligaciones de pago que tiene el Gobierno con proveedores.

“Con esto vamos a asegurar que podemos realizar servicio de deuda y parte de amortizaciones, que es parte de los objetivos de la emisión y garantizar que en esa transición regular de Gobierno con la administración entrante que debe darse entre junio y julio de 2024, se cuenten con los recursos financieros para iniciar ese nuevo proyecto”.


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