Mercado laboral en pausa; la inscripción de nuevos contratos está aún por debajo de 2019

Mercado laboral en pausa; la inscripción de nuevos contratos está aún por debajo de 2019
Economistas y gremios empresariales coinciden en la necesidad de impulsar la atracción de la Inversión Extranjera Directa para generar más empleos formales y reducir la tasa de desempleo e informalidad. Archivo.


El 1 de agosto, el Gobierno lanzó la primera fase del programa Mi Primer Empleo, mediante el cual 1,058 jóvenes de entre 17 y 24 años tendrán su primera oportunidad laboral en 75 empresas.

El programa contempla que el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) aportará 300 dólares mensuales durante tres meses, y el empleador respectivo cubrirá la diferencia hasta alcanzar el salario mínimo, que varía según la región, la actividad económica y el tamaño de la empresa.

Se espera que la iniciativa impacte positivamente en los indicadores de empleo del país, que presenta un desempleo superior al 7% y una tasa de informalidad superior al 50%. Este mes, la Contraloría General debe realizar una encuesta de hogares para conocer las nuevas estadísticas laborales.

Sin embargo, mientras el Gobierno busca estimular el empleo en el país, los datos hasta junio relacionados con la inscripción de nuevos contratos en el Mitradel reflejan un panorama complicado en materia laboral.

En el primer semestre se reportó la inscripción de 139,051 nuevos contratos, lo que representa una disminución del 0.6% en comparación con el mismo período del año pasado. Sin embargo, en comparación con los primeros seis meses de 2019, los números todavía están un 31% por debajo, lo que demuestra que la economía laboral no ha regresado a los niveles previos a la pandemia, a pesar que las restricciones aplicadas durante la crisis sanitarias se levantaron hace más de dos años.

Datos de la Contraloría de la República indican que, de los 139,051 nuevos contratos inscritos hasta junio pasado, el 49% eran por tiempo definido, el 26.2% sin fecha de terminación y el 24.7% por obra terminada.

René Quevedo, consultor empresarial en temas laborales, comenta que las cifras del primer semestre indican que la economía está generando 10,510 vacantes menos por mes en comparación con 2019, siendo los jóvenes los principales afectados.

“Hay una contracción del circulante y menos consumo, por lo que la capacidad de la economía para generar empleos formales estará determinada por la velocidad con la cual se pueda inyectar más liquidez”, comentó.

Uno de los principales dinamizadores del mercado laboral es la Inversión Extranjera Directa (IED), que en el primer trimestre de 2024 alcanzó los 878.4 millones de dólares, cifra que representa un incremento del 36.1% en comparación con el mismo período del año pasado.

Aunque este monto representa un avance importante en cuanto a la confianza de los inversionistas y empresas en la economía panameña, los números registrados hasta marzo están lejos del flujo que se registró en 2019, cuando en el primer trimestre se reportó el ingreso de 1,648 millones de dólares, reflejando una diferencia negativa del 46.7%.

Hace unos días, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que en 2023 el flujo de la IED en la región disminuyó un 9.9% hasta los 184,304 millones de dólares.

“A mediano plazo, es vital recuperar los financiamientos bancarios al sector productivo, que representan el aceite del motor de la economía. Entre enero y mayo de 2024, estos estuvieron 1,461 millones de dólares por debajo de los mismos meses en 2019 (-18%)”, dijo Quevedo. Sostiene que la pérdida de los ingresos de la concesión minera de Donoso (375 millones de dólares al año) y los miles de puestos de trabajo complican aún más el panorama económico y laboral del país.

Por su parte, Temístocles Rosas, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), opina que sigue existiendo una limitación económica para la generación de nuevos empleos en 2024. La reducción de la inversión privada, la etapa electoral y la crisis fiscal que enfrenta el gobierno han creado un entorno desfavorable para la creación de nuevos empleos, señaló.

A pesar de los obstáculos, Rosas considera que hay un panorama alentador, pero explica que se requerirá una fuerte inversión estatal, condiciones de seguridad jurídica y facilitación de trámites para elevar la inversión privada y traducirla en más empleos.

Durante el lanzamiento de Mi Primer Empleo, la ministra del Mitradel, Jackeline Muñoz, explicó que los pasantes fueron seleccionados de una base de datos proporcionada por universidades y centros de formación. Reveló que, durante todo el quinquenio anterior, solo 385 jóvenes fueron apoyados por el Estado para incorporarse al mercado laboral privado.

En abril pasado, Panamá firmó un Memorando de Entendimiento para el Programa de Trabajo Decente para el período 2024-2027, impulsado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El memorando promoverá políticas públicas coherentes, integrales, inclusivas y equitativas para la generación de empleo, ofreciendo garantías sociales y económicas en equidad y atención a poblaciones en condición de vulnerabilidad, con énfasis en los jóvenes y con enfoque de género.

El documento, firmado por el Mitradel, sindicatos y gremios empresariales, también pretende extender de manera integral y sostenible la cobertura y suficiencia de la protección social y laboral de las personas trabajadoras y sus dependientes.

El economista Carlos Arauz sostiene que la generación de empleo formal está íntimamente relacionada con la confianza del capital privado en la estabilidad de la inversión y agrega que esa confianza pasa necesariamente por la fortaleza de las instituciones y las competencias básicas de las personas.

“Sé que la salida más fácil es culpar al sistema educativo y su calidad; efectivamente, la solución estructural es más que necesaria, pero tomará al menos una generación. Tristemente, venimos diciendo esto desde hace unos 20 años, y las recomendaciones irían más por acercamientos con gremios privados como la Cámara de Comercio y la Cámara de Sedes de Empresas Multinacionales para entender conjuntamente las necesidades de los sectores y alinear la oferta. Hay que desarrollar mentorías, pasantías formativas y sistemas de ‘upskilling’ para adultos de 40, 50 y 60 años para aportar más a la economía actual”, señaló Arauz.

El ‘upskilling’ al que se refiere Arauz es el proceso de adquirir nuevas habilidades o mejorar las existentes para mantenerse actualizado y competitivo en el mercado laboral. Esto puede involucrar la capacitación en nuevas tecnologías, el desarrollo de habilidades blandas o la obtención de certificaciones adicionales. Esta modalidad se ha convertido en una herramienta esencial en economías desarrolladas, ya que ayuda a los profesionales a adaptarse a nuevas demandas y oportunidades.

El Ministerio de Economía y Finanzas indica que la desaceleración en el ritmo de crecimiento de las contrataciones laborales concuerda con el debilitamiento de las expectativas nacionales de empleo por parte de los empleadores.

Arauz opina que la generación de empleo formal pasa por el gobierno de turno actuando como agencia de contrataciones. “Más que un programa de empleo que condenará a los jóvenes a salarios bajos por largos períodos de tiempo, vemos la urgente necesidad de desarrollar las competencias y habilidades blandas que cierren la brecha entre lo que el sector privado necesita y la oferta de capacidad productiva que los jóvenes ofrecen”, indicó.


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