La sequía implacable ha dejado su marca en el Canal de Panamá y en el comercio mundial. En el periodo que va de octubre de 2023 hasta abril de este año se registró un descenso en la actividad canalera, con 2,211 barcos menos transitando por sus aguas.
Para la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha resultado inevitable implementar restricciones en la cantidad de barcos en tránsito y el calado desde al año pasado.
El año fiscal del Canal se inicia el 1 de octubre de cada año y termina el 30 de septiembre del siguiente año. Es decir, que por ahora se manejan las estadísticas de los primeros siete meses del año fiscal 2024.
Cuando se comparan estas cifras con las del año fiscal de 2023, se aprecia que en el periodo anterior se realizaron 7,641 tránsitos y ahora se reporta el paso de 5,430 buques.
Este declive no solo subraya la magnitud del impacto de la sequía, sino también la pérdida de oportunidades económicas, ya que se han dejado de percibir los ingresos de esos 2,211 tránsitos que se pudieran haber atendido si no hubiera faltado agua. Además, se ralentizó toda la actividad que se genera con las empresas de las industrias marítimas auxiliares que le dan servicios a las embarcaciones que transitan por la vía acuática.
El comportamiento de los tránsitos varía según tamaño del barco y el tipo de mercancía que mueven. En términos generales, las dos grandes clasificaciones son los barcos panamax ( aquellos que pasan por las antiguas esclusas del Canal) y los neopanamax, basados en las dimensiones de las nuevas esclusas. En ambos casos se observa una baja.
En la primera mitad del año fiscal 2023 transitaron 2,131 neopanamax y 5,510 panamax. En igual periodo, para el año fiscal de 2024, se observan 1,565 neopanamax y 3,865 panamax.
En el año 2023 llovió 30% menos en comparación con el promedio histórico, lo que permitió almacenar apenas el 50% del agua que se necesitaba para hacerle frente a las demandas de este recurso durante la temporada seca 2024 (enero a abril).
Considerando como promedio que cada tránsito implicaría el pago de $400 mil, la ACP habría perdido la oportunidad de tener ingresos entre $800 millones y $900 millones adicionales.
La entidad, sin embargo, ha mencionado que estos ingresos se verían balanceados con los ajustes de peajes, tarifas, reservaciones, penalidades y las subastas para tránsitos, por lo que habría que esperar el cierre del año fiscal, en septiembre de este año, para conocer exactamente si se llegó a la meta que se impusieron cuando presentaron el presupuesto de 2024.
“Si se diera una reducción en los tránsitos o el tonelaje, se equilibraría con el cargo por agua dulce y los cambios al sistema de reservas”, indican en su pagina web.
También precisan que el sistema de reservas no tiene un propósito económico, ya que lo que se busca es administrar de manera eficiente el agua para garantizar el suministro a la población y otorgar confiabilidad a los clientes, en función de la capacidad reducida de tránsito que en estos momentos mantiene el Canal, que es de 27 tránsitos diarios, exceptuando esta semana que por mantenimiento se fijó en 24.
El peso de las reservas
Cuando la sequía golpeó con fuerza al país en el año 2023, el Canal permitió el cruce de solo 22 barcos, cuando lo habitual es entre 36 y 38 tránsitos.
Esta cantidad se ha venido ajustando paulatinamente, al punto que los tránsitos aumentarán hasta los 32 diarios a partir del primero de junio de este año, atendiendo a las proyecciones de lluvias que apuntan a que se estará recuperando progresivamente el nivel del lago Gatún, el más grande de los dos reservorios que administra la vía acuática.
Por ahora, el Canal se apalanca con otros ingresos. Básicamente, se utilizan dos sistemas: el paso de los barcos que pagan un cupo o reserva que garantiza su paso y los que esperan con paciencia hasta que haya espacio para su tránsito.
Este lunes 13 de mayo habían 53 buques en espera para transitar, sin embargo, 44 de ellos ya tenían reservación para su transito y tan solo 9 esperaban un espacio para transitar.
Hace unos siete meses el numero de buques en espera para transitar el Canal sobrepasaba 160. A sabiendas de que el Canal solo tiene capacidad para 27 tránsitos diarios, estos buques han optado por otras rutas que aunque más largas y costosas son más predecibles.
El sistema de reservaciones del Canal ofrece a los clientes la posibilidad de reservar sus tránsitos en una fecha específica por medio del pago de una tarifa adicional.
También ofrece cupos bajo el esquema de subastas, lo que permite a los clientes solicitar los cupos que estén disponibles en la fecha de tránsito deseada.
El grupo japonés Eneos pagó el año pasado $3.9 millones en una subasta para asegurar el cruce por la vía acuática. Esa cantidad de dinero es adicional a la tarifa de tránsito habitual que pagan las navieras.
De esta manera, las navieras superan el posible atasco de una fila para transitar a través del Canal de Panamá, que ha tenido que limitar el número de cruces diarios por la falta de agua.
“Puedes saltarte la cola, pero es inmensamente costoso”, dijo Oystein Kalleklev, director ejecutivo de Avance Gas, en una conferencia telefónica de acuerdo con Mundo Marítimo.
Los barcos que el país no atiende por falta de agua representan también una pérdida para el sector logístico, que incluye la actividad portuaria de trasbordo, ferrocarril, camiones para el movimiento de los contenedores, avituallamiento general, suministro de combustible y cambio de tripulación, entre otros.